Karina
Toda la noche me he pasado dando vueltas en cama, sin poder dormir debido a él ¿Cómo puede ser posible? Tener tan mala suerte, la primera vez que soy espontánea, que me fijo en un hombre y tiene que ser alguien que me complique la vida, debo de olvidarlo, no puedo ni siquiera pensar en él, no puedo ir a nuestra cita, eso sería alentarlo y no debo.
Lance
Me levanto de la cama, rápidamente me dispongo a tomar una ducha, luego de unos minutos salgo, reviso entre mis ropas y elijo un traje gris con una camisa celeste y una corbata que hace juego con ella, me apresuró porque no quiero llegar tarde a la cafetería así tomo mis llaves del departamento y del auto aunque me quedo un minuto analizando lo que debería hacer ¿Debería ir caminando? Estoy a unas pocas cuadras del lugar, eso es lo único bueno de vivir en pleno Central Park.
Minutos más tarde
Parezco un adolescente pensando en ella, voy ingresando al lugar mirando a todos lados ¿Estará por llegar? La verdad es que estoy muy ansioso, debo calmarme así me siento en una de las mesas vacías hasta que se acerca un camarero –Espero a alguien–– le dejo saber, en fin, ya llevo un buen rato aquí y no hay señales de que venga Karina, son las 8:30 a.m. no va a venir, me repito, p**o la cuenta y pido un café para llevar.
Martha
Miro la hora y decido preguntar por Lance a mi secretaria al ver que todavía no recibí los informes.
–Ana ¿Aún no ha llegado Lance?
–Creo que todavía no.
–Apenas llegué que pasé a mi oficina.
– ¿Algo más en que la puedo ayudar Martha?
– Sí Ana, dile a Karina que venga por favor, necesito darle unas indicaciones.
Karina
Ana me acaba de decir que Martha me está llamando así toco la puerta de la oficina.
–¿Se puede pasar?
–Pasa Karina, toma estos documentos lo revisé y se deben hacer ciertos ajustes, hay los indico.
–Ahora mismo los hago ¿Algo más necesitas?
–Espera un minuto falta algo– me pide.
En medio de mi espera tocan a la puerta de la oficina de Martha y es Lance.
–Pase– dice Martha.
–Buenos días madre ¿Me llamaste?
–Lance llegas tarde– le reclama Martha.
–Lo siento mamá, fui por un café y tarde demasiado– le afirma molesto viéndome.
–Karina acá está lo que buscaba, estos también deben revisarse– me dice Martha levando su mirada, tan solo asiento y me retiro de su oficina.
Más tarde
Karina
Regreso a mi puesto de trabajo encontrándome con algo en mi escritorio.
–¿Y esto? ¿Quién lo trajo? un café hay algo escrito.
–Espero haber atinado LM.
–Está equivocado, si cree que voy a caer en sus redes.
Lance
Voy caminando por los pasillos y la veo en su escritorio concentrada en sus tareas, me acerco donde está para pedir que me acompañe.
–Karina ¿Puedes venir un momento? Por favor– se levanta y me sigue hasta mi oficina.
–Karina cierra la puerta por favor.
Voy hacia mi escritorio levanto unos papeles y le digo.
–Me he fijado y faltan presupuestos los necesito urgentemente, otra cosa ¿Por qué lo hiciste? –la miro fijamente sin titubear.
–Lance no te entiendo ¿Qué quieres decir?
– ¡Es en serio! ¿Estás jugando conmigo? –le digo molesto.
–No sé a qué te refieres.
–Karina te estuve esperando en la cafetería, me dejaste plantado.
–Lance creo que fui muy clara contigo, no va a pasar nada entre nosotros.
–¿Tú crees eso? –le pregunto incrédulo.
–Eres un arrogante.
Acorto distancia y estamos frente a frente, sintiendo la respiración de cada uno, la miro fijamente.
–Karina tal vez lo sea, pero se cuándo le gusto a una mujer y yo te gusto.
–No tengo tiempo para tus juegos, permiso– me dice molesta y se retira.
–Karina ya lo veremos, vas hacer mía– repito en voz alta.