Lance
No puedo creer se me parte la cabeza, ya han sido varios días de fiesta en fiesta y sobre todo después de ayer, esas chicas parecían unas expertas tomando, no sé ni como llegue anoche, creo no voy a aguantar otro día así ¡No puede ser! Tengo cómo 30 llamadas perdidas de mi madre ¿Qué día es hoy? Es 2 de enero, debí haber ido a la oficina, debe estar furiosa hasta que escucho que vuelve a sonar el celular y es mi madre, entonces decido responder.
–Sí madre– es lo único que logro decir mientras escucho sus gritos.
–¡No puedo creer Lance! Por una vez te pido algo y no lo puedas cumplir, me prometiste qué harías las cosas diferentes, pero me equivoqué tu hermana tiene razón, eres un inmaduro– me afirma furiosa.
–Madre por favor deja de gritar, solo escúchame, mañana estoy sin falta en la oficina ¿Sí? –Le pido, solo escucho que cierra la llamada.
¡Diablos! Cómo me duele la cabeza, mejor me meto en cama a ver si se me pasa esta borrachera.
En la noche
Lance
Sin muchas ganas me levanto de la cama al escuchar que tocan el timbre, abro la puerta y es Phillip.
–Lance ¿Te sientes mejor? ¿Se te paso la borrachera? ¿Por qué no te cambias? y vamos en busca de chicas– pregunta con curiosidad.
–Phillip no lo creo, me llamo mi madre y estaba furiosa me dijo de todo, así que lo mejor será descansar y mañana ir a la oficina– le digo negándome a su propuesta.
–Lance tú te lo pierdes, íbamos a salir con unas chicas que son unas modelitos, ya no importa te dejo para que duermas– me dice Phillip desanimado.
–Lamento haberte arruinado los planes, será para otro día– me disculpo.
A la mañana siguiente
Lance
Estoy parado enfrente del ascensor del edificio de la empresa y mis dudas por saber si hago lo correcto me invaden, me aliento diciéndome que solo serán seis meses y después puedo hacer lo que quiera, volver a Francia que se convertido en mi hogar por así decirlo, en fin, observo como suben y bajan personas de los ascensores hasta que me decido e ingreso a uno vacío levantando mi mirada, cuando está por cerrarse la puerta del ascensor y veo a una chica apurada haciéndome señas para que detenga el ascensor, entonces aprieto el botón para detenerlo y ella ingresa dándome las gracias, lo único que atinó a decir es lo siguiente.
–Te he buscado toda la vida y por fin te encontré.
Ella me mira extrañada con una cara, como diciéndome acaso estás loco y luego niega con la cabeza para terminar sonriéndome, pero solo le digo
–Porque tú eres la mujer de mi vida.
–¿Realmente te funciona? – me pregunta con curiosidad.
–No lo sé, dímelo tú ¿Funciona? –le pregunto y solo sonríe.
No sé exactamente qué me pasó al verla, sentí una sensación extraña, nunca me había pasado esto, en medio de la confusión que tengo por el momento, el ascensor comienza a subir, bajando e ingresando personas, entonces decido iniciar la conversación con ella le pregunto –¿Trabajas acá? –pero no me responde, entonces cambio mi estrategia y le comento –Tengo un nuevo trabajo, es mi primer día– le explico esperando que diga algo.
–Espero que te vaya bien.
–Ya lo es porque te conocí– le aseguro, solo sonríe ante mi comentario.
–¿En qué piso te bajas? En el siguiente ¿No?
Para mí desgracia no me di cuenta que marqué un piso errado y me toca bajarme, me despido y le pregunto –¿Mañana te veré? –solo sonríe ante mí pregunta.
Parezco un tonto, es la primera vez que una mujer me ha hecho sentir así, jamás imagine esto que me ha pasado con ella ¿Qué me pasó? ¿Por qué le dije esas palabras? Definitivamente tengo que averiguar quién es.
Minutos después
Después de haber usado las escaleras llegue a mi piso y apenas ingrese a la empresa veo a Roger por los pasillos.
–Lance por fin llegaste, pensé que no vendrías.
–Roger aquí estoy– le digo aún con una cara de tonto.
–Lance, hey ¿Qué tienes? –me pregunta chasqueando los dedos.
–Roger, no tienes idea lo que me acaba de suceder, conocí a una chica, pero no cualquiera chica, ella es diferente.
–¡En serio Lance! Tú siempre conoces chicas– me dice sonriendo.
–Roger ella es diferente– le digo pensativo.
–Lance ¿Cómo lo sabes? –me dice él con curiosidad.
–Roger solo lo sé– le digo sonriendo como tonto.
Karina
No puedo creer lo que acaba de pasar con ese chico, es que ni siquiera sé cómo describirlo, fue tan diferente, además con esas palabras que me dijo, pero seguro fue para conquistarme como a tantas otras ¿Por qué me siento así con un completo desconocido? No voy a denegar que era muy guapo, irresistible, pero no sé si dejarme llevar cómo dicen las chicas, debería darme otra oportunidad, aunque seguro no lo vuelvo a ver más, así que deja de pensar tonterías y concéntrate en el trabajo me reclamo por dentro hasta que me saca de mi mundo la voz de Cristina.
–Karina disculpa ¿Me puedes ayudar con estos documentos? Sé que no es tú trabajo, pero no confío en nadie más para esto.
–Cristina no tienes que disculparte, eres la dueña de la empresa.
–Una de las dueñas, además me tienes que ayudar en algo más.
–Claro que sí, lo que quieras.
–Karina, cómo sabes mi hermano va a trabajar en la empresa y necesito de alguien, que le ayude con el funcionamiento de la misma, por eso te necesito.
–Pero, Cristina hay otras personas calificadas para eso– le aseguro.
–Karina lo sé, pero para serte sincera no quiero problemas con las secretarias, mi hermano es mujeriego y no puede ver una mujer sin querer algo ¿Me entiendes? Tú eres una chica centrada no como las otras.