Peter salió de la oficina con la idea de que ese acercamiento quizá ayudaría por fin a salir a su familia de una tristeza instalada por cinco largos años, la ayudaría a ella y a todos a superar de cierta forma lo que ocurrió con Henry una herida que por malos entendidos seguía abierta. Y trató, muchas veces hizo el intento de aclarar las cosas, pero nadie le creyó todos adjudicaron su cariño por Julia como ciego y ciegos estaban todos. Era muy joven e iluso, todo pasó tan rápido y tan escandalosamente mal que no encontró la forma de ayudarla. Si aquella era la opotunidad de hacer algo para que dejaran ese sentimiento de odio hacia su querida amiga idearía una forma de que él conociera a la maravillosa persona que se ocultaba detrás de trajes elegantes y de un luto que solo dejaba ver lo triste de su alma, dejaría que él supiera que la realidad era otra por ella misma, que se enterara de una vez que ellos se amaban de verdad y fueron los rumores quienes destruyeron sus corazones.
Dentro de la oficina Johnson no le quito los ojos de encima. Conocía esa mirada desde hacia demasiados años incluso cuando aun era un niño. Habia sido el socio de su padre y su mano derecha, lo habia guiado en ese mundo que ahora lideraba y había sido testigo del vacío doloroso que guardaba no solo él, sino tambíen su hermana llenándolos con el tiempo de un odio inmenso. Aun así no estaba de acuerdo con lo que iba a hacer. Johnson era como un hermano mayor para él, pero esta vez no dejaría que se interpusiera.
- ¿Que pretendes con esa muchacha Damien?
- Conquistarla. Hacer todo lo posible para que se enamore de mi
- ¿Por que? - preguntó con enfado
- Porque quiero
- Esa no es una respuesta inteligente, no estas pensando bien las cosas
- Entonces déjame hacer lo que siento por primera vez - dijo en voz baja y decidida
- Saldrán todos perjudicados de esto incluso peor que antes - mencionó antes de levantarse y tomar los papeles del escritorio – Piensa bien, ella no es culpable de nada
- Jugaré bajo su mismo método Johnson y pretendo hacerle entender la lección, finalmente le haré participe de la desgracia que ocaciono en mi familia lo que le reste de vida.
- ¿Cual lección? – suspiró tocándose con cansancio el puente de la nariz – espero que ella sea mas sensata que tu y aprendas también algo, de lo contrario no valdrá de nada lo que intentas. Déjala en paz y así ganaras algo con esto.
- Siempre gano Johnson – lo observo negar con la cabeza y salir para dejarlo solo
Se levantó caminando al ventanal y con una mano se apoyó del marco mientras que la otra la apretó en puño con frustración, estaba luchando con sí mismo con las emosiones y sentimientos que quemaban como si el tiempo no hubiese pasado. En el fondo no era de los que odiaba o tomaba venganza de algo, pero habían sido muchos años de dolor. Detestaba ver como su hermana se perdía en recuerdos y no sonreía mas aferrandose a un pasado en el que él existía, adorandolo como si algun día fuera a regresar. Le dolía ver como un ser tan lleno de luz y alegría se oscureció para siempre, alguien debía pagar por ese sufrimiento. Julianna Stanton se los debía quizá solo por el simple hecho de cómo terminaron las cosas, que fácil fue la salida de aquella chica viviendo plenamente fuera del desastre y regresando como toda una dama empoderada y heredera. Y como si fuera poco pone en manos del banco de los Valmont una cuantiosa fortuna y su mas grande cuenta. Ella estaba desafiándolos. Cerro los ojos y dió un largo suspiro aquello apenas comenzaba.
Tenia que hablar con ella. Saber como estaba la situación desde su punto de vista y era lo único que haría. Aun no estaba convencido de que era lo correcto, pero ya habían sufrido por mucho tiempo, podría ser una forma de enmendar un poco tantas falsedades. Trina lo recibió como siempre con una gran sonrisa y Julia... apenas le sonrió. ¿Que había sido de aquella chica que no paraba de reír?, el alma libre que iluminaba por donde fuera con una personalidad chispeante y llena de vida. En su lugar quedo esta mujer rota. Su mirada era distinta delataba su tristeza, su soledad y tambien la capa dura de desconfianza que usaba como armadura. Sí, habían sido muchos años, ya era hora que empezaran a cambiar las cosas. Con ella lejos solo avivó y alargó ese proceso, pero ahora su tío había dado el primer paso y él pondría en marcha una excusa.
- Espero que no tengan planes este domingo – dijo en tono alegre – pretendo llevármelas fuera de esta locura a la que llamamos Sociedad Londinense
- ¿¡Ah si!? ¿Y a donde se supone que va a llevarnos señor Adams? – pregunto Trina coqueta
- Es un secreto en las afueras de la ciudad, ustedes solo tienen que decir que si
- Por que no se escapan ustedes solos y luego me cuentan - menciono Julia sin un atisbo de ánimo
- Peter la miró entrecerrando los ojos - Porque no es lo mismo. Además no iremos solo nosotros, un.. un amigo nos acompaña
- ¡Ah muy bonito Peter!. ¿Te uniste a Trina para buscarme un compañero?. ¿Han hablado con ellos?
- ¡Claro que no!. A él ya lo conoces, Lucas esta muy interesado en conocerte ha escuchado hablar infinidades de veces de ti y sé de buena fuente que ha tratado de persuadirte, me lo dijo
- Lucas el misterioso. Y dime ¿ese Lucas tiene apellido?. ¿Es mienbro de tu prestigiosa familia?
- Es... si...- sonrió con incomodidad – ¡lo tiene, claro!
- ¿Y cual es entonces cariño?. Me dijiste que no conocías de nada a ningún Lucas – Trina lo miraba con las cejas arqueadas.
- Nada peor que estar atrapado entre dos mujeres y tratar de ocultar información, pensó – Es que no lo recordaba por su nombre no suelo llamarlo así, pero si trabaja allí y es un importante ejecutivo
- Lo importante me sobra Peter, ¿quien es? – pregunto Julia con dureza
- Es un familiar que pasó un tiempo lejos y lleva unos años entre nosotros
- ¿Lucas que? – preguntaba insistente Trina
- Lucas... Williams.... y ya no me pregunten más podrán conocerlo este Domingo – Miro a Julia – Di que sí, Julianna por favor él no es tan malo ni tan extraño y podrás aclararle en persona si no quieres que te envié mas flores ni notas
- Se quedo pensativa por unos segundos mirando a Peter – iré y solo porque ese hombre tiene que ser descifrable y por supuesto que le dejare claro que no me interesan sus intenciones, cualquiera de ellas
- Solo... - dejo escapar el aire – lo que puedo decirte de él es que no es dado a las mentiras, aunque suele ser muy hábil con las palabras
- Eso ya lo sé Peter, pero me parece que sus intenciones van mas allá de las que demuestra, no crean que le será fácil tomarme por una idiota – se levanto de su asiento y se acerco a él para despedirse y dejarlos solos – Nos veremos el domingo – beso su mejilla y se dirigió a su habitación con un paso lento.
- No le quito la vista de encima hasta que se perdió en el segundo piso de la mansión, parecía que llevará a cuestas un peso enorme – Temo mucho el resultado de esto, solo puedo confiar en que saldrá bien
- ¿Por que temes? Acaso él es una mala persona o....
- Trina lo conoces – la guió a el sofá grande y suspiró – Es mi Tío Demian, esta tratando de conocerla, de saber quien es por su cuenta o al menos eso me dijo
- ¿¡Como!? – dijo entre sorprendida e indignada – No Peter. ¿Por que te prestaste para esto?, de ninguna manera voy a permitir que..
- Yo tampoco, pero se lo pregunté. Ella no lo conoció nunca, tampoco él a ella aunque la diferencia es que Julia aun cree que es un anciano como nos hicieron pensar. Si supiera de quien se trata ahora no aceptaría por nada del mundo, sabes como han sufrido por lo que pasó y sabes tan bien como yo lo que piensan. Esto debe ser liberador para ambos nuestras familias tienen una profunda brecha, los rumores no sólo destruyen a las personas Trina también a familias. Hizo que ellos la repudiaran, creó todo un caos – dejo escapar el aire con resignación por segunda vez - no es mala idea que se conozcan, quizá si logran limar asperezas se erminen las habladurias y el odio.
- ¿Pero por que mintiéndole?
- No le mintió, es Lucas... Demian Lucas Valmont el famoso tío. Solo le omitió un par de nombres y su origen
- ¡Tú le mentiste! – se cruzo de brazos con enojo
- Si, yo... no sabia que decirle no soy tan creativo como él, solo dales una oportunidad. No intervengamos en esto Trina dejemos que sean ellos quienes decidan como proseguir, mi tío no es un mal hombre
- Suspiró audiblemente poniendo los ojos en blanco - tal vez tengas razón, estoy cansada de ver a esta versión de Julia deprimente quiero a mi amiga de vuelta. Los dos primeros años costó mucho hacer que sonriera y estos últimos se recluyo en el campo, estaba comenzando a vivir cuando el señor Callahan murió. Se olvido de quien fue y ahora que ha vuelto todo le recuerda a mal
- Precisamente por eso Cariño, ¡lo harás! ¿No le dirás nada cierto?
- ¡Esta bien! mi boca estará sellada, pero si se le ocurre lastimarla con cosas del pasado... o reprocharle y convertir esto en un nuevo escándalo
- No se cual es su verdadera intención, pero confío en él. No les conviene volver a caer en las bocas de todos y no creo que lo quieran
- Yo no sé si confiarme.. tu tío es muy simpático, pero también es sagaz y Julia está a la defensiva. Me da miedo... espero que sea solo una conversación normal
- Igual yo
Durante el trayecto que la alejaba de la ciudad se sentía mejor. Se miro las manos de una dama con anillos y pulceras añorando de pronto el trabajo de la granja. La mansión se levantaba rodeada por un verde maravilloso y quedó impresionada de la enormidad de la propiedad, detrás de ella debían haber colinas con jardines igual de imponentes que la entusiasmaron en seguida. Tenía un día para conocerlos y no perdería el tiempo, así que inmediatamente dejo que Peter y Trina entraran a la casa desviándose por el jardín lateral. Necesitaba caminar en libertad y el lugar era fantástico, tanto que la hizo sonreír y no estaba tan alejado de la ciudad. Agradeció las pocas horas que la alejaran de Londres mientras acariciaba cada hoja, cada flor y cada rama que alcanzaba a su paso hasta que se topó a la distancia con una colina.
- Podrá ser quien es señor Valmont, pero no se equivoque
- ¿Es una amenaza Señorita Benett? – sonrío – por favor llámame Lucas – besó su mano con delicadeza – rara vez me equivoco. Solo estoy pidiendo tiempo, ¿es posible?
- ¡Ya sabe que si! No le he mencionado nada - le pareció que el hombre tenía su mérito era demasiado guapo y galante, ademas mirarlo de cerca como pocas veces habia tenido oportunidad le confirmó que Julia tenia razón era cercano a un Adonis.
- No se preocupe Trina han pasado suficientes años. ¿No le parece? el que no debe nada, nada teme
- Se quedó sin palabras por un instante – ella fue a dar un paseo por los jardines añora el campo
- Gracias
Había una piedra plana enorme en la cima de esa colina, antes debía escalar más piedras. Miró a su alrededor y sonrío. Sin pensarlo demasiado se deshizo de sus zapatos, las medias, sus guantes y su sombrero colocándolos en el suelo. También se quitó las perlas pesadas de sus muñecas y su cuello, entonces se enrolló el vestido n***o con un nudo entre sus muslos de la forma menos elegante posible sin y al fin poco a poco escaló las piedras pequeñas llegando a la enorme y plana. Había sido un reto personal que la sumergió en su propio mundo justo la clase de cosas que solìa hacer hacìa tanto tiempo. Dio saltos sobre ella sin miedo y giro con los brazos abiertos disfrutando del sol y respirando el aire puro. Ese pequeño acto la hizo sentir viva del otro lado había un pequeño riachuelo era aún temprano por la mañana y el sol quedaba a su espalda junto a un sendero que no estaba segura a donde daba, finalmente se recostó en ella dando un largo y hondo suspiro.
No supo cuánto tiempo pasó o si se había quedado dormida. Se sentó rodeando sus piernas y por primera vez en todas esas semanas se sintió libre, se desordenó el cabello que cuidadosamente Silvia había peinado por la mañana riendo como una tonta, quizá por la situación, tal vez por no llorar o porque quería escucharse reír cuando de pronto se quedó mirando un punto fijo
- Te llevaré lo prometo. Es una propiedad hermosa y no está tan lejos, estoy seguro, completamente seguro que te gustara preciosa
- ¿Y como es que estás tan seguro? – lo tomo de la mano balanceándola
- Porque te conozco bien te gustan las colinas, las rocas y los riachuelos que serpentean hasta perderse en la maleza – detuvo sus pasos y la miro a los ojos – te gustan los árboles y los animalitos – toco su pequeña nariz haciendo que sonriera
- Y me gustas tú – la miro con una sonrisa tierna – y si tú estás conmigo me gustará más
- Estaré contigo, siempre lo estaré
Las palabras parecían reale, parecía escucharlas en su oído constantemente, pero fueron dichas hace mucho, tanto que el recuerdo en su mente se hacía borroso. Cada vez le dolía menos y lo sentía más como si perteneciera a otra vida
- No entiendo como existiendo este sendero una dama decide escalar unas rocas y desvestirse en el proceso
Él estaba apoyado en un árbol hacia el sendero con un suéter manga larga color crema, debajo se podía ver su camisa azul y corbata, pantalones de vestir marrones y un sombrero beige de ala corta elegante y apuesto. Se levanto de la piedra y desató su vestido lo mas rápido que pudo
– No sabía que existía, discúlpeme señor Lucas - Repuso apenada y sonrojada por el espectáculo que debia ser en ese momento
- Se acercó a ella hacía el borde de la piedra – tampoco entiendo sus disculpas, aunque no sé qué pensar. No irá a bajar por las piedras, es peligroso
- No, yo no lo pensé... solo quise subir y... – miro hacia abajo donde estaban sus cosas y con una mueca cerró los ojos – ¿como sabia que estaba aquí?
- La vi a lo lejos. Me dijeron que daría un paseo, pero nunca imagine que sería tan lejos y que escalara – le sonrió con cierta ternura
- Estoy bien, si me dice como rodear el sendero para ir por mis cosas lo haré sin problemas – dijo con orgullo evitando la vergüenza
- Chasqueo la lengua y se acercó mucho más a ella – venga, la llevare
- ¿¡Que!? - Se apartó de él - ni se le ocurra, no va a llevarme en brazos puedo caminar descalza en la tierra y en la grama
- ¿Prefiere eso? – preguntó con asombro
- Lo prefiero y por favor dígame cómo llegar sin tocarme
- O mejor, la acompañaré
- No perdía la sonrisa estaba segura de estar espantosa, ruborizada, despeinada, con el vestido arrugado y descalza – usted siempre me encuentra en desventaja señor Williams – y enfatizó la última palabra
- Se irguió – ¿¡como dice!?
- ¿Es su apellido no? Peter me lo dijo – frunció en ceño
- Peter es bastante hablador podría haber esperado y preguntarme por ejemplo.
Rió y su risa era contagiosa, era sincera. Era sin dudas varonil, entonces dejo de reír mirándola fijamente a los ojos no se podia negar que aun estando hecha practicamente un desastre fuera tan bonita. El momento pasó tan rápido como llego, le indicó el sendero y caminó despacio casi de puntillas por la tierra y la grama para no herirse, él estaba a su lado
- ¿Puedo preguntar a qué se debe que me haya enviado flores todos los días?. Me intriga el hecho de que todosfueran tulipanes, cada día de un color diferente. Sé que con ellos intenta decirme algo, pero no logro entender que
- Es una flor que la representa bien, bella y con muchos matices. Raramente se deja ver a plenitud, parece esconderse siempre escudándose del mundo - la miro de reojo - ¡hablo de la flor claro!
Ella le devolvió la mirada enigmática y a pocos metros del camino estaba el riachuelo. Se desvió y camino hasta él, recogió el vestido en una mano metió primero un pie y luego el otro. Estaba fría, pero agradecía poder sentir el agua del río correr entre sus pies. No lo miró, podía seguir si le apetecía, ella se quedaría a remojar sus pies. Tomó un poco con su mano y lo paso por su cabello y por su rostro lavando por completo el maquillaje oscuro y para controlar un poco el revoltijo de rizos cortos que llegaban sin ondas hasta su cuello, él estaba de pie mirándola como siempre sin decir ni una palabra o tener intensiones de ello. Salió del riachuelo y se sentó en la grama espesa a un lado del camino dejando que el sol secara un poco su piel humedecida, él se sentó a su lado mirando y escuchando solo el rumor del río al pasar por las piedras, en un par de minutos ella rompió el silencio nuevamente
- ¿Que pretende realmente Lucas?. No tengo tiempo ni intenciones de jugar al gato y el ratón con nadie
- ¿Con respecto a que?. No me parece estar jugando, he sido directo
- ¿Que es lo que quiere de mí? – se giró para mirarlo apoyando la mejilla en sus rodillas
Le miro de cerca, sin todas esas prendas y sin maquillaje era aún más hermosa. Divisó las pequeñas pecas en su rostro y sus increíbles ojos verdes. Parecía una muñeca dulce y frágil muy a pesar de su carácter desafiante. Se repitió a sí mismo la pregunta un par de veces antes de contestarle
– Conocerla
- ¿Por qué le interesa conocerme? no tengo claro el motivo – observó como él apoyaba una mano en la grama y se inclinaba hacia ella
- ¿Por que no ha de interesarme Julia? Por qué no lo haría por una hermosa dama que bebe sin miedo o decoro un vaso entero de whisky o camina sola por Hyde Park y se convierte en una niña con un helado entre sus manos. Explíqueme simplemente por que no debería interesarme una mujer que camina descalza por el prado y escala rocas, ¿podría responderme?
- Yo... – se cubrió el rostro encendido con sus manos – es vergonzoso
- Suavemente tomó su mano y la separó de su cara para disfrutar de su dulce sonrojo – es totalmente un encanto señorita
- Se separó de él moviéndose hacia un lado y su mirádaa se endureció – mejor deje de adularme y seamos honestos
- Soy totalmente honesto. Créame no le he mentido, pero me parece injusto que sea solo yo quien deba responder preguntas
- ¿Que quiere preguntarme? Vaya al grano.
- ¿Todos estos años y ningún hombre ha logrado enamorarla?
- Desvío la mirada al río – pasé años en la casa del campo cuidando de mi abuelo no me interesaba el amor
- ¿Y ahora sí?
- No, no tengo interés en enamorarme
- ¿Nunca se ha enamorado señorita Stanton? – y su pregunta sonó inquietante, se dio cuenta que era a donde quería llegar
- Sí, estuve muy enamorada una vez y fue suficiente
- ¿Y que pasó con él? ¿No la amaba?
- Frunció en ceño, no se olvidaba de que era de cualquier forma uno de ellos - No logramos casarnos
Su respuesta lo lleno de rabia y un sabor amargo se instalo en su boca. Pensaba en el Duque de Portland, jamás amó a Henry. Por un momento creyòque ella era un ángel lo había distraído su naturalidad, pero estaba todo claro. Por sus ojos cruzó la sombra de la veracidad de todos los rumores con tres palabras
- ¿Por que hablamos de enamorarse? eso no viene al caso
- Claro que viene al caso princesa yo quiero medir mis oportunidades – la miro con una sonrisa irónica y ella frunció el ceño
- No tiene ninguna señor, eso se lo aseguro
- ¿Por que asegura cosas antes de tiempo princesa?
Ella se levanto de golpe sacudiendo las hojas y caminó al sendero para dejarlo atrás con tal descortesía, antes de seguir se detuvo y lo miro con enfado
- No me llame princesa, no lo soy y tampoco crea que no me doy cuenta de que intenta seducirme con palabritas. No sé que busca ni que pretende, pero deje de tratarme como una tonta de risitas entre dientes y bamboleo de pestañas, si quiere ser por lo menos mi amigo demuéstreme su verdadera cara.. Lucas y no me envíe mas flores
Hizo todo el camino enfadada mientras él la seguía de cerca pensando en sus palabras. También estaba molesto hasta ese momento nada había funcionado. Y tampoco tuvo que indicarle el camino de vuelta a la roca desde cierto punto ella lo dedujo sola, llegó hasta sus cosas y puso rumbo a la villa pasando por su lado sin mirarlo. Cuando entro hecha un desastre Trina se llevó ambas manos a los labios con sorpresa y Peter sonrió
- ¿Pero que te pasó?
- Escaló a la gran roca del arroyo – contestó Lucas detrás de ella
- Se encogió de hombros – lo único que puedo decir en mi defensa es que no pensé en que debía volver a bajar y no conocía el sendero
- Rió a carcajadas y ella lo acompañó con una risa moderada – por lo menos no fue un árbol, ¿recuerdas aquella vez que escalaste aquel árbol para buscar un balon a un niño y tu vestido se rompió hasta tu cintura? Henry tuvo que quitarse la chaqueta para cubrirte, no hay día que no recuerde eso y no estalle en risas
- Lo recuerdo bien. La hermana de Sid me presto uno de sus vestidos, pero me quedaba como un saco. Estaba avergonzada, Henry solo se reía cada que me miraba y me decía "Preciosa no te enojes. No te ves tan mal" – rió con Peter y Trina por el recuerdo, pero Lucas estaba muy serio las risas terminaron en un instante. Se disculpó y Trina la llevó directo a la habitación no sin antes girarse hacia Peter – vine preparada para montar a caballo hay prados bellísimos aquí
- Podemos ir todos...
- ¡No! Nada de caballos para mí - dijo Trina – se me resecará la piel con el sol y el viento
- ¿Entonces podrías acompañarla.. Lucas?
- Antes de que él dijera algo contestó. Sabía que estaba molesto por haberle hablado como lo hizo y prácticamente haber rechazado sus pretenciones. Había hecho el trayecto de vuelta callado y distante – no te preocupes Peter puedo perfectamente ir sola, por que no planeas un paseo con Trina por los jardines y pides que me ensillen un caballo por favor. Bajare en seguida
- No he dicho que no la acompañaré Julia
- Tampoco he dicho que haga falta – se giró y siguió a Trina hasta su habitación asignada
- Cuando se perdió de vista quedando solo con Peter al fin pudo descargar su molestia – ¡Demonios! – se dejó caer en la silla
- ¿Su conversación no estuvo bien? – preguntó Peter preocupado
- ¡Maldición no! Ya ves como se pone difícil no deja que me acerque, he intentado ser amable y me tacha de seductor de segunda. Para colmo habla de su único amor y no es otro que Portland
- ¿Ella dijo que amaba a Froy? – preguntó con extrañeza
- No dijo exactamente esas palabras, pero lo dio a entender Peter – apoyo los codos sobre las rodillas y enterró sus dedos en su cabello – no quiere que le diga princesa, ni que me acerqué demasiado, "si quiere ser al menos mi amigo, debe de mostrarme su verdadera cara" – mencionó casi imitando su tono de voz
- No te cierres ella tiene razón y si logró ver cuánto finges.... ¿por que no simplemente bajas la guardia y demuestras quién eres? ella es así como la ves, hacía mucho que no la veía sonreír de verdad. Así es su verdadera cara un espíritu libre descalza y despeinada, sin maquillaje ni joyas, así la conocimos y es su manera natural a pesar de provenir de una familia como la suya. Demuéstrale la tuya y quizá confíe lo suficientemente en ti como para mantener una conversación sensata
- Haré que ensillen un par de caballos, aún no he perdido.
- No es un juego tío
- No, no lo es. Se ha convertido en algo personal descubrire toda la verdad, haré que me lo diga