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2785 Words
"Si vieras cómo yo te veo, te enamorarías de ti misma".♡ -Crystal Upia. 14 de agosto del 2018. Narrado por Noah: Ver su rostro tan dulce y tierno me hace pensar que por dentro ella solo es un vaso roto. Todos hemos estado rotos alguna vez en la vida y por eso me es tan facil entenderla. Ella es hermosa por fuera y esta destruida por dentro. Sus hermosos ojos cafés, su cabello riso amarrado en una cola y su hermosa piel mulata hace que quede cautivado en tan solo unos segundos. La observo lentamente dedicándome a mirar cada una de sus facciones para no olvidarme de ellas. No he visto nada tan hermoso como ella. —¿Por qué me dices eso? —sus ojos cristalizados me indican de que quiere llorar y no sé si es porque le gustó lo que dije o porque le molestó, aunque me inclino más a la primera a causa de que es posible de que nadie nunca le dijo lo bonita que es. Acerco la silla un poco mas hacia la cama y fijo mis ojos en los de ella, le respondo—: Porque todas las personas en el momento más difícil de su vida necesitan una palabra de amor, un te quiero, un abrazo y elegí decirle una frase muy bonita. ¿Qué le pareció? —le pregunto queriendo saber el por qué llora, pero mostrándome a ver que está nerviosa, solo niega con la cabeza y se seca las lágrimas. —Es lo más lindo que he oído en años, realmente gracias. —murmura. Me muevo en el asiento y me coloco rectamente, evaluando sus expresiones. —No preguntaré que siente, que piensa ni nada de eso. Sé que lo que acaba de pasar ha colocado un peso muy grande. No voy a obligarle, no lo haré. Cuándo se sienta preparada para hablar sobre la violación y el maltrato que sufrió en las manos de ese hombre, aquí estaré. —Pasmada y confundida, me mira. —Pensé que usted era el psicólogo y el ginecólogo que me atendería o eso me informaron. Se supone que me va a hacer preguntas. Se supone que tiene que atosigarme hasta que hable. —No me interesa atosigarla, me interesa que usted hable y converse conmigo porque así lo decide. Solamente soy su ginecólogo y yo le recomendaré a un psicólogo para que trate con usted y la ayude a sobrepasar este momento. —le explico para sacarla de la confusión—. Estudié la carrera de psicología, pero solo atiendo a un grupo específico, familiares y amigos, nada más. —espeto por último. Amo mi carrera. Estudié ginecología porque esta carrera me llamó la atención. Desde que a mi hermana la violaron aquel 17 de octubre, mi vida cambió. Siempre he sido muy apegado a mi hermana y el ver como ella entraba a cada corriendo, con las mejillas empapadas, me devastó. Cuando vi que subió a su habitación la seguí, me quedé en su habitación sentado en la cama, esperando a que saliera mientras ella se duchaba porque quería quitarse las marcas de las manos de ese hombre. Todo esto la marcó aún más a causa de que cuando fuimos al ginecólogo este no pudo hacerle una prueba de ADN para saber quién había abusado de ella. Desde ese día me prometí ayudar a las mujeres abusadas a que pudieran denunciar el hecho. Distrayéndome por varios segundos, no llego a darme cuenta de que la paciente abre la boca para expulsar el aire y comienza a abanicarse el cuello con su propia mano. Genial. Ella está más nerviosa. Causar eso en ella debe ser nuevo y creo que le servirá de experiencia. —¿Por qué estás nerviosa? —se sonroja y no sé por qué pregunté. Estupidez mía, pero que le hago. —Eres muy raro. —es lo único que dice y baja la cabeza queriendo esconderse. Me acerco aún más a ella y toco su barbilla haciendo que levante su cabeza para tener contacto visual. —No soy raro, la situación que se está presentando frente a ti es rara. —creo que estaría bien en hacer una excepción con la chica. Dejaré que vaya a mi consulta y seré el psicólogo que le atienda—. Irás a una consulta todos los martes y jueves por dos meses. Visitarás mi consultorio y allí me hablarás de lo que te sucedió. —sus ojos pierden el brillo que tenía y asiente. —No tengo dinero para pagar la consulta. Perdí mi trabajo o mejor dicho renuncié. —No tienes que pagar nada. Es gratis para ti, de vez en cuando me gusta salvar vidas. —le sonrío y ella también sonríe, entonces terminamos riéndonos de algo estúpido. A veces suelo ser muy creído, es parte de mi personalidad. —Está bien... —responde tímidamente. —Tengo que informarte algo y es que tengo que hacerte unos exámenes y me gustaría que me dieras el permiso. —con manos temblorosas y con la respiración forzada asiente.—. Bien, pues solo necesito que te recuestes y que abras las piernas un poco. Levantándome del asiento, empiezo a buscar los aparatos que utilizaré para su revisión. Encontrando a cada uno de ellos, me dirijo hacia la silla y colocándome los guantes y la mascarilla, comienzo con el proceso, mientras que ella solo me mira asustada. —No tienes que tener miedo. No te haré daño. Prometo ser rápido. —ella asiente y respira profundamente. Me coloco en el medio de sus piernas y posicionándolas correctamente para no golpearme con estas, impulso un aparato dentro de su cavidad vaginal. Veo que tiene un pequeño desgarre y que esto podría causarle dolor al sentarse. Sigo moviendo el aparato para ver si encuentro algo más. Después de 5 minutos, intento no hacerle daño al sacar el aparato y creo que lo he logrado, ya que su cara no me mostró molestia en ningún momento. Al terminar mi revisión bajo sus piernas y las coloco en la cama. Veo que tiene los ojos cerrados y al escuchar el ruido que hago en la habitación; abre los ojos. El desgarre fue por la brusca entrada que tuvo ese hombre al penetrarla y necesito llevarla a consulta. —No fue tu culpa. Nada de lo que sucedió, nada justifica lo que ese hombre te hizo. —la miro a los ojos queriendo darle un apoyo. —No importa, ya no. Sucedió y por más que me digan palabras de aliento, nada de eso aliviará la ira interna que tengo dentro. —sus ojos marrones cristalizados se clavan en los míos. Sus ojos son escandalosos y me alarman porque ellos dicen lo que Kira no quiere decir. Me doy por vencido y termino el tema. —Tienes un desgarre vaginal. —veo como levanta mitad de su cuerpo y en sus ojos veo el pánico.—. Qué no cunda el pánico. Tomando agua, colocándote bolsas de hielo en tu v****a, harás que vaya mejorando. Por lo normal un desgarre solo llega a durar 4 o 6 semanas. Así que tranquila, con algunas yerbas y en vapor de ellas, tu zona íntima volverá a estar igual de firme que antes. Deja de mirarme y baja la cabeza. Está avergonzada, pues me imagino que nunca fue atendida por un ginecólogo posteriormente. —No sientas vergüenza. Esto se queda entre nosotros. —Ella levanta la cabeza y me sonríe tímidamente. —Gracias por todo. Haré... —evita decir las palabras que dije.—. Lo que dijo. —Bueno..., ya me tengo que ir, sin embargo, quiero aconsejarte y es que intentes conocerte y trates de reencontrarte contigo misma a causa de que si lo haces me ayudarás y podré ayudarte a salir de la burbuja de dolor en la que estás encerrada porque aunque no me has dicho que has pasado en la vida, de igual forma lo veo en tus ojos. —me detengo de hablar por unos segundos—. Me pregunto si denunciarás la violación. —No —ríe para no llorar—. ¿Para qué? ¿Para qué no hagan nada? El hombre que lo hizo, por lo que pude ver está podrido en dinero y eso quiere decir que si lo denuncio él se las arreglará para borrar las pruebas. —airada me contesta. —Las pruebas de ADN puede ser una prueba irrefutable de ello... —Olvídelo, no me interesa estar en una corte y que todos me vean raro. No voy a solucionar nada y tampoco me dará paz el que él esté tras rejas. —niega con la cabeza—. No me hará sentir mejor. —Bien, si así lo quieres no puedo hacer nada más. —tristeza es lo que invade mi ser al escuchar sus palabras.—. Pasa una buena noche. —Levanto la mano y la muevo diciéndole adiós. Salgo de la habitación y mi corazón está muy acelerado. Se está conformando con que la hayan lastimado. Nunca había conocido a alguien que quiera quedarse de brazos cruzados en esta situación. Pueda que en su mente las razones del por qué no quiere denunciarlo están más que bien, pero en la mente de una persona lastimada por primera vez, no. Lo que me hace pensar que ella ha sido lastimada múltiples veces y llegó a la conclusión de que no importa si lo hacen una vez más. Me he quedado con ganas de hablar más con ella. Su forma de pensar es demasiado interesante, cómo me mira, cómo sonríe es muy cautivador. Intento quitar todos esos pensamientos de mi cabeza, ya que no están bien. Camino por el pasillo de la clínica y en el trayecto veo a un hombre vestido de doctor y porque conozco a todo el personal médico de esta clínica, sé que él no es doctor. Acercándome a recepción finjo leer unos documentos sobre pacientes, mientras miro hacia donde va. Entra a la habitación de Kira y sé que nada bueno trae el que este hombre haya venido a visitar a Kira cuando ella no tiene familiares y lo sé porque así dice su papel de identificación. Miro mi reloj queriendo ver cuánto dura este señor dentro de la habitación y veo que se está tardando. Camino hacia la habitación evitando pensar que ese hombre está aquí para hacerle daño. Abro la puerta de par en par y veo que está arriba de Kira asfixiandola con sus manos. Mi mente le manda órdenes a mi sistema nervioso y corro hacia el hombre, entonces cómo si fuera lucha libre, empujo al hombre con mis hombros y los dos caemos en el suelo. Él trata de levantarse, pero su brazo le falla y lo deja caer. Aprovecho la situación levantándome del suelo y caminando hacia él. Él cómo defensa más rápida de cualquier persona, me tira patadas para golpearme en el abdomen, pero me alejo de él y no logra su cometido. Se levanta del suelo y tira a golpearme en la cara con su puño, pero lo esquivo y tuerzo su brazo hacia atrás, pero nunca me conformo con hacerle está llave en el brazo si no que con mi mano abierta agarro su cuello y arqueo su cuerpo para atrás haciendo peligrar su vida, ya que si sé mueve puedo romperle el cuello y para mí no será un problema. —¿Qué intentabas hacerle? —le pregunto y este se mueve para zafarse de la llave que tengo en su cuello—. Si te sigues moviendo con un solo movimiento te romperé el cuello. ¡Habla o mueres! Respirando agitadamente intenta zafarse de mi agarre, pero lo sostengo más fuerte todavía. —Es mía, yo la hice mujer y nadie estará con ella a menos que lo desee y no lo deseo, así que muerta se verá más bonita... —le hago una llave en el cuello para así quitarle aire y pueda desmayarse. Al principio me hace fuerza, pero luego de varios segundos cae en el suelo. No quería hacerlo, me vi obligado. Hace dos años que no hacía este tipo de acto. Me he alejado del mundo de violencia, pero veo que nunca podré salirme de él. Kira no morirá y menos ahora cuando sé que puedo restaurar su vida y hacer que vuelva a hacer una persona normal cómo todas. Nadie muere en mi visión, absolutamente nadie. El personal policial del hospital entra a la habitación y corren hacia mi queriendo ver que ha sucedido. Ellos miran hacia la esquina y ven a Kira asustada en el suelo de la habitación, luego su vista se vuelve al hombre que está frente a mi cuerpo. —Llévense al hombre por favor. Luego hablaré con ustedes de lo que sucedió. —ellos asienten y empiezan a mover al hombre, cargándolo en grupo. Sin medir mis pensamientos busco a Kira en la habitación oscura y la veo en una de las esquinas retorciéndose y meciéndose, acto reflejo de que añadí un nuevo trauma a su vida. Lentamente, me acerco a ella y coloco mi cuerpo a su altura. Está sollozando y no puedo tocarla para consolarla. —¿Quieres hablarlo? —al decir esto ella levanta su rostro, me mira y veo cómo se contrae su cara. De repente se tira encima de mí pecho a llorar desconsoladamente y lo único que puedo hacer es acariciar su espalda. Intento no lastimar su brazo afectado así que la despego un poco de mi, sin embargo, de igual forma sigo abrazándola. —Él me violó, me violó y le dije que no me tocara, pero lo siguió haciendo. Le repetí tanto que no me tocara, que me dejara ir, pero le gustaba escucharme gritar y quejarme del dolor. Es un monstruo, es un monstruo. Lo odio, lo odio, lo odio. —golpea mi pecho sacando su furia y comprendo más que bien su situación. Agarro sus manos y esto hace que me mire. —Personas cómo ese señor no merecen vivir. Él no te lastimará más, ya no puede y me encargaré de que ningún hombre vuelva a colocarte un dedo encima sin tu consentimiento. Mírame preciosa... —me mira fijamente al mismo tiempo que las lágrimas siguen deslizándose por su rostro—. El hombre que se conformó con menos que venerarte, no merece tenerte y menos merece tocarte. Me abraza fuertemente y me permito por una vez más en mi vida tener debilidad por una mujer aunque mi primera debilidad ya no exista. Intento que Kira con este abrazo se sienta protegida, aunque sea por unos momentos. —¿Por qué eres tan bueno conmigo? ¿Por qué me das cariño y tratas de ser mi amigo? ¿Por qué te has interesado en mi bienestar desde que me conociste? —pregunta queriendo analizarme. —Porque todos en un momento hemos deseado que alguien nos cuide, nos acurruque y que nos de un abrazo. Todos en un momento de nuestras vidas hemos querido a un amigo sincero y más que a nada; un amor verdadero. A mi no me dieron amor y a ti tampoco, pero aun no teniendo quiero darte aprecio y cariño. Tu lo mereces más que yo, no estás tan rota. No tengo reparación, tu sí y por eso trato de salvarte para cuando estés mejor y veas el mundo de una manera diferente, puedas irte y ser feliz. —¿Y tú, no serás feliz? —con los ojos cristalizados y llenos de lágrimas sin salirse, me pregunta esto. —No todos pueden tener un final feliz. No puede ser feliz alguien el cuál su felicidad murió. La persona que me hacía feliz, ya no está y sin ella no hay felicidad. Prefiero hacer que otras personas sean felices. —posa su mano izquierda en mi mejilla. —Como acabas de decir, todos en esta vida necesitamos amor y afecto y tu no estás excepto de eso. En vez de querer arreglarme a mi, deberías arreglarte y luego si te queda tiempo reparame a mi, ya que de igual forma soy una traumada. —No veo a una traumada, veo a una hermosa chica queriendo ser amada... ❤️❤️❤️❤️❤️❤️ Segundo capítulo.♡♡♡♡ ¿Cuenten que les pareció? Hay muchos secretos por descubrir y, ¿ustedes están listas para saberlos? Eso lo veremos. Creo que Noah está traumado y tiene muchas cosas guardadas dentro de sí. A mi se me hace que esos dos terminaran amándose, pero es no lo sé yo, eso lo sabe el destino. Nadie sabe que pasará.♡♡♡♡
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