Juegos de Sangre

El olor de la sangre es evidente. El lugar en el que me encuentro, anteriormente era un bello invernadero con todo tipo de hermosas flores. Pero justo ahora, esas hermosas flores están manchadas de sangre y de las paredes de cristales del invernadero, no queda algo. Todos nos escondemos en varios puntos estratégicos del mismo, pero ellos llevan una gran ventaja conmigo. Ellos no conocen este lugar como yo, ellos no saben los atajos y salidas que diseñé en ellos para hacer lo que me plazca. Por lo que pronto sabrán que su mayor error fue venir hasta aquí a buscar su muerte. — Zoe, no puedes hacernos esto cuando solo vinimos a arreglar las cosas mediante el diálogo — me dice el canalla mayor desde algún lugar del invernadero. — Deja de perder tiempo intentando convencerla, padre. Ella nos conoce mejor que nadie y sabe que ninguno de los tres vino a hablar con ella. Por fortuna, él sabe un poco de mí. — Ni yo te creo padre. — continua su segundo hijo— Desde pequeño nos ocultaste que hiciste con su familia, pero ahora que sabemos ello y lo capaz e inhumano que eres para acabar con tu propia sangre, no hay motivos de que alguno de nosotros se acerque a ti. Camino lentamente mientras me guio por su voz. Por una esquina observo como mi presa esta alerta. Así que me ocultó un poco más y preparo mi flecha. Quisiera decir que no soy dramática y los mataré de un solo tiro. Pero ellos han jugado y experimentado conmigo como si fuera un animal, así que como eso los voy a capturar. Solo que los animales son inocentes y lindo, y ellos son malignos y tóxicos. Así que, como tal, la comparación aunque es apropiada para lo que estoy haciendo, no es muy justa para los pobres animales. Preparo mi flecha y apunto a su hombro izquierdo. Suspiro profundo y suelo la misma. El quejido no se hace esperar. — ¡Maldita sea Zoe ¿Cómo pudiste dispararme cuando vine a salvarte de ellos dos? — se queja. Me causa gracia su reclamo, pero no me río, ya que ello desataría mi ubicación. No voy detrás de él a matarlo, mi plan no es ese, es por ello que me marcho en busca de mis otras dos presas. Espero que hablen y finalmente después de unos minutos, habla el mayor de los tres. — Realmente vine a hablar contigo, Zoe. — dice mientras se levanta de su puesto con las manos alzadas — Por eso me muestro ante ti con la intención de que no me mates y hablemos frente a frente. Dejo el arco en el suelo y le escribo a Ethan para que este al tanto de todo. “Yo iré por él y tú encargarte del otro que falta. Solo confírmame que esta desarmado” En las películas de terror, si uno se separa tiene la muerte segura. Pero en este juego, solo la muerte de ellos está más que estipulada, por lo que no me resultó atemorizante encargarme de ellos y dejar que Ethan y los demás no se metieran en esto. Sin embargo, ellos son dos y yo soy solo una. Conozco cuan traicioneros son, así que no puedo confiar en su supuesta rendición. Solo puedo fingir que realmente les creo. — Esta bien, me levantaré sin mi arco y hablaremos frente a frente. — comento mientras tomo mi mini pistola. “Señora Clem, él no está desarmado. El grupo C me informa que él tiene un arma en su espalda baja". Entonces esto será como un enfrentamiento al antiguo oeste. Veremos que vaquero será más rápido y preciso. Porque de eso se tratan sus enfrentamientos. — De acuerdo, me convenciste, saldré. Poco a poco me levanto y coloco mis manos visibles para él. — Por fin nos vemos frente a frente sabiendo quién es cada uno y que hizo. — Yo lo sabia desde hace mucho, una lástima que no te dieras cuenta de ello mucho antes, qsi podrías comprender que somos familia. Que compartimos un fuerte lazo familiar — comento. Su odio es evidente. — ¡Un lazo familiar que jamás debía existir! — dice bajando rápidamente su mano a su espalda baja. Al igual que yo. La precisión y rapidez juega un papel importante en esto. Solo uno puede ganar y evidentemente debo ser yo. Tomo mi arma y le disparo, justo en medio de su pecho. Él toma su arma y me dispara también. Su sorpresa es evidente al ver como mi disparo perfora el chaleco antibalas que tiene. — Debiste saber que no utilizo balas comunes. — comento al ver como escupe sangre, mientras yo, aunque estoy adolorida por el impacto. Me encuentro bien. La presa restante aparece y me apunta. Pero antes de que intente matarme, los francotiradores le disparan en la espalda. — Hay muchos domadores en el mundo, pero yo soy el maldito engendro madre. Así que, el comprender que no son más que yo, ni volviendo a nacer, solo causó sus muertes. Por lo que no deben culparme por cumplir mi papel en este juego de sangre que solo demuestra el triunfo al derramar toda la sangre que he hecho derramar. >> Porque no es problema mío que todos hayan escogido este juego que hace tiempo creí que eran los juegos del destino que demostraba que solo debía sufrir en este mundo sola. Pero en el transcurso de estos meses comprendí que el destino no tiene nada que ver. Todo lo que pasó, fueron las consecuencias de las decisiones de cada uno y es ahora como todo esta claro aquí. Entre ustedes solo es posible obtener algo si se logra en medio de traiciones, derramamiento de sangre y sed de poder absoluto. Eso lo comprendí hace tiempo y es por ello que con gusto juego su último juego, los juegos de Sangre en el que todos derramaran sangre, menos yo. Ya cumplí mi deuda sangrienta, ahora solo faltan ustedes. Por fin las cosas están tomando el lugar que le corresponde. Por fin llegó el momento de paz y tranquilidad para mí. Por fin llegó el din de estos malditos juegos. Por fin estaré feliz y satisfecha.