20 de diciembre
El tiempo ha pasado rápidamente. Mi barriga es mucho más notoria y no es para menos cuando ya voy por la semana número veinte. El bebé afortunadamente no ha mostrado alguna dificultad, pero nos mantenemos alerta a todo.
Como con mi anterior embarazo, he decidido tenerlo después de tantas negativas. Realmente detesto quien es su padre, pero ya no hay más que hacer, por lo que decidí tenerlo y entrenarlo para que sea mi sucesor. Claro está, para que ello suceda no voy a permitir que su padre viva, eso sería satisfacer los deseo absurdos que tenía de poseer todo lo que me pertenece.
Las semanas pasaron en constante entrenamiento, mis entrenadores me ayudaron a ser mejor en combate cuerpo a cuerpo y en el arco. Sobre todo que el primero no ello afecte gravemente a mi bebé.
