—Debemos buscar algún sótano —articuló Félix después de más de media hora de silencio grupal. —¿Qué? —preguntó Edmund de inmediato—. ¿Por qué lo dices? Arlett y Rachel también querían saberlo, así que fijaron sus miradas en los ojos del joven frente a ellos. —Un sótano es lo único que no hemos visto en éste lugar —respondió con la voz agitada a pesar de haberse mantenido mucho tiempo inmóvil—. Ya hemos recorrido casi todas las habitaciones y fuimos hasta la azotea. Estuvimos en el primer piso e intentamos salir fuera del edificio —pausó—. Nada de esto funcionó. Y por lo visto necesitamos fuerza, mucha fuerza física, rapidez y un duro esfuerzo mental para poder descubrir dónde se encuentra la base. —¿No crees que sea algo demasiado arriesgado? —preguntó Rachel, intentando