4. Capítulo

1797 Words
{Me Siento Como La Mismísima Basura...} [MOMENTOS ANTES] RUBÍ# Emergi del agua y pasé mis manos por mi cabello hechandolo hacia atras, para luego impulsar me de las manos y sentarme en la orilla de la piscina. Sentía el aire frío chocar contra la piel desnuda de mi espalda. De pronto sentí una mirada encima de mí, y lo peor es que sabía de quién era, recorrí el gran patio de la mansión con mis ojos sin encontrar lo. En eso siento algo arroparme hombros haciendo que alce la vista y me topé con los ojos oscuros de Adriel, él me sonrió en respuesta mientras se sentaba a mí lado y me dio un beso en la frente. Yo le respondí a la sonrisa mientras sentía el viento dar, y de repente un olor me envolvió, sacudiendo hasta la más pequeña célula de mi cuerpo, nublando mis sentidos. Fresa y Flores Silvestres. Cerré mis ojos un momento mientras sentía mi corazón acelerado pitar en mis oídos. -¡MATE! -rugió Lea. Abrí mis ojos sintiendo como se iban colocando de colores rojos.Me levanté de golpe y empuje a quién fuera que era la persona que estaba a mí espalda que era la dueña de ese olor tan delicioso, todo a una velocidad rápida. -¡MÍO! -rugimos yo y Lea al mismo tiempo. Alcé mi vista sintiendo como me rodaban la cintura y me topé con unos ojos verdes que se pusieron de color n***o con un brillo intenso, mientras que caía sobre su frente una cabellera castaña. ~NO. ¡No Puede Ser Él!~ pensé. No podía ser Andrés. Tiene que ser una confusión. Me separé de golpe y lo miré mientras parpadeaba, no podía ser, no él, no hoy, no ahora. Además, ¿por qué no me lo dijo antes de.. ? Andrés abrió su boca para hablar pero no lo deje. -Cállate -murmure alzando mi mano mientras sentía mi respiración ligeramente -cállate, no hables, no ahora. -Cielo déjame explicarte... -¡No! No quiero oírte, y tampoco me llames Cielo perdiste hace mucho tiempo ese derecho, y está vez habló en serio -hablé con determinación. En eso siento unos brazos rodearme los hombros por detrás, seguido de un pecho pegado en mí espalda, cerré mis ojos cuando el aroma de Adriel inundó mi nariz. ~Dios, ahora no Adriel~ pensé sabiendo lo que se venía. -Adriel nadie te llamó -hablé entre dientes sin abrir mis ojos. -¿Todo bien, peli? -me pregunta ignorando lo que dije. -Sí, ahora lárgate -hablé conteniendo lo que sentía. Un hormigueo empezó en mis antebrazos, bajando por mis venas hasta llegar a las palmas de mis manos y las puntas de los dedos. No necesitaba abrir mis ojos para saber que mis venas se estaban tornando de color rojo carmesí. Era la impotencia lo que sentía, y ahora que tenía mi transformación está era mi reacción, eran como ataques de ira por mi parte Vampírica, y si no me controlaba podía matar a todos los que estaban a mí alrededor con un solo chasquido de dedos. Tomé una respiración profunda y larga para luego soltar el aire por mi nariz, lo repetí varias veces y cuando por fin estaba controlando me escuchó a Andrés hablar: -Lárgate, esto es entre Rubí y yo -habló con voz de Alpha. ~Ahh.. No, No, No y No~ pensé y abrí mis ojos, lo sentía rojos, completamente rojos y brillantes, haciendo que todo lo vea de esa color, dando a entender que mi parte Vampírica estaba tomando el control, mala señal. -Y tú cállate, -hablé con voz ronca -no tienes derecho de nada, no cuando te callaste que ¡TÚ IDIOTA ERES MÍ TUA CANTANTE! -grité y de pronto se hizo un silencio en todo el patio, todo las personas que habían estado hablando animada mente se callaron -miércoles -murmure cerrando mis ojos. La impotencia había bajado un poco gracias a ese grito, y había terminado de bajar completamente cuando sentí las miradas de todo el mundo en mí. Y entonces se escucha un fuerte aplauso y gritos de emoción por parte de todos los presentes. -¡Felicitaciones Alpha! -¡Por Fin Encontró a Su Mate! -¡Ya Tenemos Luna! -se escuchaba en todo el patio. ~Lo que me faltaba~pensé. -Ve el lado positivo, ya no tendremos que buscar más a nuestro Mate, podremos disfrutar de estar con él, ya no tendrás que anunciarlo ante la Manada porque lo acabas de hacer, y teniendo que en cuenta que sufres de pánico escéni... -habló Lea por el link. -Lea ahora no -la corte entre dientes. -Por eso decía que mejor me callo -dijo y cortó el link. Cerré mis ojos y me concentré en pensar mi habitación, mi cama, el escritorio, la torre de Algodón, el balcón, el suave viento entrando por mi ventana... Sentí el piso moverse bajo mis pies descalzos para luego sentir una suave alfombra en la planta baja de mis pies. Abrí mis ojos y miré a mi alrededor viendo mi habitación, sí tenía ese poder de poder teletransportar me, por decirlo así, al lugar que yo quisiera tan sólo con pensar en él, aunque tampoco puede ser un lugar muy lejos porque no soy capaz de llegar. -Wow, no sabía que el Alpha era tú compañero -dijo Adriel separándose de mí. Me volteé a hacia él con lo ojos llenos lágrimas y el la labio inferior temblando me. -Oh.. peli -me dijo abriendo sus brazos. Yo rápidamente lo abracé sintiendo mis hombros moverse y los sollozos abandonar mi garganta. -É-Él.. y-yo.. no.. -negué con la cabeza en su pecho, sintiendo todos aquellos sentimientos que una vez había enterrado en lo más profundo de mi ser, salir y destrozar toda mi alma a su paso. ¿Por qué ahora? ¿Por qué hoy? Y lo más importante. ¿Por qué no me lo dijo antes? ¿Por qué no me lo dijo tan siquiera antes de irse? ¿Y qué pretende, que después de que se haya ido por 5 años planee volver y que yo lo acepte por el simple hecho de que es Mí Tua Cantante? No, no tiene que ser así, no era así y no será así. Sí me quiere, me tendrá que ganar, tendrá que ganar mi corazón, tendrá que conquistarme, porque las cosas no son así de fácil. ~Querras decir REConquistarte Cariño~ me dijo mi conciencia. ANDRÉS# Desapareció, simplemente hizo eso, se esfumó frente a mis ojos. Y eso hace que me de cuenta de todo lo que me he perdido desde que me fui. -Pero no nos fuimos porque quisiéramos, sino porque no teníamos elección, ya que sino lo hacíamos ella moriría, y no era la idea -me recordó Jackson con un suspiro lastimero. -Ya lo sé, pero de igual duele -dije y cerré el link. -¿Qué habrá pasado? -¿Cómo desapareció así? -¿Ella rechazará ser la Luna? -se escuchaban murmullos en todo el patio, y me hicieron volver a la realidad. Parpadee y puse mi expresión complete seria para luego hablar con mi voz de Alpha. -¡Gracias a todos por venir y darme esta grata bienvenida, ahora si me disculpan necesito que se retiren de inmediato! -dije y vi como todos los presentes ponían mala cara pero acataban mis órdenes. Una hora después, sólo quedamos en la Mansión Nana, Sandy, Fredick y sus hijos, Evan, Alice y Mí Mate en algún lado de la mansión con el.. chico ese, llamado Adriel. Suspire mientras me sentaba en el sillón del salón, puse mis codos en mis rodillas y hundi mi cara en mis manos con frustración. -Andri -dijo Sandy sentándose a mí lado y poniendo una mano en mi hombro -dale tiempo a que asimile esto, no es fácil que de un día para otro te enteres que uno de los mayores Alphas es tú Mate, y que justo es ese chico del que estuviste enamorada toda tu adolescencia -habló tranquilamente mientras pasaba su mano mi espalda de arriba a abajo repetidas veces en gesto de consuelo. -Sandra ahorita mismo me siento como la mismísima basura, y no ayudas -dije mirándola completamente serio. -Bueno ya perdón -dijo alzando sus manos como diciendo. 'Esta bien' Pero no, nada estaba bien, absolutamente nada, me sentía mal, horrible, sentía una opresión fuerte en el pecho. Me levanté del sillón bajo la atenta mirada de Sandy. -¿Oye Andrés a dónde... ? -empezó a preguntar pero yo salí rápidamente de la mansión. Me senté en una banca del patio y saqué la pequeña cajetilla de cigarrillos, saqué uno junto al yesquero, y lo prendí. Di una profunda calada para luego soltar el humo entre mis labios. Se supone que deje de fumar hace décadas, lo hacía constantemente por estrés, y ahora con todo esto que pasó de la amenaza anónima y lo de Mí Mate volví a lo mismo. Siento como si me ayudara a quitar estrés de mi cuerpo. Aunque sea que está mal, muy mal, simplemente no puedo evitarlo, no tengo las fuerzas suficientes para hacerlo, es como una ansiedad lo que me da, y esto es lo único que me calma. RUBÍ# Una hora más tarde tenía puesta mi pijama, que consistía en un mono de lana azul eléctrico, y una chaqueta con capucha que me quedaba gigante, además de estar en vuelta como en cinco sábanas con Adriel, quién por cierto estaba más que rendido, hasta incluso babeaba. Pero yo no podía dormir, me sentía muy cansada, muchísimo, pero el sueño no terminaba de llegarme, y lo único que podía hacer es ver el techo de mi habitación pensativa escuchando los leves ronquidos de Adriel, junto a su brazo rodeando mi hombro y con mi cabeza en el suyo. Pensaba... ¿Qué hubiera pasado si Andrés me lo hubiese dicho antes? De seguro hubiese sido lo más maravilloso para mí mundo, pero a lo mejor él no quería que nadie se enterara que por Mate tenía a una ingenua y pequeña niña. Lo entiendo a lo mejor sintió vergüenza. En mi caso no lo hubiese hecho, pero no puedo opinar, esa fue su decisión y lo hecho, hecho está. Solté un suspiro y en eso escuchó unos toques en ma puerta. ~¿Quién será?~ pensé, a lo mejor era Nana. Me removi bajo el brazo de Adriel y él rápidamente lo quitó y se acostó de lado, yo me levanté con dos sábanas cubriendome y caminé hacia la puerta y la abrí. -Nana ya estaba acos... -me callé cuando un delicioso olor me nubló los sentidos. Abrí mis ojos y me topé con unos verdes intensos. -Andrés -murmure. -Rubí. ###

Great novels start here

Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD