Dos días antes de este mal juicio, ya me había despedido de mi familia adoptiva.
Ese jabalí que sacamos del bosque para mis queridos amigos debía de llegar hasta el invierno profundo. El dinero que hice cuando curaba la gente fue suficiente. Al menos lo esperaba. Mi alma dolía de dejar a Zoé, pero Lada me tranquilizó, diciendo que la cuidaría como si fuera su hija, porque no en vano se convirtió en su Madrina.
No lo entendí, pero yo misma no tenía miedo a mi futuro destino. Como si las cosas no me pasaran a mí, sino a otra persona, y yo, como espectadora, miraba hacia el futuro.
Quería ir sola al juicio que iba a celebrarse en la plaza de feria, pero todos los miembros de la familia de Stepan no estaban de acuerdo con mi decisión.
- Eras como una hija para nosotros, y por eso estarem
