Las vacaciones para Alessandro y Chiara no hacían más que mejorar. Ambos la estaban pasando increíble en el resort. La muerte de Germán quedó como un ataque por robo y Chiara no se sintió mal por él. Ella se lo advirtió y le salvó la vida en más de una ocasión y él insistió en querer morir. El sexy cuerpo de su hombre la hizo sonreír tontamente. Ella ha intentado recuperar la memoria y no ha podido, eso la frustra demasiado y aunque Alessandro le dice que no se esfuerce, ella no puede evitarlo. —¿Seguirás viéndome de esa manda? Porque si la respuesta es positiva, permíteme huir —Chiara río. —No me voy a aprovechar de ti —Besó su mejilla—, pero, sí, te voy a pedir que vayamos a la piscina, hace un día hermoso. —¿No podemos quedarnos aquí encerrados? —Tiró de ella y empezó a besarla—,