El señor y la señora Norton. Una parte de mí sentía asco por ir a la par de mi futuro ex esposo, pero al ver la reacción de los demás era satisfactorio, creo que muchos empleados no sabían que yo era la esposa de Sidney debido a que después de que nos casamos ya no regresé a la empresa y me quede en la casa, podría decir que fue Sidney quien me sugirió hacerlo, pero no fue así, yo me quede en casa porque se supone que tendríamos un bebé, algo que no se ha dado hasta ahora y algo por lo que la señora Norton nos reclama. Ahí estaba, justo lo que estaba esperando, el gesto de enojo de Ana, fue un instante porque luego lo cambió por una sonrisa, pero yo pude darme cuenta, sujete a Sidney con más fuerza del brazo y me acerqué a su cuerpo para mirarlo con una gran sonrisa. –Hola Ana –saludé