Eran esos malditos ojos verde jade de cachorro que poseía el omega.
Jagger simplemente no tenía otra explicación para la extraña opresión que sintió en su pecho cuando, en esos increíbles ojos de cachorro, percibió el dolor y la tristeza siendo reflejadas tan claramente, que los brazos del alfa se tensaron y tuvo que contenerse a sí mismo por no tirar al chico entre ellos y abrazarle con fuerza hasta calmar aquellas emociones.
En un principio, mientras esperaban, había sentido algo de molestia al observar que Spencer estaba volviendo con aquel estúpido alfa que le había estado molestando en el club.
Tuvo que suprimir su primer instinto de acercarse e interrumpir entre ellos, apartando a aquel molesto imbécil del omega, en especial cuando le observó rodear cómodamente su brazo sobre sus
