Al siguiente día nos fuimos con Beti a los juzgados, a recoger los citatorios, ya cuando se los dieron junto con una patrulla y dos policías nos fuimos rumbo a la casa de Beti, las tres íbamos nerviosas, yo iba a conocer a la mamá de Beti, quería ver el rostro de una madre que no le interesa su hija, de una madre sin sentimientos. En eso iba yo pensando, cuando llegamos era una colonia buena, la casa estaba entre otras muy bonitas, pero la casa de Beti se veía un poco descuidada, había una pequeña reja, la casa no era muy grande después de la reja había que atravesar un pequeño jardín y en seguida estaba la puerta. Entramos, Beti toco la puerta, cuando abrió una señora que Beti se le quedo viendo y por la forma en que la veía se notaba que no era su mamá, así que ella dijo:
—Se encuentra
