–Eloise, ¿qué haces aquí? –cuestionó –. Me vine cuando me dijeron que estabas en la empresa. –Quería darte una sorpresa –sonreí –. Sé que tienes mucho trabajo y has estado muy ocupado con la empresa, eso me hizo sentir culpable porque después de todo esto es mío, así que quise venir a ayudarte. También tenía que dejarle claro que yo podía venir si se me daba la gana, está empresa es mía. –Los empleados estaban felices de tener a alguien aquí, creo que uno de los dos aquí le hace bien a la empresa después de todo. Lo vi desconcertado y no tomó lugar en ningún lado, solo se quedó parado a media oficina viéndome de una forma extraña. –¿Y mamá? ¿Dónde está? –En casa –respondí –. Tiene una enfermera, otra persona llega a hacer el aseo y ya ves que sus amigos siempre llegan a verla,