Capítulo 12. El acuerdo.

2085 Words
- Supongo que tendrá más familia. Allí será libre de andar a sus anchas.- expresó con desdén Doña Lupe, dedicándole una mirada recriminadora a Mia. -Ni mi hija ni ninguno de los míos se van pa ningún lado, y hágale como quiera. – le respondió el padre que no estaba dispuesto a que lo siguieran amenazando bajo su mismo techo. Comprendiendo la magnitud del asunto y conociendo la reputación de los Patraca y que Erasmo y su hermano no se dejarían intimidar por nada, Amelia preocupada de que todo se pusiera peor, intervino para tratar de apaciguar los ánimos. -Por favor, tranquilos todos, cálmense. No tenemos por qué ponernos a pelear como perros y gatos, cuando todo lo podemos arreglar como la gente.- Dijo la anciana, levantándose de su asiento y colocándose en medio del campo visual entre la líder y de Erasmo. – Lupe, usted dispensará a mi yerno, él y todos nosotros seguimos todavía con el dolor de haber perdido a mi hija. Estamos aún alterados. Además pos es su padre, y ahora sin mi hija ya no la tiene nada fácil el pobre. Sé que lo que hizo mi nieta es aberrante y no tiene perdón, ni mucho menos justificación, pero les pido que piensen por un momentito las cosas.- captando de esta manera la atención de todos los presentes, la anciana prosiguió. - Todos ustedes conocen a mi nieta desde que nació. Siempre se ha dado a querer por su forma sencilla y modesta de ser. Es amable, respetuosa, callada y obediente; la conocen desde chamaca, y por ello muy en el fondo saben que no es una mala persona, y mucho menos es una machorra.- rápidamente los presentes comenzaron a cuchichear sobre el asunto. Pero la anciana levantando la palma de su mano, amablemente les pidió la dejaran continuar, pues aún tenía mucho que decir. -Mia no es ninguna machorra, de eso estoy más que segura; es que solo tienen que mirarla bien para darse cuenta que ella si está sana. Se comporta como una jovencita de su edad, se viste y se ve normal, a diferencia de la otra, que como bien dicen, se le nota a leguas lo tortillera.- dedicándoles una mirada compasiva continuó hablando.- Mia fue solo una víctima de esa pervertida; se dejó engatusar por esa enferma, que se nos presentó con buenas intenciones y nos engañó a todos. Según era su amiga, pero la realidad es que su intención siempre fue la de envolver a mi nieta; como bien saben ese tipo de gente así son, les gusta reclutar al primer tarado que se encuentran y a base de mentiras y engaños los vuelven como ellos. ¡Ese señores, es el único crimen de mi nieta!, el haber pecado de ingenua. - Mia que al escuchar todo lo que estaba despotricando su abuela en contra de Danielle, estuvo a punto de desmentir tal infamia, pero fue callada por la misma Amelia, la cual en cuanto percibió que Mia quería replicar lo contrario, ágilmente se colocó detrás de ella y apretándole los hombros con fuerza la violentó a permanecer en silencio. – Mi nieta, por estúpida si quieren, se confundió y se dejó engatusar por una sin vergüenza cubierta con piel de oveja, que al igual que una llena, la asechó día tras día hasta que la muy idiota cayó en sus garras. Por eso les suplico que lo piensen tantito y no terminen cometiendo una injusticia en contra de alguien que solo fue una víctima más. Tanto Doña Lupe como el sequito de personas que iban con ella, guardaron silencio para analizar las cosas. En su mente, Lupe no se había detenido a pensar sobre ello. Era cierto Mia se veía normal y si lo analizaba a profundidad, hasta ahora no se había vuelto envuelto en nada relacionado con la homosexualidad, por lo que la anciana podía estar en lo correcto. No obstante, tampoco la consideraba tan inocente como les quería hacer creer Amelia. -Y lo peor de todo esto.- continuó conferenciando con fervor la mujer.- es que mi nieta ya tenía planes de casarse. Todos estábamos muy emocionados con los preparativos de la boda, pero pos todo se tuvo que posponer por la muerte de mi hija, (que dios la tenga en su santa gloria). -Según yo, tengo entendido que solo era un pretendiente, y que al final todo se descartó.- suspicazmente señaló la líder pues estaba enterada del asunto gracias a Flora. - No se descartó, tan solo lo aplazamos por lo que ya les mencioné; pero de qué es un hecho, les aseguro que lo es.- aseveró con fervor la anciana tratando de disimular su nerviosismo, pues no se esperaba que estuvieran al tanto del fallido pretendiente de su nieta. Sin embargo, Mia horrorizada de lo que estaba ocurriendo de nueva cuenta intentó abogar por Danielle. - Abuela por favor, tu sabes bien que no… -Será mejor que te calles de una buena vez; ¿No te parece que ya has hecho demasiado daño a esta familia por hoy?- le indicó Flora que entendiendo a donde quería llegar Amelia, de igual manera le convenía que todo aquello se resolviera de una buena vez, pues eso podía significar que regresaría a formar parte del grupo de oración antes de lo previsto. -Muy bien, puede que tengas razón como puede que no; pero todavía no termino de comprender muy bien a qué viene todo esto Amelia.- respondió la líder confusa. -De que no es necesario llegar a estos extremos de excomulgar y expulsar a Mia. No tiene caso, pues dentro de poco mi nieta se casará, tendrá hijos y llevará una vida normal, y todo este asunto quedará en el olvido. Sé que es terrible lo que pasó, sobre todo que las criaturas hayan tenido que ver algo tan repulsivo y espantoso; y por ello les pedimos perdón.- dirigiéndose muy en especial a las madres de los niños afectados, se mostró muy arrepentida, como si ella fuese la enjuiciada. - También les queremos suplicar a todos ustedes, y muy en especial a ti Lupe, que tengan un poco de piedad y misericordia en todo este asunto... Por favor, no pueden dejar que esa sinvergüenza que sedujo a mi nieta se salga con la suya, y que sienta que ganó; no pueden querer castigar a mi nieta por algo con lo que ella también está siendo afectada. Si su temor es que vuelva a repetirse lo mismo, les podemos asegurar por diosito que eso jamás se volverá a repetir, pos ahora que estamos enterados de todo esto, estaremos más al pendiente de lo que pase. Sobre todo porque Mia dentro de poco estará bien casada y esa infeliz ya no podrá volver a buscarla: ¿Verdad mija?. – Mia quería decirle a su abuela que de ninguna manera se casaría, que no era cierto que Danielle la había seducido o embaucado, ni mucho menos que se había aprovechado de ella; solo eran culpables por haberse enamorado y nada más. Pero su tía tenía razón, en esos momentos no quería seguir avergonzando a su familia, pues bastaba dedicarles una mirada a cada uno de ellos para ver que estaban destruidos emocionalmente, por lo que no sería la causante de seguir hundiéndolos mas en la vergüenza, al menos no delante de toda esa gente a la cual no les daría el gusto de seguir con el espectáculo. Por lo que no le quedo de otra más que asentir con la cabeza, pero decidiendo con firmeza que una vez solos y en privado, les aclararía las cosas a todos ellos. – Por eso les suplicamos por una última oportunidad, dejen demostrarles que ella es normal y que puede llevar una vida decente como esposa y madre de familia. – le suplicó una vez más la anciana, que aunque hablada en plural, sabía que la única que tenía el poder de finiquitar aquella condena era Doña Lupe. La líder se tomó un momento para meditar las palabras de Amelia, ya no estaba tan segura con su decisión, por lo que después de tanto sopesar el asunto le dio una pronta respuesta. -Puede que tengas razón y que Mia también sea una víctima de esa tipa, pues como bien dices antes de que llegara esa a su vida no había pasado algo así con Mia, así que quizás si fue mal influida.- cansada de estar de pie, tomó asiento, relajando la tensión del ambiente.- Pese a que no va muy seguido a la iglesia como debería, la verdad es que no la habíamos visto envuelta en nada tan desagradable como esto.- soltando un suspiro de resignación prosiguió.- Está bien, le daremos una última oportunidad. Pero que se case cuanto antes con ese misterioso pretendiente, para que con ello pueda lavar su reputación que por ahora está por los suelos. También que se presente lo más rápido posible delante del padre Benito y se confiese, y por supuesto, que nunca de los nunca vuelva a ver en su vida a esa pecadora. -Nooo.- se lamentó Mia en silencio. -Claro que sí, se hará todo tal cual como dices.- le aseveró la anciana, feliz de haber arreglado las cosas. -Pero déjame terminar mujer, que aún falta algo más.- expresó la líder impaciente pues ya quería terminar con todo el borlote que se había creado. - La gente está muy molesta con lo ocurrido, sobre todo los padres de estos niños; por lo que será mejor que Mia se valla del pueblo por un tiempo, así podremos evitar cualquier roce o percance. El estar lejos de ustedes también le servirá como penitencia de sus actos. Ya con el tiempo, cuando las aguas se calmen podrá regresar a Ojo del sol con su marido; así que procuren que la boda sea cuanto antes, de esta manera podrán acallar todos los chismes y murmuraciones que ya están de boca en boca en el pueblo. -Eso aremos; nos comunicaremos cuanto antes con este muchacho para comentarle la buena nueva; sé que se va a emocionar mucho, pues adora a mi nieta, no sabe lo desesperado que está por casarse el pobre. Y pactando de esta manera una futura boda indeseable, después de un par de disculpas más hacia los mal humorados padres, que no quedaron tan conformes con el acuerdo, la muchedumbre se marchó tranquilamente. En cuanto se hubieron marchado, un silencio sepulcral inundó el hogar de los Flores. Todos los miembros de la familia estaban sentados a la mesa aun, ridiculizados y avasallados con lo ocurrido. -Apá, yo quiero…- comenzó diciendo la culpable, rompiendo con el eterno silencio, pero fue callada bruscamente por su padre, que sin voltearla a ver se dirigió a la mujer que los había salvado. -Gracias suegra, sin usted lo más seguro es que esto se hubiera vuelto una masacre. -No te preocupes Erasmo, gracias a Dios todo se resolvió bien, ahora ya solo nos queda cumplir con lo que se pactó. - La verdad yo no quiero saber nada de esto, no tengo cabeza ahorita para nada. Si usted me hace el favor, ahí le encargo que cuando tenga tiempo comience a arreglar lo del matrimonio de esta.- agotado emocionalmente, se levantó de la mesa y desilusionado se marchó a paso lento, cabizbajo, dolido y destruido a su habitación. -Apá, por favor escúcheme.- le suplicó nuevamente Mia, derramando lágrimas de dolor por verlo sufrir de esa manera. Levantándose para ir detrás de su padre, fue sujetada con furia por su abuela. -Tú no vas a ir a ningún lado, aquí te quedas, ¿o es que acaso pretendes matar de un coraje a tu pobre padre?- le indicó su abuela dedicándole una mirada funesta. -No abuelita, pero es que no soporto ver a mi apá así; tampoco a ustedes. -Por favor, no seas cínica, dudo mucho que eso sea verdad. – le respondió Flora con saña. -Le aseguro que así es tía, créanme que habría dado mi vida para que no se enteraran de esta manera; pero bueno, en verdad comprendo que estén enojados y muy decepcionados, por lo mismo, estoy dispuesta a irme lejos y regresar hasta que me hayan perdonado. -Pero por supuesto que te vas a ir de aquí, pero no sola, tú saldrás de esta casa bien casada como Dios manda; porque de mi cuenta corre, que a más tardar en dos días te me casas con ese tal Israel.- y con estas palabras Mia sintió que su mundo se derrumbaba en pedazos frente a ella.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD