Subimos al avión e intento descansar. Por fortuna, logró dormir un poco. Cuando llegamos, subo al auto y llego a mi nuevo hogar después de unas cuantas horas de viaje.
El lugar es más cálido que los anteriores y eso es increíble. También es más grande que mis anteriores viviendas e incluso, podría atreverme a decir que es más grande que el hospital cuerpo y mente sana.
Como lo había pedido, ya no hay anillos de seguridad con hombres. Ahora los anillos de seguridad están rodeados de bombas. Por lo que nos detenemos al estar cerca del mismo.
— Señora Clem, le entrego el control remoto de los explosivos — dice entregándome un teléfono irrastreable — Solo los jefes de los equipos, usted y yo, tenemos acceso a desactivar las bombas que están enterradas.
Observo la pantalla del mismo, so
