Capítulo 5 - CUMPLEAÑOS DESASTROSO

545 Words
—Vamos. —No quiero, yo no soy de esos ambientes. —No te estoy diciendo que bebas, fumes o te acuestes con alguien, vamos a socializar nada más. "A socializar" dice, ya conozco como termina eso... Finalmente se va y yo me quedo esperando una llamada de casa, cosa que nunca sucede, me da rabia y me siento tan mal, que decido ir tras Andrew. Se sorprende al verme llegar. —¡Muchacho! No me decepcionas, bienvenido. Había mucha gente, por lo que pude apreciar, es una casa de una fraternidad, la cual se pasa obviamente las normas por el culo. El ver gente tan desinhibida me trastorna, a ciencia cierta, esta viene siendo mi primera fiesta solo... ¿Patético no? Sobra la bebida y la droga, aunque no todos consumen, es normal (aparentemente) verlos o borrachos o drogados. Una chica semidesnuda y muy linda se me acerca con un cigarro de marihuana en la mano, me lo ofrece, pero lo rechazo, la verdad, me incomoda más el hecho de ver sus senos con apenas una cinta en los pezones que su ofrecimiento. Me alejo un poco e intento analizar la perspectiva del asunto, un par de chicas besándose en una esquina, otra con un diminuto bikini bailando sobre una mesa, varias parejas yendo hacia las habitaciones, muchachos primíparos cumpliendo retos estúpidos... Una selva... Animales apareándose pensé, otros demostrando que son los machos Alpha de sus manadas y yo, horrorizado por todo lo que estoy presenciando, tal vez sueno mojigato, pero en verdad, nunca había visto algo medianamente parecido, si mi padre supiera lo que pasa aquí, vendría de inmediato a sacarme. —Muchacho, ven a integrarte, tengo aquí tu regalo de cumpleaños, —Me grita Andrew desde el segundo piso, acompañado de dos hermosas chicas, yo titubeo, pero finalmente voy. Entramos a una especie de altillo, con colchones en el piso, cojinería y muebles antiguos pero bonitos, él se acomoda con las chicas en un sillón, sirve cuatro tragos y me pasa uno... —Feliz cumpleaños muchacho, brindemos. —Sabes que no me gusta. —Solo uno, es para brindar. Lo recibí... Uno tras otro, tras otro... Quería vomitar, pero no me importaba, por primera vez en mi vida me siento libre y es la mejor sensación del mundo, me desinhibo por completo y me voy con una chica, seguimos bebiendo y... No recuerdo qué sucedió. Amanezco desnudo con dos hermosas chicas en una cama, ahora la sensación es otra, un dolor de cabeza desesperante y el guayabo moral y la vergüenza... Por otro lado, el miedo de no tener la certeza de que hice. —¡Buenos días dormilón! —Grita Andrew desde mi puerta —Nenas, gracias por sus servicios, pero ya no las requerimos —Dice mientras levanta las cobijas y las hace salir del cuarto, —Vamos muñequito, a bañarte no hay sea que tengas ladillas en el p**o. —¿Prostitutas? ¿Me trajiste con mujeres de la calle? —Tranquilo, tienen poco uso y son muy profesionales. Me lleno de rabia y le recrimino por lo sucedido. —Tu fuiste quien se pasó de tragos, no yo, tienes que aprender a controlarte niño. Me quedé sin palabras y con la angustia de la laguna mental que tengo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD