3

3126 Words
"Antes pensaba que la luna era lo más hermoso que existía sobre la faz de la tierra y ahora sé que no es la luna, eres tú". —Crystal Upia. 15 de septiembre del 2018. Narrado por Kira: Ha pasado un mes en el cual no veo al doctor Noah. Después de ver como él golpeó al hombre que abusó de mi, he quedado con secuelas y tengo miedo de acercarme a él. Sé que no me haría daño porque el me cuidó en ese momento, pero de igual forma desconfío. Lo último que supe fue que al hombre lo encarcelaron por un día y en esa misma noche lo mataron. Aún siguen investigando. Prometí ir a sus consultas, pero no dejaría que un hombre me pagara algo. Nunca lo he permitido y menos ahora. El haber estado sola desde que nací, me ha hecho no depender de nadie y menos acostumbrarme. Me acostumbré al dolor, a la desilusión y a la falta de amor. Sin embargo, necesito hablar con alguien de lo que estoy sintiendo y creo que Noah Seier sería perfecto. No he podido dormir bien y la angustia me mata lentamente. Conseguí trabajo en un bar un poco lejos de casa, pero es algo y mantiene mi nevera llena. Esta noche iré a trabajar, pero antes de hacerlo pasaré por la oficina del doctor. Llego a casa y trato de limpiarla. Dedico mi tiempo por completo a dejar todo limpio, barro por aquí y recojo por allá. No me gusta estar en la suciedad, es algo que odio. Al terminar de limpiar toda mi casa, corro hacia mi habitación para ducharme y vestirme lo más rápido posible. No lo pienso mucho y en cuanto salgo de la ducha, escojo lo primero que veo. Salgo directo a la cocina y al abrir la nevera veo que está vacía. Ver eso me baja el humor hasta el suelo. No he hecho la compra del mes y no tengo nada que comer. ¡Carajo! Mi cabeza empieza a dar vueltas y vueltas. Al final decido por ir a hablar sobre mi situación con el doctor y luego pasar a comprar algo al supermercado. Al llegar a la clínica observo que está muy recurrida de personas igual que hace unas meses. Busco con la mirada a Noah y no lo veo por ningún lado así que rindiendome voy a la recepción y pregunto por él. —Chica... —le hablo a la recepcionista que está hablando por teléfono. Ella me hace señas con la mano de que me espere un momento y así lo hago. Cuando termina la llamada, me mira.—. ¿Sabe dónde queda el consultorio del doctor Noah Seier? —Si, está al fondo, pero cuando llegues toca la puerta. Él está en una reunión y es de mal gusto entrar sin tocar. —me sonríe. —Lo haré, gracias. Camino por el pasillo hasta llegar a la puerta. La toco dos veces, pero nadie me abre. Vuelvo a hacer lo mismo y reposando mi mano en la puerta, por casi caigo. No pensé que abrirían la puerta y al estar sostenida de ella, casi me golpeo. Mis ojos lentamente se enfocan en una mujer morena de cabello largo y riso. La textura de su piel se ve que es super suave y brillosa. Parece una super modelo delante de mí, mientras que yo parezco una joven abandonada a su suerte y viviendo una mala vida. —¿Kira Howard? ¿Eres tu, cierto? —pregunta Noah con el ceño confundido para luego después de analizarme, cambiar su rostro a uno más alegre. —. No he podido olvidar tu rostro aunque te negaste a venir a la consulta. Sé que lo que está diciendo es un recuerdo de que no hice lo que había prometido. Le prometí ir a la cita y no lo hice. Observo su hermoso rostro. Su cabello rubio hacia atrás bien peinado, su barbilla con un poco de barba y sus hermosos ojos marrones. Todo en el parece más que perfecto. —He estado muy ocupada, además, de que conseguí un nuevo trabajo y este consume todo mi tiempo. Igualmente, no he podido olvidarlo a usted tampoco. —le sonrío un poco. No he olvidado la presencia de la mujer que esta a mi lado y girandome, extiendo mi mano y la saludo. —Kira Howard, mucho gusto. —Alexa Rodriguez, igualmente. —extiende su brazo hacia adentro de la oficina.—. Puedes entrar, de todas formas ya me iba. —Sonríe amablemente y pensaba que me iba a tratar mal. Lamento el ser tan desconfiada de las personas. —Gracias y cuídese. —ella asiente con su cabeza para luego sonreirle a Noah y cerrar la puerta tras ella. En cuanto sale la chica el ambiente se vuelve un poco incómodo. Carraspeo un poco la garganta motivando a Noah a que empiece a hablar, pero éste solo rodea la mesa y se sienta en el borde de ella. —¿Cómo has estado? No he vuelto a saber de ti hace un mes. Estaba pensando en que si no dabas señales de vida tendría que buscarte y colocar carteles en la calle con tu foto y nombre. —Sonríe de oreja a oreja y solo puedo hacer más que asentir y sonreír un poco. —No se debe preocupar por mi. Estoy más que bien. —bajo la cabeza queriendo encontrar las fuerzas para hablar de lo que me sucede.—. Aunque siendo un poco sincera no estoy bien de bien. Noah se acomoda un poco mejor en el borde de la mesa y se extiende hacia delante. —¿Qué pasa? ¿Qué te tiene tan nerviosa y paranoica? —me pregunta y niego con la cabeza rápidamente. —No estoy paranoica, no claro que no. —niego de nuevo. —Al negarte dos veces me estás diciendo que si, mejor dicho, confirmas mis sospechas. La forma en la que las venas de tu cuello se alteraron al ver a Alexa, me lo rectificaron. —De un momento a otro sostiene mi mano. Mi corazón palpita más rápido de lo normal. No he tenido contacto con hombres por mucho tiempo, además, del hombre que me violó. —Puedes contarme lo que te pasa y de alguna u otra forma te ayudaré. Muevo los pies una y otra vez porque no sé cómo empezar. —Tengo miedo de estar sola. Tengo miedo de que nadie me ame. Aún me pregunto que he hecho para merecerme el no tener amor. Nunca conocí a mis padres, ni siquiera sé cómo son. Los niños del orfanato solo me molestaban y siempre intentaban utilizarme como carnada para sus necesidades y luego pues ser solo una desconocida para ellos —respiro profundo.—. En estos meses he desarrollado la necesidad de que alguien me ame. Odio estar tan sola, odio sentir que nadie me quiere. —lagrimas que no sabían que existían, salen de mis ojos. Noah asiente lentamente y se acerca a mí. Acercando su cuerpo al mio y sosteniendo mis manos, me levanta del asiento, para luego abrazarme. ¿Noah abrazándome? Nunca pensé que sucedería y confieso que es reconfortante. Abraza mi cuerpo dolido por todo lo que me ha sucedido. Sé que al hablar esto con él puede que suene necesitada, pero solo me estoy desahogando. Acaricia mi espalda lentamente sin pasarse de la raya, para luego romper el abrazo. Se aleja de mí unos centímetros aún mirándome a los ojos. Unos ojos cautivadores que no logro mirar por más de un segundo porque me han llegado a intimidar. Fijo mi vista en una de las esquinas de la oficina. —Perdona que te haya abrazado. —se aleja por completo de mi y rodeando la mesa se sienta en su silla. En cuanto se sienta me señala el mueble detrás de mi.—. Es algo anti-profecional, pero aún así decidí hacerlo. Necesitabas un abrazo y si lo veo no puedo hacerme el de la vista gorda. —coloca su dedo índice en el centro de la boca.—. Sé lo que sientes, lo he sentido, pero tienes que aprender a vivir con ello. —No podré aprender a vivir con ello, Noah. —Lo sé y no te estoy pidiendo que lo hagas... —¿Acaso soy tan fea para que nadie quiera estar conmigo? ¿Acaso me veo tan mal? —Lo interrumpo queriendo preguntarle todo esto. Noah se recuesta del asiento. —Si vieras cómo te veo te enamorarías de ti misma. Si vieras lo hermosa que te ves aquí y ahora delante mío entonces entenderías el porque te abracé. Trago saliva antes de atorarme. ¿Qué acaba de decir? Aún no me lo creo. —Solo está queriendo hacerme sentir mejor... —No, nunca me ha interesado decirles a las personas lo que quieren escuchar, pero en tu caso sé que anhelabas que lo dijera. No obstante, no lo digo porque quieras escucharlo, lo digo porque es lo que siento y nada más. —fija su mirada en mi y siento que cala en lo más profundo de mi corazón. Se separa de la mesa y busca una libreta. —¿Cómo te has sentido desde el momento en que ese hombre abusó de ti? ¿Qué cosas han pasado por tu mente? —pregunta clavando su mirada en mi. —No ha pasado nada. Trato de superar ese suceso en mi vida. —cruzo las piernas.—. No pienso ir llorando a todos lados diciendo que fui violada. Me lastimaron y nada puedo hacer. Solo me toca olvidar y vivir con ello. —le confieso dolida. Él me mira perplejo, no sé si es que no cree lo que digo, pero es así. —Pensé que estarías dolida o incluso depresiva por lo que sucedió. —No, esa no sería yo. Me han lastimado mucho en esta vida, tanto que ya no me importa si lo hacen de nuevo... —Me levanto del asiento rápidamente.—. Aww, tengo que irme. Se me hace tarde para el trabajo. Esta vez prometo volver y lo cumpliré. Él se levanta y rodea velozmente la mesa y acercándose a mí, hace contacto visual. —Espero que esta vez si lo cumplas. Me había quedado esperándote. —extiende su mano para que la estreche y así hago, no obstante, rompo la conexión de inmediato porque su toque es muy adictivo. Me alejo de él y insto en abrir la puerta para irme y cuando ya casi salgo, me despido—: Hasta luego, nos vemos. Salgo sin mirar atrás. Camino por el pasillo queriendo salir de la clínica lo más rápido posible. En cuanto salgo, respiro el aire de fuera, sentía que me estaba sofocando, no pensé que el toque de Noah en mi cuerpo me sería tan abrumador. Tiene un poder y lo sabe. ❤️❤️❤️❤️❤️❤️ 25 de octubre del 2018. Ha pasado ya un mes en el cual he ido a varias citas con Noah. No puedo negar lo bien que se siente conversar con alguien que puede saber muy bien como te puedes sentir. No he podido evitar pensar en él cuando voy a dormir. Me gusta o quizás solo estoy ilusionada porque el me presta atención y eso hace que no me sienta tan sola, pero tengo miedo de confesarle lo que siento, a causa de que él solo me trata como una amiga. No quiero que me rechaze. La última vez que hablamos me invitó a comer helado y acepté, pero ahora me arrepiento. Estoy caminando en el parque pensando en lo mal que hice en no ir a nuestra reunión. ¿Se enojaría? Creo que si, yo lo haría si me dejan plantada. No queriendo seguir pensando más en lo mal que hago, empiezo a caminar hacia la casa. Mientras camino no paro de pensar en Noah, pero sé que solo lo hago porque es la única persona que ha demostrado un interés sincero y verdadero, sin malicia hacia mi. Creo que me siento un poco culpable, pero tal vez se me pase. Cuando estoy a una esquina para llegar a mí casa, comienza a llover y temiendo que mi telefono se moje lo guardo adentro del bolso. Comienzo a correr cómo si me persiguieran, pero ni el perro de mi vecino me ladra. Llegando a la puerta de mi casa, veo a Noah sentado en las escaleras de afueras, al parecer esperándome. Me acerco un poco y me quedo observandole. Él se levanta del suelo y se limpia la ropa. —Estaba preocupado. Pensé que algo había pasado. —se arrasca la cabeza. No sabe que decir.—. ¿Pasó algo? —No le debo explicaciones a nadie y menos a usted que solo es mi ginecólogo. No sé qué le di a entender, pero lo único que quiero es ser feliz. No se olvide de que solo es mi doctor, no mi amigo y si le di a entender de que quería un amigo, no es así. —digo altiva viendo cómo su cara se contrae. De inmediato su cara de preocupación se vuelve a una neutral la cual no me gusta. Parpadea más de una vez. Supongo que no se cree lo que le estoy diciendo. Sé que sueno un poco arrogante o altanera, pero nunca he tenido amigos y que mi doctor quiera serlo, desestabiliza mi vida un poco. Creo que el se siente igual de solo que yo. —Entonces siempre ha sido así. —baja la cabeza y choca sus pies en un acto de buscar las palabras adecuadas para el momento.—. Las personas que tratan bien a las personas lastimadas salen heridas por esas mismas personas. Si tanto no querías salir y no querías hablar debiste decirme a tiempo. —levanta la cabeza y fija sus ojos en mi.—. No perdona, fue mi error. Nunca debí invitarte a comer, nunca debi hacerlo y ese fue mi error. Querer ver una amiga en ti cuando solo eres mi paciente —cruza por mi lado y empieza a caminar hacia su auto. «¿Qué hice?». Él me gusta y lo estoy alejando. Al ver que se aleja y que lastimé sus sentimientos me hace pensar que soy una mala persona. Él estaba preocupado por mi y aparezco de la nada hablándole de esa forma. Soy muy injusta con él. Todo lo que hace y ha hecho es para ayudarme a no sentirme sola y no puedo negar que todo eso me gusta. Me gusta que se interese en mi. —Espera... —corro detrás de él. Agarro su mano derecha, pero se resbala por la lluvia.—. Por favor escúchame, ¿si? —¿Qué? Ahora te retractas de lo que dijiste. No lo digas, no soporto a las personas cambiantes. Si lo dijiste es porque lo sientes, así que no te retractes. —con la cara neutral me observa. —Me arrepentiré de hacer esto... —murmuro en voz baja. Estoy un poco confusa, pero tengo que hacerlo. —¿Hacer que? —lo callo con un beso. Lo he besado. Sí, lo acabo de besar. Le acabo de dar un beso. Un beso profundo bajo la lluvia. El beso es lento, solo tocando y rozando nuestros labios. Él no trapasa más allá de eso, su boca está estática al igual que su cuerpo. Sus ojos están pegados a los míos como si estuviera pasmado. Se separa de mi cómo si le quemara mi piel. Se agarra la cabeza y maldice en voz alta. Me mira como si he cometido el error más grande. —¡No debiste hacer eso! ¡No debiste hacer eso! —comienza a llorar y sollozando me dice lo mal que hice.—. Mis labios son solo de una persona y el último beso que me dio me lo acabas de quitar. Me quitaste el único recuerdo que tenía de la persona que más amé en esta vida. —se agarra la cara—. Quería ser tu amigo, quería ser tu apoyo y que no te sintieras sola, pero crees que después de dejarme plantado ¿te voy a sonreír? y, crees que robandome un beso ¿te perdonaré? Me gusta que las palabras sean verdaderas y las tuyas no lo son. El que no cumplas algo que dijiste que harías es cómo mentirme y es algo que odio. Me mintieron demasiado para volver a aceptar que otra persona haga lo mismo y no es que quiera ser exagerado, es que esto me duele. —Discúlpame, no lo sabía... —trato de tocarlo, pero no me deja y esquivando mis manos se aleja de mí. —Tu no lo entiendes. Amé a esa persona tanto que pensé en darle mi vida para siempre. No entiendes ni entenderás el significado de nuestro último beso. No quiero lastimarte, no quiero, pero necesito que lo entiendas. —me mira a los ojos.—. No amaré a otra persona más que a ella y aunque tu beso haya significado mucho para mi, no es igual que el de ella. A ella la amo y por ti solo siento afecto. Si quieres que siga siendo tu psicólogo lo aceptaré y si no también lo aceptaré. Desde un principio mi trabajo era hacerme pasar por tu amigo, que confiaras en mi y de esa forma hablarías de lo que te pasó. En ningún momento esto tenía que suceder. Es inaceptable para mí. Y se va. Me da la espalda llorando porque le quité el único recuerdo del amor de su vida. Duele haber roto nuestra amistad y en cuanto vaya a mi primera consulta trataré de arreglarlo. Veo como se aleja su cuerpo y siento el interés de ir detrás de él, pero no lo hago. Le daré espacio. —Puedes repararlo, solo necesitas esforzarte. —escucho cómo alguien dice esto detrás de mi. ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️ ¿Quién será? ¿Qué te pareció el capitulo? Para mi triste porque Noah todavía no supera a alguien del pasado y aunque esta sintiendo cosas nuevas por Kira él no lo va confesar. Él piensa que le debe respeto a su primer amor y es una muestra muy linda de su parte. ¿Creen que Noah logre perdonar a Kira por la plantada? ¿Creen que Kira logre sanar poco a poco el corazón de Noah? ¿Creen que Noah dejará que Kira entre a su corazón? ♡Eso lo veremos.♡
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD