Die for you

8

"A veces una vida entera no es suficiente para olvidar un solo beso".

-Anónimo.

2 de noviembre del 2018.

Narrado por Noah Seier.

—Cómo amigos casi novios, tengo el deber de cuidarte y mimarte, por lo tanto no pensaba irme de tu casa y dejarte con muchas cosas que hacer. Necesitas descansar y organizar tus pensamientos y muchos oficios no ayudan —río y ella me da un beso corto en los labios.

Abrazo su cuerpo y acaricio su pelo suavemente.

—No quiero que te vayas. Quédate, por favor. —me mira ilusionada.

—Cuando sea el tiempo me quedaré contigo por siempre. Tengo trabajo y pacientes que me necesitan. —beso sus labios y muerdo su labio inferior.—. En cuánto termine, vengo y te atiendo.—le guiño el ojo y ella sonrie nerviosa.

—No me refiero a eso, Noah. Eres un mal pensado.

—¿De qué hablas? Pensé que me habías dicho que quieres que me quede contigo y te dije que iré a trabajar, termino y vengo a cuidarte. —enarco las cejas confundido, pero por dentro explotando de la risa.

—Si claro. —me corta los ojos.

Camino hacia la puerta y antes de irme miro hacia atras. Veo que Kira me está observando y murmuro para que lea mis labios "Cuando sea el tiempo me quedaré contigo".

Salgo de su casa y manejo hasta la mía. Trataré de no estar mucho en la casa de Kira, porque sé que eso podria terminar en tener sexo con ella y no quiero dañar la amistad y la relacion que comienza a existir entre nosotros. Al mismo tiempo mi cuerpo y mi corazón se contradicen con mi mente. Mi mente es racional y me recuerda estar pensante, porque si no saldré lastimado, pero mi corazón solo quiere estar cerca de ella y solo quiere vivir en sus brazos donde todo es mas comodo.

Puedo decir que mi lugar favorito es estar en sus brazos. Kira podría dejar de besarme y si solo me abrazara todo sería perfecto para mi. No me interesa pasar el dia entero comiendole la boca, solo quiero que me abraze, que me mime, que me acaricie el pelo, eso me da más tranquilidad que estar besándola a cada rato. Lo unico que deseo es que no me falte sus caricias, con ellas soy feliz.

Llego a casa y respirar el aroma que me dice que estoy en mi espacio, no me da tranquilidad. Solo estoy yo y la soledad; la que nunca me abandona. Intento darme prisa para llegar al trabajo, asi que no duro mucho en la ducha y me visto lo mas rápido posible. Antes de salir de casa, voy a la cocina y cojo una manzana para ir comiendo algo en el camino.



20 de noviembre del 2018.

Han pasado varias semanas en las cuales solo veo a Kira en la consulta.

La llevé a comer helado y luego de eso fuimos a un parque de diversiones de niños. Parecíamos dos adolescentes divirtiéndose haciendo cosas infantiles. Despues de esas salidas sola la llamo para saber como está. Me prometí a mi mismo ir a visitarla si es de total importancia, el estar en su hogar atenta a contra mi estabilidad emocional. Me estoy enamorando y he evitado hacerlo, pero no me ha funcionado.

Me ha flechado y me pregunto, sin embargo, no encuentro la respuesta.

Llego a mi consultorio temprano en la mañana y esta repleto de parejas e personas que vienen a consultarse. Esas personas tiene problemas familiares y matrimoniales los cuales tengo que ayudarlos a resolver.

Sin estar tranquilo varios minutos, mi secretaria me pasa papeles y informes de cómo van mejorando las personas y parejas. Lleno, reviso y firmo documentos tanto que tuve que cancelar todas mis consultas para terminar de firmas algunas cosas pendientes.

Paso la mañana y mitad de la tarde llenando papeles y describiendo las actitudes de varios pacientes en la consulta que tuvieron hoy en mi despacho.

Revisando en los expedientes de las personas que le doy ayuda mental, encuentro el expediente de Kira Howard, asi que decido revisarlo ya que no lo he hecho. En lo primero que me fijo es que no tuvo padres y vivió mayor parte de su vida en un orfanatorio y eso me hace confirmar lo que me ha confesado hace varias semanas. Olvidándome de mis pensamientos veo su numero telefónico y decido llamarle para ver cómo está.

Llamando a kira:

—¡Tardes porque buenas está usted señorita! —se oye un silencio en la linea.

—¿Quién es usted? —me pregunta Kira desconociendo que soy yo.

—Soy justamente la persona en la que estabas pensando hace unos minutos. —se carcajea y sé que ya sabe quien soy.

—Noah... eres un idiota, un idiota muy tierno. —ahora soy yo quien se ríe.

—Lo sé, lo sé, gracias señorita...—ella rie sinicamente.

—¿Por qué me dices señorita? —yo mismo me estoy haciendo esa pregunta.

—No lo sé, simplemente me gusta cómo suena en mis labios y me gusta dirigirme hacia ti con ese distintivo.

—Noah... ¿me escuchas? —oigo interferencias en la llamada y me preocupa.

—Si, preciosa. ¿Qué pasa? —no responde de inmediato.

—¿Puedes venir, por favor? No me siento comoda estando sola y escucho ruidos raros. —la llamada se corta y en ese instante mis sentidos se alertan de que algo pasa y salgo corriendo de mi oficina.

«Dios, Kira va a ser la principal causante de que me de un infarto». Pienso para mi mismo.

Salgo de mi consultorio corriendo como un atleta. No me es dificil saber dónde esta mi auto porque lo parqueo siempre en el estacionamiento. Al entrar en mi auto intento colocar las llaves para encender el vehículo, pero al estar tan impasible, se caen en mis pies.

Respiro profundo, trato de calmarme, sin embargo, el saber que Kira está en peligro no me ayuda. Agarro las llaves y las coloco correctamente, enciendo el auto y arranco como si estuviera en una pista automovilística.

Justamente hay mucho trafico y ahora estoy necesitando llegar rapido a casa de Kira. Acelerando el paso y pintando para que se muevan, puedo salir del trafico más rápido.

Llego y parqueo el auto frente a su casa. La preocupación me mata y el no saber que le pasa más todavía. Salgo del auto, sin antes tropezar por lo rápido que salí. Me reconpongo y sigo corriendo hasta la puerta.

—¡Nena, abre! —No llego a esperar mucho porque ella abre la puerta corriendo y de inmediato se tira encima mío, cómo si algo la persiguiera.

❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Esta mas que bueno este capitulo. Ahi les dejo con el suspenso.