–Esto es un desastre –expresó Sidney marcando de nuevo el número de Eloise, se llevó la otra mano al cabello y lo sujetó con fuerza, entró de nuevo a su habitación y tomó la primer camisa que tenía, debía dar con Eloise, debía explicarle, ¿qué le iba a explicar? No podía ni pensar en una buena excusa, echarle la culpa a Ana, esa era la mejor estrategia, esperaba que funcionará. –¿A dónde crees que vas? –lo detuvo Dalila. –Debo buscar a Eloise. –Lovecito, pero ella ya nos vio, ya lo sabe, podemos estar juntos –dijo Ana al acercarse a él. –Ana, no te metas en esto. –De nosotras no te vas a burlar –exclamó Dalila –. Corrompiste a mi hija y ahora debes responder por eso. –Es cierto, yo solo he estado contigo –aseguró Ana. Marta Norton se alarmó al escuchar eso, los Callaghan tenía