-Cómo se te ocurre dejarla salir.- indignada, Flora no podía dar crédito a tan irresponsable acción por parte de su marido; el cual acompañaba a Mia hasta la puerta principal en lo que parecía ser un intento de fuga. No obstante, la huida fue saboteada por Flora, que justo en el momento en que iba saliendo de su alcoba los encontró en pleno acto de escape. En cuanto los vio caminar deprisa rumbo a la salida, hábilmente sujetó a la prisionera con violenta fuerza del brazo, y enterrándole en la piel sus uñas medio crecidas y descuidadas, la detuvo sin contemplaciones zarandeándola con furia. -Suéltala.- le ordenó Ignacio elevando el tono de su voz, pero Flora no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer tan fácilmente. -Si Amelia se entera de esto se va a poner como una fiera; además sabe