Sobre la violación

2163 Words
No hay nada más triste en la vida que creer que no estás solo y darte cuenta de que es así. -Anónimo. Kira Howard. Es un día lluvioso. Noah conversó conmigo la noche anterior sobre que quería viajar por dos días a Noruega y estuve de acuerdo con ir. Aquí estoy en el avión agarrada de manos con Noah. Nunca me vi en un avión y aquí estoy, el destino es lo más aterrador que existe. Nunca sabes donde estarás. Nunca había estado en un avión y las turbulencias me asustan. —Noah... —Lo llamo y él sostiene mi mano fuertemente. —Nena, tranquila. Estoy aquí y nada pasará. —me besa la frente.—. Solo son turbulencias, piensa en cosas bonitas y ya verás como desaparecerá el miedo. Lo intento. Intento pensar en más cosas porque si no lo hago no sé que sería de mi. Noah intenta calmarme con masajes circulares en mi mano, además que me hace seña para que me recueste de su hombro. Termino dormida en su hombro por una o dos horas, realmente no lo sé certeramente a causa de que estaba dormida. En cuanto me levanto observo a Noah en la misma posición en la cual me dormí, además de que está leyendo un libro. Me desesperezo y me separo de Noah lentamente rompiendo el abrazo. —¿Qué pasa? ¿Te desperté? —pregunta Noah alarmado. —No, es solo que ya no quiero dormir. —miro hacia los lados del avión y veo a todos a mi alrededor dormidos.—. ¿En cuanto tiempo llegamos a Noruega? Ya no quiero estar en el avión. —En una hora. —coloca su mano en mi pierna.—. No te preocupes. Solo duerme un rato más y luego estaremos en Noruega. —asiento porque es lo que más quiero. Deseo bajarme del avión urgentemente. Recuesto mi cabeza de su hombro y intento dormir un poco más, solo un poco. ❤️❤️❤️❤️❤️❤️ Llegamos a Noruega y cuando bajamos del avión nos estaba esperando un hombre. Noah lo saludo con un abrazo y conversaron por unos segundos. Después que terminaron, Noah me indicó que entrará a una Jeepeta Ford. En el camino no hablamos mucho, lo único que hacía que el momento fuera cómodo era la canción Good Days de Sza. No sabía que le gustaba ese tipo de canciones, pero ahora que lo sé me alegra, tenemos el mismo tipo de gustos musicales. Llegamos a afueras de la montaña Jotunheim. El aire despeina mi cabello fuertemente, es como si fuera una ráfaga. Hace frío y la nieve es la decoración de la montaña. Es hermoso. El paisaje es divino, todo es perfecto. Paz, es lo único que encuentro en este lugar. Noah baja del auto con mi mochila y la de él, con una mano en mi espalda baja me insta a que camine con él. —¿Te gusta? En mi percepción me encanta. Esta montaña es una de mis favoritas. —dice sonriéndome. No lo había visto sonreír de esa forma, me parece que tenemos el mismo sentimiento; paz. —Me encanta. Es un lugar encantador. —Noah asiente y no dice nada más. Subimos la montaña poco a poco y tengo que confesar que me he caído 4 veces. No puedo más. Estoy cansada, mejor dicho agotada. Noah abraza mi cintura para ayudarme a caminar. —Un kilómetro más —en cuanto menciona esto siento que he muerto. Pasmada. —En un kilómetro muero. ¿Estás loco? Ni madres, aquí me quedo. —suelto el agarre que él tiene en mi cintura y me siento en una piedra. Necesito descanzar y encontrar el aire que no tengo. Noah solo me observa lentamente como si quisiera entender mi persona. —Son las... —mira su reloj—. 6 de la tarde. ¿Esperarás a que se haga de noche o seguimos caminando para poder dormir en un lugar cómodo? —pregunta cinicamente. —Estoy cansada... —Yo también... —Deberíamos descanzar —sugiero, pero Noah es un necio. —Deberíamos continuar —me sonríe de nuevo cinicamente. —Ashhhhh —me levanto enojada de la piedra no sabiendo que mi pie se falsearia y por un momento caería sino fuera porque Noah me agarra. Me sostiene fuertemente y agarra mis piernas para cargarme en brazos. Me coloca en la grama para poder ver más de cerca mi pie. En cuanto estoy en el suelo, se acerca a mí tobillo y lo acaricia lentamente. Intenta girarlo un poco, sin embargo, me quejo del dolor y el retrocede en hacerme sufrir. —¿Te duele mucho? —me pregunta con el ceño fruncido. —Si... —intento moverme para que me duela menos, pero no funciona. —Tranquila —coloca su mano en mi hombro queriendo tranquilizarme.—. Te llevaré en brazos, solo sostente bien. —intenta cargarme y lo logra. Coloco mis brazos alrededor de su cuello y empieza a caminar conmigo. Me sorprendo como Noah me lleva cargada desde más de una hora. Sé que está cansado y me molesta ser una carga para él. Ya es de noche y no sé ve más de lo que alumbra la linterna que tengo sostenida en las manos. Abrazo a Noah fuertemente ya que tengo miedo. Esta oscuridad es magníficamente temeraria. Solo oigo las ramas romperse al paso de nosotros y los pitidos de las aves y búhos. ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️ Sin darme cuenta de que hemos llegado a arriba de la montaña, despierto entre sábanas frías. Intento apoyarme con los codos para ver mejor y desde adentro de la carpa veo a Noah alrededor de una fogata. Hace mucho frío. Mi cuerpo pide calor, tengo los pelos de la piel de punta y mis pesones están duros, tanto que me duelen. Desde la carpa llamo a Noah para que entre y me haga compañía. —¿Noah, puedes venir? Tengo mucho frío. —al instante gira su rostro hacia mi y asiente. Camina hacia mí y al entrar se coloca a mi lado al mismo tiempo que agarra una almohada y se recuesta de ella. Se gira de lado para así prestarme atención. —No quise incomodarte estando en la misma habitación mientras estabas dormida. —confiesa sin pedirle que lo haga. Más tierno de lo que es no puede ser. —Podías haber entrado, para mí no sería un problema, ¿a puesto que te morías de frío allá fuera? —le pregunto interesada en su respuesta. Niega con la cabeza al mismo tiempo que sonríe tímidamente. —Mi comodidad no se compara a la tuya. Mi responsabilidad mientras estemos aquí es cuidarte y darte lo mejor a ti antes que a mí. Es como la relación de madre e hijo, ella se quita el pan de la boca para que su hijo coma. —me explica su argumento y aunque es válido, discrepo de él. —Discrepo, sin embargo, no quiero discutir. Saldrás perdiendo. —Nos reímos al unísono y realmente se ve hermoso sonriendo. Su carcajada no es exagerada, es simplemente bella. Después de que terminaramos de reírnos, nos dedicamos a mirar la fogata desde adentro de la tienda. Como el fuego se alza y luego se calma me sorprende y me hace pensar lo hermoso que es. Sin darme cuenta me recuesto del pecho de Noah y este no me aleja sino que me acerca más él de esa forma acariciándome el cabello. —Siempre me he preguntado como te sentiste en el momento en que ese hombre te tenía en sus brazos. Me pregunto si sentiste pánico, si hubieras preferido morir a que él siguiera tocándote y todo eso me hace pensar en que llegué muy tarde. Si hubiera llegado antes... —intenta seguir hablando, pero lo interrumpo. —No hubieras podido hacer nada. No sucedería y por más que te lamentes de que hubieras podido ayudarme y rescatarme del dolor que ese hombre me ha causado, no me ayudará en nada. —Acaricio su pecho lentamente queriendo rebajarlo.—. Intento no pensar en lo que sucedió.—levanto la cabeza y él hace lo mismo para fijar sus ojos en mi.—. Lo pasado es pasado, ¿no? —le pregunto. Mi corazón se para y me respiración se corta cuando sus suaves manos acaricias suavemente mi mejilla para luego acercar mi rostro hacia el suyo. —De nada sirve que digas que intentas no pensar en lo sucedido y que ya lo tienes olvidado cuando tus ojos reflejan otra cosa. —Roza sus labios con los míos y ahora mismo no escucho a nada. Estoy cegada por la lujuria que ha creado ese simple roze.—. El dolor es el sentimiento más expresivo que existe en el mundo. Puedo verlo a través de tus ojos y puedo apostar de que has llorado en la oscuridad de tu habitación. Que te has preguntado el porqué debió de sucederte eso a ti. —sus ojos se desvían de mis labios y se concentran en mis ojos; mis ojos llorosos.—. Háblame, exprésate, dime lo que sientes, lo que has sentido. Deja que todo tus sentimientos fluyan y salgan a relucir. En cuanto él dice esto las lágrimas salen de mi ojos. Trate de contenerlas, pero no pude. Lloro y me desbordo en llorar. Recuesto mi frente en su pecho y allí gimo dejando salir todo el dolor, el desprecio que me tengo por lo sucedido. —Nunca he sido una mujer a la que le encanta su cuerpo, no obstante, que ese hombre me haya tocado sin mi consentimiento me hizo odiarme por completo. Siento asco por mi, tengo miedo hasta del mínimo ruido que hago a mi alrededor. —levanto mi rostro y lo miro directo a los ojos.—. Quisiera borrar lo sucedido, quisiera que solo fuera un sueño y que no hubiera sucedido. —le confieso todo esto. Pasan varios minutos en los cuales tengo la cabeza baja y Noah no dice nada. No se mueve, no habla, no hace nada. Con miedo a que se haya asustado por mi confesión, levanto la cabeza y lo miro a los ojos. Sus ojos. Sus hermosos ojos me están mirando y están cristalizados. Él niega con la cabeza y se levanta del suelo rápidamente. Sin pensarlo extiende su mano hacia mi y no sé que intenta hacer, pero lo que sea que quiera hacer, deseo ver que es. Acepto su mano y me levanto de suelo y sin soltarme caminamos a fuera de la carpa. Caminamos entre la nieve y aunque no veo mucho, sigo los pasos de Noah. Sólo pasan unos segundos para que sienta una brisa intensa y muy fuerte que me empuja hacia atrás. Nunca había visto algo tan maravilloso. Desde donde estoy la luna es magistral. La luz de la luna alumbra intensamente, pero no sólo es eso lo que me deslumbra sino que las auroras boreales se llevan toda mi atención. —Te preguntarás el por qué no conteste a tu confesión y debo decir que me aterra el hecho de que cualquier palabra que saliera de mi boca no pudiera ser la correcta. —sostiene mi mano y me coloca enfrente de él.—. Te he traído aquí porque este es el lugar que me inspira a estar en paz. La naturaleza es lo más bello que existe. Hubo momentos en los cuales quise quitarme la vida y este lugar tan especial me salvó. —me sonríe y su sonrisa es más que hermosa.—. Quiero que este lugar te salve. Quiero que te sane y que haga que te ames de nuevo. Miro las auroras queriendo distraerme de lo que me ha dicho. —No creo que olvide algún día lo que ese hombre me ha hecho. —No tienes que olvidarlo, solo tienes que aprender a sobrellevarlo. —al él decir estás palabras, giro mi rostro para mirarlo.—. Si pudiera borrar tu pasado créeme que lo haría y si pudiera cargar tu dolor y llevarlo en mis hombros para que así tu fueras feliz, créeme que lo haría. No me importaría nada, total mi vida ya no vale la pena y me felicidad menos. El dolor es el único sentimiento en mi —deja de mirar la luna para clavar sus hipnotizantes ojos en mi.—. Es lo único que puedo sentir. ❤️❤️❤️❤️❤️❤️ Mierda este capítulo dolió. Se preguntarán y ¿este capitulo que hace aquí? Una lectora me dio un consejo y he hecho caso. Realmente tenía razón y me faltaba explicar un poco más los sentimientos de Kira al ser violada. Espero y hayan disfrutado este capitulo como yo. Besos.❤️
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