—Cuanto lo siento, Gabriel, creo que te enamoraste de la persona equivocada —le dice ella con tristeza en el semblante—, yo no merezco tanto amor; pero te pido que me escuches con atención, quisiera decirte en este momento que te amo, pero no quiero engañarte.
»Siento algo muy bonito por ti, pero todo ha llegado a mi vida, de una manera tan precipitada, que mi corazón está lleno de confusión, no he podido asimilar tantas cosas al mismo tiempo, y te confieso que estoy aturdida, pero escuchándote, me has conmovido, y con toda responsabilidad estoy tomando una decisión.
»No quisiera descubrir que te amo, después que te hayas ido. Yo no conozco el amor, quizás no se diferenciarlo entre tanto sentimientos que me confunden, pero quiero decirte, que estoy dispuesta a casarme contigo, ayúdame a
