Momento actual. Una vez horrorizados con el cadáver, hicieron caso de la voz que les hablaba desde alguna parte. Todos cruzaron miradas al instante, vieron hacia la puerta pero rápido concluyeron que sería algo estúpido, tenían que buscar alguna otra salida. —Cuarentainueve… cuarentaiocho… cuarentaisiete… —se escuchó la voz de aquella cosa extraña emanar de algún sitio. —¡Vamos! —exclamó Arlett en casi un susurro—. ¡Por aquí! Corrieron todos nuevamente hacia atrás, pero por otro de los viejos pasillos, las linternas alumbraban por segundos los retazos de algunas cortinas pegadas a la pared, posiblemente aquel edificio tenía muchos años de antigüedad y eso era parte del diseño de la época. Y aunque varios de ellos sentía c