Durante las cuatro semanas que trascurrieron después del terrible enfrentamiento que se había suscitado entre Israel y Nicoletta; esta había mantenido su distancia. Con un perfil bajo, conservaba baja la guardia; se limitaba a ir y venir en silencio sin dirigirle la palabra a los recién casados, solo a Vicky y Simoneo. En el exterior, parecía que se había olvidado de todo, pero por dentro de su alma, aún sentía la rabia ebullir a punto de colapsar en un violento y peligroso estallido. Únicamente lograba apaciguar sus emociones al decirse una y otra vez como un mantra, qué dentro de muy poco tiempo, lograría desquitarse por semejante humillación… Todos lo pagarían muy caro. En esos días acontecidos Mia había experimentado una especie de tranquilidad a medias. Israel no le había vuelto a pe