Mí reflejo

Capítulo; 8 Amenazas.

Hoy por fin es viernes, último día de la semana, último día que nos privan de nuestra libertad, se que soy una dramática, pero no sé si se los dije, pero, ODIO LA ESCUELA, me levanto me pongo el uniforme de la escuela, y voy al baño.

Pienso en lo que pasó ayer con Mateo, no en que casi me caiga encima y lo aplastó, sino en que se haya preocupado por mi, en que preguntó como estaba, ese pensamiento hace que se me forme una sonrisa, fue lindo de su parte.

Voy a la cocina a desayunar, como todos los días mates, mi mamá ya está allí levantada y tomando mate.

_ Hola - le digo-

_ Hola - me dice ofreciéndome un mate, lo acepto obviamente - Hoy trabajas?.

_ si mamá como todos los viernes, sé que es un milagro, pero sí.

_ No, no es un milagro, pero me olvidé, ni se en que día estoy.

_ Como estás? - le pregunto porque lo desorbitada que está seguro se debe a que no anda bien -

_ Bien, hable con tu papá y me dijo que iba a tratar de no tomar más - me dice apenada -

_ Y vos le crees,- ruedo los ojos demostrando mí incredulidad - hace cuánto que viene prometiendo lo mismo, necesita hacer un tratamiento, ir a un especialista, ir a alcoholicos anónimos, a un psicólogo, algo, el solo no puede, lo intento infinidades de veces. - le digo en un tono de molestia y bronca -

_ Las recaída son así. - me dice apenada -

_ Ma, no lo intenta de verdad, deja un par de días y después vuelve a lo mismo, tiene que hacer un tratamiento - repito, y se forma un silencio, me levanto y sigo diciendo - me voy a la escuela - camino unos pasos me paro y le digo - no quiero que Pedro se crié así, no es un buen ejemplo, lo quiero a papá no me mal entiendas solo ............. solo, que no quiero que Pedro crezca viendo eso.

Salgo con lágrimas que se deslizan por mis mejillas. Entiendo que lo ame, pero que le créa después de tantos años, eso me cuesta entender, desde que tengo uso de razón mi papá es así, hace la misma promesas sin cumplir.

Llegó a la escuela temprano, las chicas se sorprenden, a mi me tiene que sorprender que lleguen todos los días temprano, tantas ganas de estudiar tienen, bueno de locos está el mundo.

_ Hola horribles - las saludas - Si, si, si ya se que es un milagro. Que me caí de la cama.- ruedo los ojos -

_ No vale, no tiene gracias que te cargues vos misma. - dice Mica-

_ Soy la maestra de las bromas, chiquita - y le guiño un ojo - nadie me supera.

Y veo a las chicas que miran para la esquina, con los ojos como plato, eso llama mi atención y hace que mire a dónde están viendo, y abro los ojos imitando su acción, y allí están Mateo y Laura besándose. No puede empezar mejor mi día? Me preguntó. Y ahí es cuando se quiebra mi corazón ante esa escena, solo que no vale la pena demostrarlo, porque es que ni sabe que existo y no somos nada como para sentirme así.

La verdad es que no lo entiendo, hace poco más de un mes le dijo a Beca que le gustaba, y ahora está con esa maldita, seguro que la muy desgraciada se le tiró encima, y es que cuando sucedió esto, o sea en que momento.

Claro si son amigos pasan seguramente todo el día juntos, no creo que conozca la víbora que es, seguro que sí, conoce como es, y así y todo le gusta. No, me niego a creer que él sea de la misma calaña que ella, él es diferente, él es dulce, no creo que ella le haya demostrado su verdadera yo.

Mientras los tortolos se besan, suena el timbre para entrar, yo camino hacia el salón de clases sintiéndome triste.

Una vez dentro del salón, y acomodadas en nuestros respectivos lugares...

_ No puedo creer lo que ví - opina Sil incrédula -

_ Era obvio sí, están todo el día juntos - manifiesta Mica -

_ Que mal gusto - dice Beca -

Se que lo dicen para hacerme sentir bien.

_ Aunque Laura es una maldita, es muy linda, no tiene mal gusto. Beca, acordate que él se fijó primero en vos, eso demuestra que él tiene un exelente gusto. - esto se lo digo murmurando a mis amigas para que no escuchen los demás compañeros que están entrando -

Entra el profesor y da inicio a la clase.

_ Bueno como todos los años los alumnos de sexto año hacen un trabajo que se expone a fin de año, después vamos a determinar la fecha de entrega. Se entrega en tiempo y forma. Es en grupo. - explica el profesor -

_ Yo lo hago con Mateo - dice la novia de éste -

_ No señorita Acosta las parejas las decido yo. - interumpe -

_ Por qué? No es justo - se cruza de brazos, que infantil-

_ Porque yo soy el profesor, y es mi clase, Asique yo decido, sino le gusta y quiere tener un uno desde ahora, no hay problema. - ella resopla y se acomoda en su asiento -

_ Las parejas se van a elegir al azar, los nombres de los alumnos estarán en esta bolsa - muestra una bolsita con papeles que tiene en la mano con nombre de los alumnos - se saca dos papel y se forma la pareja - lo dijo mirandola a Laura - empezamos? - pregunta el profesor.-

Por favor que me toque con una de las chicas, pero que no me toque pareja con una de las chifladas, aunque si no están juntas no son un peligro para mí, tampoco les permitiría que me molesten, se hacen las malas cuando están juntas y me molestan, pero solitas, no dicen nada, esto es matemática pura, tres contra uno yo pierdo, pero una contra una yo las aplastó son unas escuálidas.

Cuando de pronto Beca me pega a un codazo sacándome de mis pensamientos.

_ Qué? - pregunto no entiendo nada de lo que está pasando -

_ Que te toco hacer el trabajo con Mateo - me susurra -

De pronto me invade la desesperación, y me quiero morir, cualquiera pensaría que eso es bueno, recuerden que soy malisima para estudiar. Genial no solo se va a dar cuenta que soy fea y gorda, también que soy una ignorante. Porque en este preciso momento no se abre la tierra y me traga. Si antes tenía un 5% de posibilidades que algo de mi le atraiga, ahora no tengo esperanzas. Tampoco saldría con él si está con Laura no soy ninguna quita novios.

Llega la hora de irnos, salimos de la cárcel es mi día preferido del día, aire puro se inhála, además hoy es viernes doble felicidad.

Estamos en la esquina donde nos separamos con las chicas para ir cada una a su casa hablando. Cuando llega Mateo y Laura de la mano, como me gustaría que sea a mi a quien agarre la mano, ya estoy derrapando. Ellos se están despidiendo. No quiero ver cómo se comen la boca ya es mucha tortura el saber que son novios. Entonces saludo a mis amigas para irme. Cuando escucho que dicen mi nombre, giro para mirar de quién se trata, y me encuentro con él mirándome, se acerca unos pasos hacía mí y atrás la chiflada mayor está con el ceño fruncido y los brazos cruzados, está enojada, pero si yo no hice nada.

_ Quería pedirte tu número para que arreglemos para hacer el trabajo. - dice Mateo que tenía en la mano el celular para agendar mi número, de reojo miro a Laura que está echando humo por las orejas -

_ Claro - le digo y se lo doy, no le voy a pedir el suyo por dos razones:

Primero: cuando él me mande mensaje lo agendaria.

Segundo: no quiero ser asesinada aquí mismo, le llegó a pedir su número la otra me arrancaría todos los pelo, no hay nada peor que una mujer despechada.

Le doy el número me despido otra vez de mis amigas que se quedaron a mirar todo el espectáculo. Y me voy.

Mi mamá me había pedido que compre algo antes de llegar a casa.

Cuando estoy a dos cuadras de mi casa, la veo parada con los brazos cruzados y una cara de te voy a matar, miro para ambos lados rápidamente por si hay algún lugar por donde escapar, pero decido seguir adelante a encontrarme con ella, estaba sola, no le tengo miedo, si me tocaba el vuelto no iban a ser caramelos. Me iba a defender.

Cuando estoy pasando por al lado de ella esquivandola escucho que dice - Estás contenta. No? - me paro y la miro -

_ No entiendo a que te referís - le digo confundida -

_ Sabes bien a lo que me refiero, te creés que no me doy cuenta como lo miras, que no me doy cuenta que te gusta - Maldición, juro que creí que era discreta, no puedo ser tan evidente, tanto se me nota, lo peor de todo, es que ella lo sabe, puede usarlo en mi contra en cualquier momento, puede burlarse de mí delante de él.

_ No entiendo a que te referís - la negación es lo mejor en estos momentos.-

_ Si te veo haciéndote la zorrita, insinuandote a mi novio, ahí sí, me vas a conocer, vas a saber de lo que soy capas. - advierte enojada -

Trago grueso, se que me arrastraría por toda la escuela humillandome, pero no me voy a amedrentar ante sus amenazas mal fundadas. Yo no saldría ni me insinuaria a alguien con novia, por más que me guste mucho esa persona. No soy la segunda se nadie, Soy gorda pero tengo dignidad.

_ No entiendo como te sentís amenazada ante una gorda cerda como yo, no te preocupes no me insinuaría. A no ser que creas que a tu novio podría gustarle.

_ JAMÁS MI NOVIO SE FIJARÍA EN VOS, GORDA - me dice gritando -

Sus palabras ya no me lastiman, hace tiempo que dejaron de molestarme y atormentarme, aprendí a no prestarle atención.

_ Entonces quédate tranquila, que está gorda no va hacer nada. - le digo tranquila y eso le molesta más -

_ NO TE LE ACERQUES - me vuelve a decir fuerte y firme, y se aleja chocando su hombro contra el mío. Yo no sabía muchas cosas, pero algo sí sabía, que ella se sentía amenazada, lo más gracioso es que es por mi, que ironía por la gorda fea que molesto toda su vida, u otro opción es que es una loca celosa psicópata, seguro que esa es la acertada. Y si es así no quiero tener nada que ver, ya es loca, no quiero ver su modo asesino psicópata.

No me interesan sus locuras suficiente tengo con los míos.

Sigo mi camino hasta mi casa.

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Gracias por los que me están leyendo.