Había transcurrido un mes completo; un mes de búsqueda en la que los Flores y Agustín siguieron preguntando y tratando de averiguar sobre el paradero de Mia. Un mes de angustia en el que Mia, tenía que convivir con un par de personas que se dedicaban a hacerle la vida imposible. Y un mes en que Danielle había estado al pendiente de su padre y Briella; hasta que finalmente todo concluyó de una manera devastadora. Y sin nada más por hacer, regresó con el corazón hecho polvo a Ojo del Sol, sin saber la horrible noticia que la esperaba en el pueblo. Mientras viajaba en el autobús rumbo al viejo pueblo, trataba de no pensar en todas las desgracias que habían sucumbido a su vida. En un abrir y cerrar de ojos la vida de los Daurella se había destruido por completo, quedando solos y desamparados.