Como si entendiera todo lo que me estaba afectando, Meg no pronuncio palabra en el camino. A los pocos minutos aparco el auto en un tranquilo parque, mismo en el que a lo lejos podía divisar algunos niños jugando en él.
—Bajemos, te hará bien estar aquí.
—No, mejor quedémonos dentro del auto, no puedo mantener una conversación en el mismo lugar donde veo niños a mi alrededor.
—De acuerdo, entonces iremos a otro sitio.
—No, ese no es el problema sino el que presento, en el que estoy metida por ser una estúpida inconsciente.
—Viena, no debes sumirte en el problema que te acongoja, debemos buscar soluciones.
—No puedo solo deshacerme de él y ya está, no es asi.
—También puedes darlo en adopción si no quieres abordar la otra alternativa.
—Meg, en estos momentos no estoy pensand
