Capítulo; 7 Llueve sobre mojado.

1225 Words
Anoche no dormí nada pensando, tengo mucha bronca, estoy cansada de todo esto. Encima hoy hay clases, solo agradezco que cuando lloro no se nota mucho no se me hincha la cara, solo me quedan los ojos cristalizados, muchos no lo iban a notar, pero sé que mis amigas sí se darían cuenta. Ellas eran las únicas que sabían de mis problemas en casa, no tenía que fingir si estaba mal, si quería hablar o callar lo respetarían. Quería faltar a clases, pero quedarme en casa sería peor, al final la cárcel servía de refugio, serviría para olvidar las penas de la casa. Sin mas me pongo el uniforme, voy al baño me doy una ducha. Voy a la cocina, mamá no se había levantado todavía, eso era raro, pero seguro que anoche terminó cansada, no se todavía que es lo que exactamente había pasado, pero sí, que todo era un desastre. Ya no quiero recordar más eso, seguro que cuando regrese me contara, o no lo sucedidos, pero esta vez iba a dar mi punto de vista. Pongo la pava para tomar unos mates, y hago unas tostadas para untarle dulce de leche, que bueno que existen estás exquisiteces para hacernos olvidar las penas. Mamá seguro no iba a llevar a Pedro al jardín, iba a dormir hasta tarde. Termino de desayunar, tomo mi bicicleta y voy a la escuela. Llegó unos minutos tarde a la escuela, ya todos están en sus respectivos salones, los pasillos del colegio están vacíos, puedo caminar rápido sin que nadie se meta en mi camino, eso es bueno. No tener que esquivar adolecentes. Entro al aula sin decir nada con la capucha puesta de la campera del colegio, me siento y noto que ellas me miran de reojo, ya entendiendome sin decir nada. Es bueno tener amigas así. Quería preguntarle a Beca como le había ido con Dylan, ya q anoche lo noté muy molesto, pero no tenía ganas de que me tire indirectas de que si yo no hubiese invitado a los chicos a nuestra mesa a sentarse nada de eso hubiese sucedido. En otras circunstancias me reíria, me haría responsable de mis actos, haría chiste del corto, pero está mañana no tenía ganas de hablar, ni de que ella me reproche de que por mi culpa él se enojó con ella, en definitiva era cierto, es culpa mía después de escuchar la conversación entre ellos. Se que no puedo estar todo el día así los demás no tienen la culpa de mis problemas, pero necesitaba un poco de tiempo para que se me vaya el mal humor. Por lo general soy una persona alegre, bromista no dejo que los problemas me abrumen. También sé que uso los chistes para escudarme en ellos. Para aparentar estar bien, aunque con mis amigas ya había dejado de hacerlo, porque ya no les podía ocultar cuando tenía problemas. En eso llega el profesor y empieza la clase. Llega la hora del receso y vamos a la cafetería, mis amigas eligen una mesa y se sientan, mientras yo voy por el agua del termo, ahí está Maca, la que atiende la cafetería, siempre me tiene el agua preparada y no tengo que esperar, la saludo con un beso, y me da mi termo, la amo. Voy a la mesa me siento con las chicas, cebo unos mates en silencio, nadie dice nada por un buen rato, hasta que Sil pregunta sobre mi mal humor. No quería llorar en la escuela, no me gustaba que me pregunten cómo estoy, personas que no son de mi entorno. No me importaba si los demás quería llorar no tenía nada contra ellos, pero no quería que nadie sepa de mis problemas con que mis amigas lo sepan era suficiente. Así que esquivo su comentario porque todavía no quería hablar del tema y dirijo la atención a Beca y como terminó su noche Dylan. Ella nos cuenta lo que le dijo el idiota, solo por querer tener amigos. Pero como tengo mis sospechas de lo que él siente por ella. Lo entendía lo estaban consumiendo los celos, aunque no era excusa por tratarla así. Decido contarles lo sucedido en casa, y ellas gracias a Dios no dicen nada solo me escuchan sin juzgar. Antes de entrar a clases quería ir al baño. Mientras ellas tiraban la yerba del mate, yo fui sola, gran error. Porque en el baño me encuentro a las tres chifladas. Están hablando no se de qué, cuando llegó Laura hace el sonido de un cerdo, el mismo chiste de hace seis años atrás, yo no sé porque no maduran o por lo menos que se inventen uno nuevo. Hoy no estoy de humor, tengo ganas de romperles la cara, no soy cobarde, pero pienso en lo decepcionada que estaría mi mamá si la llamaran por meterme en peleas, así que suspiro hondo y entre a un cubículo, no se como no se cansan de tantas estupideces. Salgo me lavo las manos, ellas siguen ahí haciéndome burla, medito en esta vez si defenderme o no, pero aunque no soy muy buena en matemáticas cualquiera se daría cuenta que son tres contra una, estoy en desventaja, salgo perdiendo. Mientras estoy saliendo Laura me mete la traba, a lo cual salgo trastabillando del baño, y cuando estoy por caer, siento que chocó con alguien que antes que me caiga de bruses, me sujeta. Apoyando mi cabeza en su pecho, los pelos todos revueltos y sin levantar la cabeza digo. _ Lo siento mucho.- musito - Una voz que me parece conocida me contesta. _ Te encontrás bien? - pregunta con duda - Yo levanto la cabeza avergonzada, queriendo que me tragara la tierra, y rogando a Dios que no sea la persona que creo que es. Pero. cuando la vida juega a mi favor? Es Mateo el que me está sujeta para que no me caiga. Maldición no había otra persona, hubiese preferido caerme. Yo me quedo como boba mirándolo, mi cerebro diciendo que conteste pero mi boca sin hacerle caso. Yo no me caracterizo por ser una persona callada, tengo el don de responder a cualquier estupidez enseguida, para eso me daba genial la cabeza. Pero él tenía la capacidad de que cuando lo veía no poder articular palabras. _ Estás bien? - pregunto otra vez, y eso hizo que saliera de mi transe, y que mi conciencia despierte y por fin reaccione. _ Disculpa, me tropecé. Sí estoy bien, gracias. _ Segura? - pregunta mirándome a los ojos - yo asiento con la cabeza, en ese momento me doy cuenta que me tiene sujeta del brazo, lo suelto de un tirón como si me quemara, idiota de mi, si no me molesta para nada. Acomodo mi ropa y mi pelo que no quiero imaginar en el desastre que se encuentran. En ésto salen las brujas del baño, y se quedan mirando la escena y burlándose aún más de mi. Pensando en lo estúpida que estoy quedando delante él, le pido disculpas nuevamente, y con rapidez me voy al salón pensando en el porque no se abrió la tierra tragandome en ese preciso instante. Llegó al salón pongo mis cabeza entre mis manos pensando en que más me podía pasar hoy. ________ Gracias por leerme. Me encantaría saber si les gusto. voten y comentan.
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