Veinte minutos después ya íbamos de salida con Sidney a la casa de mi padre. –Hoy no llevas vestido –comentó Sidney. –Es algo incomodo –mencioné. –Sé que no te gustan mucho, ayer me pareció extraño verte en uno. –Si, es que estaba en la casa –justifiqué. Simon solo nos veía desde el espejo, pero no dijo una sola palabra, no estaba muy segura si él recordaba que yo salí con otra ropa y entre con el vestido, aún así podía usar mi excusa del salón. –Deberías de vestirte así más seguido, te ves mejor de esa forma. –Sí –murmuré. Al llegar a la casa mencionó lo mismo de siempre, debemos irnos temprano por su madre, este era el único lugar al que no podíamos traerla porque mi madrastra no lo permitía, recuerdo que una vez ella vino como invitada y mi madrastra prácticamente mencio