—Me desperté mentalmente, mis ojos permanecieron cerrados, pero podía oír mi exterior, sin moverme o abrir los ojos para que sepan que estoy bien, un doctor medio extraño está a mi cargo y no sé si es de confianza
—¿Quién le autorizo a entrar en ese cuarto? Este paciente es “especial” y solo está a mi cargo, déjeme ver que quiere inyectarle
—Vengo de parte del decano, el me ordeno que chequee los medicamentos y la evaluación del paciente
—Mira tú, acabo de venir de la oficina del decano y no me contó nada, es mejor que se vaya o llamare a seguridad
—Mira “doctorcito” debes aprender tu lugar, Darren Ferrara debe morir y nadie va a impedirlo
—Al escucharlo supe que este era otro enemigo de este hombre ¿Hasta cuándo iba a estar en este predicamento? Todo es culpa de ese Caesar ¡lo odio! Para poder impedir algo debes de poder moverte y acabo de inyectarte sin que te des cuenta, dulces sueños
—¡Maldito cabrón!
—Sigue la confusión, debo hacer algo para que dejen de confundirme. Toque la alerta y dos doctores entraron corriendo, debemos revisar que pudo haberle inyectado esa persona, que hagan exámenes y pasen la solución salina a llave abierta, debemos evitar a cualquier costo que este hombre muera o nosotros seremos los cadáveres
—¿Qué?
—Hagan lo que digo. Revise al tipo en el suelo, aún tenía la jeringa en el bolsillo y era un veneno letal, me levante como resorte a revisar al paciente, lo coloco en suero, era lo más lógico, lo estaba matando lentamente para que nadie se dé cuenta
—¡Está entrando en paro!
—Subí encima del paciente e inyecté tropina, después de todo este hombre era mi boleto de salida de este martirio. Normalice la situación en la sala y llame a la bestia que me tiene cautiva, su teléfono sonaba sin que contestara y eso ya me tenía al limite
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—¿Puedes contestar ese maldito aparato?
—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Voy a matar a quien está llamando! Para rematar es la última persona que quería escuchar ¿Qué quieres?
—No creas que quiero escuchar tus gritos de vieja loca, te llame para decirte que “muy vigiladito tu amigo” ¿no? Pero casi lo matan, necesita que muevas tu culo a este hospital ¡¡¡¡ya!!!!
—¿Quién te crees tú para gritar……Me detuve antes de poder terminar, procesé lo que el tipo decía y se me heló el cuerpo ¡Vamos enseguida! Le grite cerrando la llamada
—¿Quién era Caesar? Logra ponerte muy tenso
—Quien más va a ser ¡el medico insufrible! Debemos irnos y dejar para después la diversión, intentaron asesinar de nuevo a Darren
—¿Otra vez? De verdad. A tu amigo no lo quieren vivo
—Cállate Virginia, pero tienes razón, ya sé quién puede haber sido, debemos irnos Mathias
—Estabas demorando Caesar
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—¡Doctora Xiao el paciente está volviendo en sí!
—Regresé a la habitación, el paciente estaba con los ojos abiertos, vi confusión en ellos y preferí dormirlo para que la conmoción no sea mayor sin sus amigos
—¿Qué hace doctor?
—¡Salgan todos! Me quedare sola con el paciente
—P…pero
—Pero nada, esto paso por negligencia del hospital, deben ser responsables y para eso deben esperar a que lleguen los familiares ¿Entendió? Los escuche maldecir por lo bajo, mas no dijeron nada. Me quede hasta que los dúos de príncipes vengan a despertar a su princesa
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—¿Quién diablos ahora quiere eliminarlo Caesar? Este juego me está aburriendo
—A quien no Mathias, imagino que es su familia o la maldita que se nos escapó ese día, la tal “oscuridad”
—Tienes razón hermanito, quien quiera que sea quieren a tu adorado amigo, servidito en una paila de hierro, derechito para mandarlo al otro mundo
—Deja de ser explicita Virginia, a Darren no le va a pasar nada, vamos a protegerlo de todo y de todos
—¡Al fin llegas! ¿Crees que tengo tiempo de esperar todo el puto día? ¿Quién te crees?
—Bájale dos rayitas “doctorcito” No creas que era de llamar y apareceríamos como por arte de magia ¿O sí?
—Basta niños, dejen de discutir, debemos saber quién mando a este trapo que está aquí, comente señalando el hombre tirado en el suelo ¿Esto tiene marcado por todas partes quien lo envía?
—No te entiendo Virginia ¡Explícate!
—Mira a esta basura, no tiene habilidad se nota que le pagaron bien y se arriesgó, esto debe ser obra de la familia de tu amigo, como lo dije lo tiene escrito por todos lados
—Entendí, ahora enviémosle un mensaje nosotros
—¿Qué piensas hacer Caesar?
—Algunas travesuras, y tú me vas a ayudar, dije arrastrando al desmayado y al doctor ¿Dónde vives?
—¡Suéltame bestia inhumana! ¿PARA QUE QUIERES SABERLO?
—No me grites “doctorcito” es mejor que me lo digas rápido o te romperé el cuello en este instante y así sacare la frustración que tengo en este momento
—¡No soy tu saco de desestres! ¡Mátame si quieres, no te diré nada! ¡Maldito troglodita!
—Creo que mi hermano se enamoró ¿Qué dices tú cosita?
—Deja de decirme así Virginia, mi nombre es Mathias, pero tienes razón al parecer le gusta la doctora
—¿Doctora? ¿No es hombre?
—¡Estás loca Virginia! ¿Pensaste que tu hermano es gay?
—¿Qué tiene de malo
—Nada, pero míralo él tiene de gay lo que yo tengo de hetero ¡por favor!
—Está bien Mathias tu ganas, pero no creo que mi hermanito sepa que ese “doctorcito” como él le dice sea mujer, él está creyendo que es hombre y por eso siente frustración
—Ahora que lo dices es verdad, el día que lo descubrí creo que no estaba tomándome en cuenta o no se lo conté, ya ni recuerdo Virginia
—No te preocupes cosita, mejor investiguemos a fondo quien atento contra tu amigo adorado, no necesito más problemas, quiero algo de descanso y tú también “cosita”
—¿Quién puede contigo mujer?
—Nadie y menos tu porque sabes que te doy tanto placer que no puedes prescindir de mi Mathias
—No estés tan segura de ti mismo preciosa, para mí un hombre o una mujer es igual, mientras tengan donde poner mi pene y sepan moverse
—Estamos iguales, mientras sepas darme los mejores orgasmos, no me importa quién diablos sea, si pensaste que iba a llorar por lo que dijiste estas equivocado, yo no soy tu juego, tu eres el mío