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1654 Words
♡La luna y yo, estamos enamorado de una misma persona y en definición eres tu preciosa.♡ -Crystal Upia. 25 de octubre del 2018. Narrado por Kira. —Puedes repararlo, solo necesitas esforzarte. —escucho cómo alguien dice esto detrás de mi. Al escuchar esto mi cabeza toma mando de mi cuerpo y giro para ver quién es. Un desconocido, es simplemente cómo lo podría definir. Lo miro a los ojos mientras que el hombre solo mira a la nada. —Él a sufrido mucho. La persona que él amaba lo utilizo, le mintió y luego se alejo de él y amandola con locura, estuvo a punto de suicidarse. Intento quitarse la vida tantas veces, que la cuenta ya la ha perdido. Tiene el corazón roto y ha intentado restaurarlo, pero al parecer no hay reparación. Mi cuerpo estático y mi mente en blanco, me ayudan a elegir las siguientes palabras que saldrán de mi boca. —¿Qué le pasó a ella? —pregunto intrigada por conocer un poco más sobre la historia de Noah aunque de alguna forma me estoy entrometiendo. —Murió en un accidente y de hecho Noah estaba con ella en esos instantes. Se pudo salvar solo porque tenía el cinturón de seguridad. Él duró varios días en coma y sobrevivió, pero ella murió de un derrame cerebral en la ambulancia. —baja la cabeza y me es difícil poder ver su rostro por la lluvia—. Cuando se enteró de su muerte parecía querer desenterrar su cuerpo y enterrarse con ella. Era su vida, lo que más amaba, pero de ella hacía él no era recíproco. Mi mente se conecta con todo lo que me ha contado y entiendo el por qué le molestó que lo besará. Hice mal y tengo que arreglarlo, es el único amigo que tengo. —¿Qué es usted de él? Me imagino que alguien cercano para saber todas estas cosas. —Me conocerás pronto. Cuando se dé la oportunidad, pero para que cuando me veas sepas quién soy, mi nombre es Victor. Ahora me tengo que ir. Búscalo y no importando que él te diga que no quiere ser reparado, ayudalo. Se va caminando por las ceras muy tranquilo. Nunca quiso quitarse la capucha de la cabeza. Tenía curiosidad de saber cómo se ve. Miro a la distancia y trato de encontrar por donde se fue Noah, pero no recuerdo muy bien. Camino hacia casa desanimada, no sé qué estará pasando por la mente de Noah y el solo pensar que no quiere volver a verme de nuevo hace que comience a tener pánico y ni siquiera sé por qué. Miro hacia los lados queriendo direccionarme y decidir hacia donde caminaré y decido ir hacia la izquierda. Empiezo a caminar hacia la clínica de Noah. Tengo que hablar con él, esto no se va a quedar así. No puedo dejar que se aleje de mi. Mojandome en la lluvia, sigo caminando. Me detengo a causa de que no logro ver muy bien, pero mi mente y mi corazón hacen que me esfuerze y que siga el trayecto. Casi llegando a la clínica psicológica me tropiezo con una piedra y me parto la madre. «Auch, eso me pasa por estúpida.». Murmuro para mi misma. Reviso mi brazo y observo que tiene raspones por la razón de que lo utlize para amortiguar la caída. Trato de mover mi pierna, pero me duele la rodilla. Intento levantarme, pero él dolor no me deja y comienzo a gritar para ver si Noah me puede escuchar desde afueras de la clínica. —¡Ayuda, ayuda, por favor! —grito y nada sucede. Intento calmarme porque esto podría alterar mi ritmo cardíaco.—. ¡Por favor ayuda! ¡Noah, ayúdame! ¿No me escuchas carajo? —me molesto porque no me escucha. No tengo idea de en cual parte de la clínica esta Noah, pero de igual forma grito para que alguien me ayude. De pronto la puerta principal se abre y sale Noah corriendo hacia mi y que bueno que salió porque si no salía iba a matarlo. Al llegar a mi se agacha y quitándome el cabello de la cara, revisa que estoy bien. —¿Crees que desde mi oficina en lo último de este lugar te voy a escuchar? ¿Qué crees que soy? ¿Superman o quién? —entra sus brazos por mis piernas y coloca su mano en mi espalda para así levantarme. Antes de empezar a caminar, acomoda mi cabeza en su pecho y no sé que paso en ese instante, pero sentí cómo mi vientre comenzaba a tener vida. Siento algo, no sé qué. Él me lleva hasta dentro de la clínica y por un momento pensé que me haría caminar, pero no, él sigue caminando hasta llevarme a una habitación. Abre la puerta y caminando despacio hasta la camilla, me recuesta. —Quédate ahí, buscaré con que curarte el brazo. —comienza a buscar pañuelos, alcohol y una venda. —Si me vas a curar el brazo te acepto que lo laves con agua, pero ese alcohol lo quiero lejos de mi. —gira por cuerpo rápidamente. Fija sus ojos en mi como diciéndome ¿Qué? —. No me acerques ese alcohol. —Él levanta las cejas y sonríe cinicamente. —He visto de todo en esta vida. He conocido personas con miedo a los ratones, cucarachas, jeringuillas, pero tu sobrepasas los límites. Le tienes miedo al alcohol. Ven...—me observa y sonríe tímidamente. Sostiene mi brazo para limpiarlo, pero le doy un manotazo. —Aquí lo único chistoso que veo eres tu. Aleja ese alcohol o me levantaré de aquí y te cruzaré la cara de un puñetazo. —él solo se carcajea. Le parece gracioso verme con miedo hacia el alcohol. Se acerca a mí y me agarra las dos manos. —No tienes que amenzarme de que me golpearás porque de todas forma no podrías. Soy entrenado en la armada rusa y por la bratva, entonces eso hace que cuando me vayas a querer dar un golpe ya sepa tu movimiento. —suelta mis manos y posiciona un dedo en mi barbilla y la levanta para que lo observe.—. Tranquila no te pasará nada. Para eso estoy aquí ¿no? —me guiña un ojo. —Eres bipolar. —es lo único que digo. —¿Perdón? —dice sorprendido por mi atrevimiento. —Eres bipolar. Estabas enojado conmigo porque te besé y ahora estás feliz. —su cara cambia a neutral y ahora me arrepiento de haberle recordado esto. —Sigo enojado contigo —Se gira para colocarle alcohol al pañuelo con el cual me limpiará el brazo.—. Solo que al escuchar tu voz desde mi oficina y luego verte tirada en el suelo con el brazo raspado, me preocupe. Aunque no llevemos mucho tiempo de conocernos, no sé porque siento que estoy conectado contigo. Es como si algo me empujara a estar pendiente de ti, aunque no quiero estar pendiente de nadie. —Gira y me mira.—. Me besaste sin mi consentimiento, pero eso no hará que pierda a una amiga, así que prefiero olvidar y hacer cómo que no sucedió. Tienes que entender que únicamente soy tu doctor, nada más. No debe haber nada entre nosotros. Absolutamente nada. Duele. Duele y mucho. "Acaba de decir que intentará olvidar lo que pasó" mi mente lo repite. Trata de colocar el pañuelo en mi brazo, pero lo alejo de mi. Pasmada y descolocada por lo que acaba de decir, me alejo de él. —¿Olvidarás ese beso? —Detiene el querer tocar mi brazo y levantando el rostro, me mira. —Sí, acabo de explicarlo. Solo soy tu doctor, nada más. Nos conocimos porque estabas en una situación crítica, lo único que debe haber entre nosotros es una conexión entre medico y paciente. —vuelve de nuevo a querer curar mi brazo, pero lo alejo. Es tan cínico. Lo que dice me está doliendo y actúa de lo más normal a ello. —¿Entonces no significa nada para ti? Porque para mi significó mucho. Realmente sentí cómo si por primera vez no fuera yo, cómo si por primera vez fuera feliz haciendo algo. Sí, sé que usted es mi doctor y la única relación que debe haber ente nosotros es profesional, pero... —digo esto y una lágrima se desliza por mi mejilla. Mi respiración se altera y siento como mi corazón palpita cada vez más rápido. —Solo estás ilusionada y lamentablemente no puedo atender a esa ilusión. Déjame curarte por favor, no puedo verte así. —trata de tocarme, pero lo empujo lejos de mi y me bajo de la camilla para salir de la habitación, sin embargo, Noah no me deja ir. Agarra mi brazo y me gira hacia él. Con cara neutral quiere intimidarme. —¡Quiero curarte el brazo! ¿No ves que no estás bien? Ven... —me jala hacia él, pero lo empujo de nuevo y apretando mis puños, intento alejarme de él. —Déjame en paz. —le digo esto llorando y ni siquiera sé el por qué. Al verme así, tan histérica y enojada, con las yemas de los dedos me acaricia la mejilla y acercándose a mí lentamente, junta nuestra narices. Fijo mis ojos en su boca y no queriendo ser tan obvia los giro hacia sus ojos. —No quiero lastimarte, ni quiero salir lastimado porque si eso sucede no habrá salida para mi y quedaré destruido, incluso un poco más de lo que estoy. Te estoy cuidando, no solo como doctor, sino como amigo. ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️ Me encanto este capitulo, no lo sé, pero me encanta este libro. Tiene una chispa que no sé qué. Espero y lo hayan disfrutado.??
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