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1523 Words
"¿Por qué no me miras a los ojos y me confiesas por una vez en tu vida que me amas y que me extrañas? No sé que esperas, hazlo rápido que me haces mucha falta". -Crystal Upia. 20 de noviembre del 2018. Narrado por Noah: Su respiración no es compasa. Puedo sentir los latidos de su corazón. Su pulso está alterado y quisiera preguntar el por qué, pero primero debo ver cómo está, ya que su bienestar para mi es más importante que todo. La abrazo fuertemente para que sienta que estoy con ella, que no esta sola y al mismo tiempo miro hacia los lados y luego enfoco mi vista en la puerta de la casa. Sin dejar de ver la puerta, levanto su barbilla y veo que está llorando. Estúpida impotencia. —¿Qué te pasa nena? ¿Te duele algo? ¿Viste algo que no te gustó? —me abraza nuevamente y esta vez ella aprieta su agarre en mi cuerpo, cómo si temiera que me fuera. —Estaba doblando mi ropa en la mañana además de que cociné y todo estaba bien. En cuanto llegó la tarde, comencé a leer un libro llamado seducción de Jodi Elle Malpas y así seguí leyéndolo hasta hace unos minutos a causa de que las ventanas empezaron a sonar cómo si alguien tirara piedras hacia ellas. —se acaricia el cabello colocándolo hacia atrás.—. Lo dejé pasar porque pensé que todavía sigo pasmada con lo sucedido hace semanas, sin embargo, cuando sonaron los vidrios de la ventana de mi habitación me espanté. No sé si hay alguien en la casa, ya no quiero estar aquí. Vivir sola y con miedo para mi ya es más que horroroso, es mortificador. —llora en mi cuello queriendo hallar consuelo y así cómo lo busca, lo encuentra. Acaricio su espalda lentamente queriendo darle consuelo y tranquilidad. La separo un poco de mi y la encamino hacia mi auto. Abro la puerta y me aseguro de que esté cómoda. —Quédate aquí, cerraré el auto para que nadie entre más que yo. Vengo enseguida.—ella agarra mi mano interrumpiendo mi marcha. —¿A dónde vas? —Pregunta a lo cual no le respondo, sino que solo beso su frente para que se tranquilize. —Iré a buscar tu ropa. No te quedarás conmigo sin tus utensilios y tus cosas personales, así que los buscaré y luego regreso contigo, ¿sí? —ella asiente y se recuesta más tranquila del asiento del copiloto. Antes de cerrar la puerta le coloco el cinturón de seguridad y beso sus nudillos, para luego cerrar la puerta e irme. Camino hacia dentro de la casa mirando todo a mi alrededor. Siempre me ha encantado evitar las sorpresas y en este momento más, ya que no sé quién ocaciono el miedo implantado en Kira. En busca de pistas no encuentro nada asi que por fin subo a la habitación de Kira. Recojo todo lo que creo importante como: su desodorante, pasta de dientes y cepillo dental, diez bragas, diez brasieres y algunos pantalones y blusas para que use, no olvidándome de sus zapatillas y/o zapatos. Al terminar de recoger lo que me llevaré, me posiciono en la ventana grande que ahora mismo está rota y veo a un personaje que no puedo ver bien a los lejos. Este solo me mira y luego da media vuelta y se va. En ningún momento pensé en seguirlo, porque ya de todas formas él sabe que ahora Kira tiene protección y no se atreverá a molestar hasta que baje la guardia y eso no sucederá. Salgo de la casa y la cierro con seguro para que ningún intruso entre en ella. Camino hacia el auto y al entrar en el, Kira toma mi mano y noto que esta nerviosa, así que calmando su ansiedad beso sus nudillos despacio y ella sonríe por lo que acabo de hacer. Ella hace que quiera ser cariñoso y no lo soy. Manejo lo más tranquilo posible hacia mi casa y no puedo estar más feliz porque estoy sosteniendo la mano de Kira. Es un paso muy grande el que ella se mude conmigo y sé que podría traernos problemas y hacer brechas en nuestra relación, pero eso no sucederá o al menos haré hasta lo imposible para que no suceda. Llegamos a mi casa y Kira no espera a que le abra la puerta, no. Ella se baja de coche y sale cargando sus cosas. Lentamente bajo del auto y observo su comportamiento sintiendo ternura, porque es lo que más puedo sentir. Rodeo el auto y le quito las bolsas aunque ella se resiste un poco, pero termina sediendo. Dejo caer las bolsas en el suelo y agarrando su rostro con mis manos, hago contacto visual. —Ya no tienes que hacer todo tu sola. Me tienes a mi. Seré tu ayuda idónea. Viviremos juntos, pero eso no significa que me lavaras las ropa o que me cocinaras. Preciosa, tengo manos y puedo hacerlo por mi mismo. Ayuda idónea, tu me ayudas y te ayudo. Cincuenta y cincuenta. —beso sus labios lentamente. —. No eres mi esclava, eres mi novia y sí, sé que no te he pedido que seas mi novia con globos o bizcocho o tal vez una fiesta y no te voy a prometer que lo haré, lo único que te diré es que te sorprenderé. —Kira se carcajea y mira alrededor de nosotros fijando su vista en mi casa. —Gracias y no te preocupes porque más feliz no puedo estar con que me cuides y que no me hayas pedido que sea tu novia cómo la mayoría de las parejas lo hacen, no es que digamos muy importante, con estar contigo me siento más que bien. —Como toda una seductora, se acerca, me abraza y me besa suavemente, disfrutando mis labios. Me separo de ella y le doy una sonrisa pícara y eso hace que gire la cara riendo descontroladamente. Entramos a la casa y dejo las bolsas de Kira en la isla de la cocina. —Tu casa es muy bonita y grande. Es aterradora realmente. —mi mente se paraliza por la revelación de Kira. Rodeo la isla y me acerco a donde está. —¿Por qué es aterradora? —ella me mira asustada cómo si temiera que le pegara y eso me dice que hay más problemas que debo resolver con ella. Tomando sus manos la acerco a mi para que controle su ansiedad e histeria. —Porque es muy grande y me recuerda al orfanatorio. —entiendo su punto de vista y veo que todavía no supera los abuso que cometieron esas personas hacia ella. —Preciosa, mírame... —ella fija su vista en mi.—. La mejor forma de olvidar es tratar de no recordar. Intenta olvidar el pasado y disfruta el presente, para que puedas ver el futuro. Estoy aquí nena. Puedes expresarte cómo quieras y no te pegaré ni te ofenderé. —beso su frente.—. Vive la vida despacio y tendrás menos preocupaciones. Vamos... Subo las escaleras con Kira agarrada de mi mano. Sé que le tiene miedo a los lugares muy grandes y muy pequeños. Pude reconocer su claustrofobia de inmediato y creo que con eso trabajaré primero. Quiero que comienze a olvidar todos sus traumas y dolores que le ha causado la vida. En cuanto abro la puerta de mi habitación, ella se esconde detrás de mi. Me río porque parece que fuera una niña y realmente me divierte sus actitudes. Entro a la habitación y ella hace lo mismo. Agarro sus manos y la coloco en el centro de mi habitación. —¿Has escuchando la canción de The weekend so call out my name? —responde que no con la cabeza y no entiendo cómo no ha escuchado una canción de él, pero obviando eso, sigo en lo que estaba.—. Pues cómo dice la canción "Quiero que grites mi nombre cuando te beso suavemente. Quiero que te quedes conmigo". Déjame que aprenda a quererte. —ella asiente y rodea mi cuello con sus manos. —Gracias por cuidarme aun cuando no soy lo mejor para ti —lo que me dice me deja perplejo. —Sé que si estamos juntos después de tanto sufrimiento es porque somos lo mejor el uno para el otro, lo único es que estamos dañados y no será fácil repararlos, pero nunca he dicho nunca y está vez no será la excepción. Después de que habláramos ella se fue a duchar para así dormirnos. Estaba en la cama acomodandome cuando escuché un grito agudo de Kira. Mi cuerpo reaccionó instantáneamente y me levante de la cama enseguida. Lo primero que hago es abrir la puerta del baño y lo primero que veo es a Kira recostada del lavamanos agarrándo su zona íntima y esa imagen me asusta. ¿Qué le pasa? ❤️❤️❤️❤️❤️❤️ Nenas, ¿Qué es esto? ¿Qué pasará? Ustedes digan.
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