LOS HOMBRES TAMBIÉN LLORAN

Capítulo 4 - EL MARIHUANO

—¡Hierba! Estabas inundado de hierba.

—Niño, ¿en qué mundo vives? Es muy común, en la universidad mucha gente lo hace, ¿cómo crees que sobreviven a la presión?

—Eso es malo para el cuerpo.

—La grasa es peor y aun así la consumes.

—Olvídalo mejor.

—Con un buen porro lo olvidaré, —Suelta una carcajada al ver mi expresión de desagrado, —relájate muchacho, es por molestar; y, cambiando de tema, ¿pensaste lo que te dije?

—Si, la verdad si y no encuentro lógica en ese asunto. Es imposible hacer eso.

—No lo es, a mis padres le llega a su correo personal, todas mis notas de mi carrera de derecho.

—Pero para cambiar de carrera se necesita en mi caso la autorización de mi padre.

—Si, así es, pero yo la puedo hacer por él.

—¿Eso es un delito no?

—Lo es, pero de aquí a que se enteren ya te habrás graduado.

Resulta, que han hackeado el sistema de la universidad a igual que los correos de sus padres, varios lo han hecho, y a los correos de los decanos llegan las autorizaciones de los padres respecto al cambio de carreras, pero, a los de ellos, llegan las notas de lo que supuestamente están estudiando.

La verdad me da miedo meterme en eso.

—Bien, desperdicia tu vida en una carrera que no amas.

Decidí no arriesgarme, conociendo a mi padre, sé que en cualquier momento aparecerá por aquí para "visitarme" y no quiero imaginar lo que sucedería si mágicamente yo resultara en otra facultad.

Ahora debo ponerme pilas y dar lo mejor de mí.

Paso las noches estudiando y leyendo, quiero dar las mejores notas para no molestar a mi padre, por otro lado, jamás he visto a Andrew si quiera tomar un libro, solo le veo tocando instrumentos y escribiendo, ahí es cuando más fuma hierba, al principio me molestaba mucho y discutíamos por ello, bueno, yo discutía, porque el respondía con unas retahílas de nunca acabar que no llevaban a ningún lado, era como hablar con Cantinflas, en fin... ya me acostumbré y prefiero no molestarle.

El tiempo pasa tan rápido cuando estás ocupado... No sé en qué momento pasó tanto tiempo, ya llevo 4 meses aquí y en 2 semanas cumplo 17, pero, no tengo con quien celebrar, no tengo amigos aquí, el único que me habla es Andrew, los de mi facultad se creen dioses y me miran como a la basura.

Tal vez reciba llamada de mi madre o mis hermanas.

Salí de un exámen difícil, demasiado y obtuve la mejor nota, entre algunos compañeros, logré escuchar cosas como: "hizo trampa", "seguro se drogó para el exámen, con ese compañero de cuarto que tiene no es raro" "el cocalero tiene la mejor nota, seguro amenazaron de muerte al profesor" y más... Siempre me han estigmatizado por ser de donde soy, solo me hablan para preguntarme por droga, mulas y prostitutas...

Amo mi país, pero odio a toda esa gente que sigue fortaleciendo esa cultura del narcotráfico, a los que hacen telenovelas con esa temática, a los mandatarios corruptos como mi padre que dicen luchar contra las drogas y por debajo de cuerda la producen, la venden y hasta la usan.

Ya no hago caso a sus burlas, he aprendido, que no necesito amigos para cumplir mis sueños y entre menos gente sepa mis planes mejor.

Ahora, con mayor razón me odian, soy el mejor de mi clase.

—Congratulations Andrade, you are very talented, do not pay attention to those comments of your classmates, as academically they cannot surpass you, they need to use insults of a personal nature, do not pay attention to them and continue like this.

—Thank you teacher, I'll do it that way.

Ahora que me acostumbré al ritmo, las clases se me han facilitado y veo que esta carrera la puedo sacar adelante sin problemas; tengo algunos ratos libres así que buscaré inscribirse en algún taller extra curricular.

Los mejores momentos que paso aquí, definitivamente son en el dormitorio, Andrew me hace reír mucho con sus ocurrencias y aunque tenga su vicio, es un gran ser humano, es curioso como la vida te pone las personas que menos imaginas en lugares como estos... Si mi padre supiera la clase de compañero de cuarto que tengo, vendría de inmediato por mí.

Andrew se ha convertido en el hermano mayor que nunca tuve, a sus 19 años, ha vivido gran cantidad de situaciones, dice él, que varias por terquedad otras por rebeldía, pero que de todas ha aprendido algo. Según me cuenta, sus padres adoptivos le han dado todo económicamente hablando, pero le ha faltado afecto y comprensión, prácticamente ha crecido solo y aprendido la crueldad de la vida en las calles. Sé que es mujeriego y promiscuo, pero se cuida bien de sus "vueltas" como él les dice a los romances fugaces que sostiene.

Poco me importa su comportamiento, en este tiempo he llegado a tomarle aprecio y con él he podido hablar temas de hombres como jamás podría hacerlo con mi padre.