Que alguien salve a la princesa

788 Words

Hoy es el segundo día que Keisha se encuentra en esa habitación de tortura, atada de pies y manos, con la muñeca sangrando a causa de los grilletes y con un frío que apenas puede soportar. Todo su cuerpo tiene magulladuras y su pierna discapacitada, está hinchada y morada, con un dolor punzante que recorre hasta su hueso. —Por favor —dice tan bajito que aquel hombre que la observa desde cierta distancia no consigue escucharla. Está cansada, hambrienta y sedienta. Sus fuerzas amainaron hace mucho debido a los golpes y el ayuno forzado. Su mente es un lío absurdo. Su mirada borrosa ya no le permite comprender con claridad lo que sucede a su alrededor, su único anhelo es poder librarse de este duro castigo al que está siendo sometida aun siendo inocente. —Hoy es el segundo día —murmura la

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD