—Me levante luego de unas horas, por mas cansado que este nunca puedo dormir de largo en el día, encontré a Dalia esperando fuera de mi alcoba ¿Qué haces aquí princesa?
—Tío Caesar ¿Quiero ver a mi hermano?
—Por ahora no podemos verlo nena, en su último viaje de negocios tuvo unos pequeños “inconvenientes” por ahora está en el hospital, cuando este mejor te llevare a verlo, no te impacientes
—¿Es muy grave?
—No preciosa, es como cuando te da mucha gripe y el doctor viene a revisarte, para que tú no te enfermes Darren prefirió quedarse en el hospital, apenas este bien el vendrá a casa
—¿No puedo llamarlo? Hace mucho que no lo escucho
—El doctor lo prohibió, le quito el celular a Darren porque si se lo dan empieza a trabajar y así no se recupera
—Está bien tío, esperare a que se mejore, pero tu ponte una camisa, hay muchas chicas aquí y no pueden verte así o van a querer besarte
—Recién caí en cuenta que estaba saliendo sin camisa de la alcoba, me reí de las ocurrencias de Dalia ¿Dónde aprendiste eso?
—Nana ve novelas y en una escena una chica estaba besando a un chico, le quito la camisa y le beso el pecho, nana cambio antes de ver que más pasaba
—La sangre se me fue del cuerpo, lo bueno fue que nana cambio justo a tiempo. No veas novelas con nana, hay cosas que debemos evitar ¿entiendes Dalia?
—Si tío Caesar, lo que quieres evitar es que yo vea la escena en que tienen sexo ¿verdad? No te preocupes no lo hare, soy una niña educada
—Me quede helado en mi lugar viendo como Dalia se alejaba dejándome con esas últimas palabras suyas, espero que Darren no se entere de eso o me quedare sin bolas
—Parece que viste un muerto Caesar ¿Qué te paso?
—Mire a Mathias a mi lado, si yo estaba pálido a él le habían dado la paliza del siglo. Cúbrete por favor, hay niñas en esta casa y no quieren saber de tus “amoríos”
—Que genio, mejor me voy, ya me siento un poco mejor
—Ningún me voy Mathias, alístate o ponte decente, iremos a la bodega, no voy a retrasar más la visita a mi hermanito
—Yo también voy
—No puedes Virginia, es mejor que te quedes
—Soy mayor de edad Caesar y se lo que puedo y no puedo hacer. Lo que quiero hacer en este momento es matar a Viktor, no puedo creer que sea así con su propia sangre, no le tembló la mano cuando me apunto y quiso matarme
—¿Cuándo paso eso?
—Antes de venir a buscarte, se metió al hospital y quiso matar a nuestro padre y de paso matarme a mí también, como no consiguió su cometido por mis hombres de seguridad, corrió a buscarte y amenazarte con una mentira, el no pudo hacer nada yo le cerré el paso para poder hacer cualquier estupidez
—¿Es una mentira? ¿No puso bombas en los orfanatos?
—Fue una mentira desde el principio, yo no supe que había venido a buscarte, no tuve como comunicarme contigo. Ahora solo quiero estrangular a Viktor
—Controle mi ira por miedo a que Dalia se asuste, no espere nada, tome el primer auto que encontré jalando a Mathias conmigo, tan cegado como estaba no era bueno que yo maneje
—¿Dónde vamos Caesar?
—A la bodega Mathias, no escuchaste a Viktor me mantuvo engañado todo este tiempo, su jueguito se acabó, ahora va a saber de lo que soy capaz
—Cálmate Caesar, no puedes entrar como loco, recuerda que debemos investigar antes de poder matarlos, el paradero de esa mujer es un misterio
—Trate de calmarme con las palabras de Mathias, era verdad no podíamos dejar pasar esta oportunidad o la venganza de Darren no estará completa. Entiendo, no lo matare, solo le daré unos “cariñosos” de hermano
—Puedes hacerlo, solo mantenlo con vida, recuerda que lo necesitamos Caesar
—¡Esta bien! ¡Está bien! Solo necesito desfogar un poco esta rabia que me atormenta y no me deja respirar, pero no soy responsable de Virginia, ella no aguantara querrá matarlo apenas lo vea, Mathias creo que sabes de lo que es capaz, le comenté mirando como andaba por culpa de ella
—No te preocupes, ella no es tonta, sabe que necesitamos algo de tu hermano, no lo matara, si tú eres un sanguinario, ella es muy cruel no tiene piedad Caesar ¿No es así?
— ¿Puedo negarte lo evidente? Virginia no es ninguna perita en dulce, sabe cómo hacer que la gente haga lo que ella quiere y si esta de humor con sus propias manos destruiría el mundo si se lo propusiera
—Sabía que no era un angelito, pero……. Mejor dejemos hablar de eso, no quiero imaginar nada. Llegamos a la bodega sin demora, el hedor a podrido y sangre podrida llegaba de todas partes, no los habían dejado respirar un minuto ¿Quién está al mando?
—Buen día señor Mathias, estoy a cargo por orden del señor Darren
—Lo entiendo, Darren siempre tan precavido ¿Cómo está el panorama?
—Aquí todo en orden, los “invitados” están bien atendidos. La señorita es otra cosa
—¿Cuál señorita?
—Sígame señor Mathias, señor Caesar
—Lo seguimos un tanto ansiosos no recorda……… ¡Mierda! La había olvidado
—¿De quién se trata Mathias?
—¿Quién más va a ser Caesar? ¡Annelise! Me había olvidado completamente de ella. La mire dormir profundamente, su piel estaba seca y su semblante demacrado me decía que ella tampoco la paso bien ¿Por qué está dormida?
—Desde que la trajeron esta así, no se despierta para nada, tratamos de hacerlo de diferentes maneras y no reacciona
—¿Qué será que le hicieron?
—No será mejor traer al matasano que tenemos para Darren, que la revise y nos saque de dudas
—Buena idea Caesar, debemos traerla y que nos saque de dudas, esta mujer no se ve bien
—¿Traerla? ¿Estamos hablando de la misma persona?
—Si de l……….
—¿Por qué me dejaron atrás? Por una mujer tenía que ser, voy a matarlos junto a estos inservibles
—Calma Virginia, no es lo que parece, ella ayudo a que Darren fuera secuestrado por eso la trajimos, no sabemos que quiera hacer Darren con ella
—Esta mujer es la que traía de cabeza a tu adorado Darren, definitivamente debo conocerlo