Estaba presenciando una situación muy aterradora para mi, las tres personas que supone que debía amar se estaban enfrentado. “Cristian no puedes meterlos presos porque yo fui la que ideó todo para que todo pasara, lo siento mucho”, dije al pararme frente a él sin tener el valor de mirarlos a los ojos. Cristian no podía creer lo que estaba diciendo, él sabía que yo era hija de ellos pero no que fui capaz de hacer todo eso. “¡No te creo! Solo quieres salvarlos a ellos”, respondió confundido. “Te digo la verdad Cristian, yo me casé contigo por decisión propia, queríamos lo que tú tenías”, dije con voz cortante. “Todo fue una mentira, todo fue un maldito plan, los tres son tal para cual. No puedo creer que tú seas el cerebro de todo esto Helen, me imagino lo que celebraste cuando te confe