Lloro, lloro en medio de la azotea de este edificio, al lado de un desconocido al que le he mostrado mis problemas y debilidades en menos de un día. — Estoy agotada. Quisiera decir que estoy esperando, pero realmente siento que me estoy asfixiando por correr tanto en esta vida que solo me muestra desgracias. Todo lo que quiero me resulta difícil, por muy mínimo que sea. Para la muestra de mi vida este día, casi no llego a mi competencia aunque llegue una hora antes. — Pero ganaste la competencia. — Pero antes de siquiera subir a la tarima, pensaba en lo sola que estoy. Todos estaban acompañados en esa competencia. Pero yo, tenía miedo de seguir sola. — Pero tus abuelos llegaron. Yo los vi y pude ver que todos estaban felices — responde el chico y yo lo observo fijamente al comprender