Pasaron los días y las semanas, mi embarazo iba muy bien, decía el medico también decía si quería saber el sexo del bebe, pero yo le dije que no, el abuelo conforme pasaba el tiempo él se veía más enfermo, entonces un día que estábamos solos él me dijo: —Reneé mi salud no es muy buena, creo que me está afectando, ahora todos los descuidos y malos tratos de la que se decía mi familia, pero quiero decirte que en este tiempo que he pasado con ustedes vale por todo el tiempo de sufrimiento, ustedes me han dado todo atención cariño, felicidad y alegría, mucha alegría, gracias a ti a tu tía que sin ser nada de ella se ha preocupado por mí, como una hija, cuando estoy en el hospital ella no se separa de mi hasta que llegamos a la casa, es la hija que siempre quise tener y Beti, Beti me ve como