Los jóvenes en la azotea rápido repararon en que algo se había puesto peor de lo que ya era. Definitivamente Edith había sido descubierta por lo que sea que fuera aquello que les había dado la noche más aterradora y sangrienta de su existencia.
—¿Qué está pasando? Edith —inquirió Arlett de inmediato, alzando la voz hacia la joven de corto cabello ensangrentado.
Ésta no respondió puesto que ya era muy tarde para hacerlo, algo invisible pareció empujarla hacia afuera y luego halarla con demasiada brusquedad hacia el interior del edificio. El cuerpo de Edith hizo añicos el cristal de la ventana al pasar al interior en medio de gritos de terror, podría jurarse que su garganta también estaba sangrando por el esfuerzo, la soga quedó sin nadie, balanceándose de un lado a
