Capítulo 3: Sangre

3609 Words
La clase de Alquimia había estado más aburrida que nunca para Selene. No sólo no habían practicado porque el profesor quería asegurarse de que aprendieran un contenido para el próximo examen, sino que además el él había estado hablando de un montón de reacciones que su hermano y ella ya manejaban a la perfección. Sus amigos también conocían el tema y pudo ver un par de veces a Gilbert bostezando y con su cabeza cayendo sobre la mesa, a lo que no pudo contener la risa. Los matones del grupo de Demyan también estuvieron demostrando su aburrimiento, aunque seguramente porque no estaban prestando la más mínima atención y mucho menos entendiendo, porque las reacciones alquímicas eran demasiado profundas para esos sujetos comprenderlas. Algunos decían que seguramente aprobarían igual porque eran ricos. Selene los odiaba y mucho, pero indudablemente ella no estaba dentro del "grupo privilegiado" y tenía que aceptar que, si supieran que era mujer, ni siquiera tendría forma de ser aceptada como investigadora en su sociedad. Tras la aburrida clase, el profesor había indicado que dejaría tarea para la próxima clase y que esto sería importante para la aprobación del próximo examen. Además, había hecho énfasis en que sería una actividad en parejas. Selene y Samael se vieron fijamente, sabiendo que serían el dúo perfecto; sin embargo, cuando el profesor dijo lo siguiente, ambos se paralizaron: —No quiero que ninguno de ustedes tenga problemas, así que juntaré las parejas incluyendo a un becado y a un estudiante que cursa sus estudios pagos —informó y Selene empezó a sentirse asqueada, y más a sabiendas de que el mal humor que tenía cuando su sangre bajaba era algo que no podría controlar tan fácilmente, especialmente ante esos niñatos—. Entonces... primero, Virkt irás con Gilbert. El pequeño enclenque empezó a temblar al ver que Virkt sería su compañero. Samael quiso protestar, pero Selene lo detuvo, ellos tenían que entender su lugar y tenían que aprender a lidiar con el hecho de ser los brillys, quienes eran menos importantes para la sociedad que cualquier noble. —Tomi, irás con Marcus. Que suerte había tenido Marcus de estar con el más tranquilo del grupo de nobles. A pesar de todo, Tomi probablemente apoyaría a Marcus y, quizás, buscaría aprender un poco del temario para no errar en el examen futuro. Selene suspiró con resignación. Hubiera querido que Tomi fuese su compañero. —Morgot, irás con Arthur. Selene estaba rezando para que no tuviera tan mala suerte de tocar con Demyan, no lo soportaba y no funcionaría, no lograría concentrarse y seguramente reprobarían y terminaría peleando con él. Empezó a rogarle a los dioses por tener su apoyo en ese momento. —Mikahil, irás con Robson. "Por favor, Demyan no, Demyan no" —continuó rogando Selene, cerrando con fuerza sus ojos y anhelando más que nunca que sus plegarias fuesen escuchadas. —Thorne, irás con Samael. Y el príncipe Demyan irá con Samuel. —Maldición —susurró por lo bajo Selene y vio cómo su hermano parecía estar a punto de levantarse para reclamar, pero le hizo señas de que mejor no. No quería seguir quedando como un cyrill ante Demyan y que pudiera descubrir que era mujer. Tenía que esmerarse en actuar lo más masculina posible, así estuviera sangrando en esos días. Su sangre no tenía por qué ser un obstáculo, pero tendría que investigar alguna forma de que la sangre se retuviera dentro de ella, así que eso significaba que tendría también que buscar un lugar para hacer algunos experimentos con diversos materiales que pudieran ayudar. Continuaron sus actividades del día y Selene decidió concretar una reunión con Demyan para hacer la tarea que les habían asignado. Sabía que, independientemente de lo que ella quisiera, tendría que asumir la responsabilidad, pero de todas formas intentaría hablar con ese bárbaro para ver si participaría o simplemente ella asumiría todo y, sinceramente, esperaba que ocurriera lo segundo. —Hola —saludó con la voz más masculina posible. Los matones de Demyan empezaron a reírse al ver a Selene ahí, ella simplemente los miró con fastidio e hizo como que no los veía. Demyan se acercó a ella. —¿Qué quieres, brilly? —Bueno, yo... sinceramente quiero que definamos qué días nos reuniremos para realizar las tareas que el profesor ha indicado —mencionó con desgano Selene, rogando a los dioses por una respuesta negativa. —No me interesa reunirme contigo. —La sonrisa de Selene se ensanchó con esas palabras. —Pues... No pudo continuar hablando porque en ese momento Demyan la interrumpió: —...pero entiendo que debo hacer esta estúpida tarea —afirmó con molestia y luego rodeó a Selene por los hombros con su fuerte brazo—. Además, ¿Cómo perder la oportunidad de molestar a mi brilly favorito. La sonrisa de Demyan se ensanchó ante eso último y se acercó mucho al rostro de Selene que sintió sus mejillas arder, pero luego su enojo se hizo mayor al darse cuenta de que ese niñato imbécil se estaba burlando de Samuel y lo que Samuel representaba para él. Y ella no iba a permitir que se burlaran del personaje que estaba representando, ella era un hombre que llegaría lejos y no permitiría que la actitud de ese imbécil comprometiera esa situación. —¿Pero qué te pasa? —Hizo un ademán de soltarse, pero Demyan la apretó más fuertemente, llegando a casi lesionar su cuello. —Te quiero calladito, brilly, no me hagas perder la paciencia —recriminó el príncipe, mientras Selene sentía que casi no podía respirar—. Nos veremos en la biblioteca mañana para revisar las fórmulas y los requisitos para elaborar las transmutaciones que pide el profesor en la tarea. Y el fin de semana nos reuniremos en el castillo para hacer el proyecto —le indicó al oído. Después de lo que dijo, soltó con brusquedad a Selene, que cayó al piso y segundos después su hermano se acercó a ver cómo estaba, mientras Demyan se apartaba del lugar. La chica golpeó a su gemelo por ser un idiota que casi nunca estaba cuando ella lo necesitaba y se levantó para irse corriendo a su habitación. No quería llorar delante de nadie, así que quería encerrarse en el baño para dejar salir sus emociones y de una vez aprovechar y tomar un baño. Subió las escaleras casi de dos en dos mientras con determinación se escondía de otros estudiantes que pudieran verla. No podía darle el gusto a nadie de llorar delante de otros hombres, pues se suponía que ella era Samuel, y era un chico tan masculino como cualquier otro. Llegó a la habitación y cerró con fuerza la puerta, para correr al baño y quitarse la ropa, entrando seguidamente a bañarse mientras lloraba desconsoladamente. El baño consistía en una serie de asientos colocados junto a unas fuentes que dejaban salir el agua desde arriba de ella al accionar una runa que activaba la salida del agua. Funcionaba muy eficiente y automáticamente, además de refrescar mientras caía en la cabeza de ella. Esto se encontraba en "cubículos" que separaban uno de otro asiento y permitían algo de privacidad, aunque por encima de la cabeza muchas veces era posible que quien estaba en el cubículo contiguo pudiera simplemente pararse y observar al de al lado. Lo cual evidentemente era algo que Selene no quería y por eso solía bañarse cuando no había nadie o no se encontraba ninguno despierto. Dejó caer el agua sobre ella y decidió intentar mantenerse tranquila, todo esto terminaría en algún momento. Miró hacia arriba pidiendo a los dioses por un apoyo que le permitiera aguantar los próximos años, porque realmente quería tener la posibilidad de estudiar, aunque sacrificara la posibilidad de casarse o lo que fuese. "Aunque, después de conocer imbéciles como los nobles, sinceramente no me interesa ni un poco casarme" —gruñó al recordar al príncipe Demyan. Odiaba a ese príncipe imbécil y no quería tener que lidiar con él, especialmente no después de que la había agredido físicamente y dejado sin aire dos veces, pudo haberla matado ahorcándola, pero igualmente nadie se habría metido. Porque ella era simplemente un brilly plebeyo y, en cambio, Demyan era el príncipe heredero. Lloró mucho más y casi no podía contener las lágrimas que bajaban por sus mejillas incesantes. —¡Lo odio! —exclamó ella lanzando un puñetazo a la pared y sin dejar de llorar. Miró hacia abajo y se horrorizó en ese momento: su sangre bajaba por la entrepierna y recorría un camino hacia sus pies, dejando. Su expresión fue de horror en ese momento. Ni siquiera se había preparado para lo que estaba ocurriendo, su cuerpo la estaba traicionando en ese momento, no sabía qué hacer, tendría que limpiar el cubículo por si alguien más lo necesitaba y ni siquiera había preparado algo para cubrirse. Se levantó a toda velocidad y tomó un paño que había en el lugar y simplemente corrió hacia su baúl en busca de algunas telas gruesas que pudiera utilizar para colocarse preventivamente y un espejo y regresó corriendo al baño. "Nunca he hecho esto, pero creo que lo primero que debo hacer es saber qué tengo ahí abajo si quiero hacer algo que funcione" —pensó algo nerviosa mientras se colocaba en el asiento, pegada lo más rápido posible de la pared y desviaba un poco el agua para que no dejara de caerle. Había dejado sus cosas en una repisa que estaba en el mismo cubículo y tenía sólo frente a ella su espejo. Abrió las piernas con un tremendo sonrojo y las colocó a los lados del cubículo para tener una visión más amplia de lo que tenía en ese lugar. Casi ni quería ver, sintiendo sus mejillas arder como nunca, pero colocó el pequeño espejo frente a su intimidad, sorprendiéndose con lo que vio. A pesar de que había visto ya algunas imágenes en libros de texto que había robado de su hermano en la adolescencia, que él decía que usaba para "aprender sobre el cuerpo femenino", jamás había visto de forma directa lo que ella tenía entre las piernas. Y era tan diferente que lo que había visto en los hombres, especialmente cuando había visto orinar en la calle a sus compañeros de clase la semana anterior que habían decidido ir a "ingerir alcohol para conocer los efectos del alcohol en todos ellos". Bufó pensando en que era surreal que los hombres tuvieran más oportunidades que las mujeres, siendo que eran más idiotas y se dejaban afectar por cosas banales. Mientras que las mujeres tenían una mayor conexión con la madurez que podría ser mucho más eficiente al estudiar y lograr avances científicos. Selene continuó mirando su entrepierna y vio que parecía una especie de animal marino con dos conchas a los lados, y en el centro un botón extraño, y un poco más abajo de ello un agujero por donde salía la sangre. "¿Qué será este botón?" —pensó con curiosidad Selene. Acto seguido, pasó su dedo por el lugar, sintiendo una sensación muy placentera que le llamó la atención. Acarició un poco más el botón, dándose cuenta de que verdaderamente se sentía relajante y delicioso, quería tocarse más, pero decidió reprimir eso porque necesitaba primero solucionar lo de la sangre. Después de experimentar con eso, vio el agujero que tenía, que parecía bastante más estrecho que los que mostraban los libros. Así que decidió pensar bien en todas las imágenes, recordando una que decía que las mujeres que no han tenido relaciones sexuales, tenían ese agujero "más cerrado". Así fue cómo comprendió que su agujero estaba así por no haber estado nunca con ningún hombre. "Eso es un problema, pero aparentemente puedo colocar algo aquí, que no sea muy grande y quepa por el agujero, eso probablemente serviría para no dejar salir sangre" —pensó analizando las características, mientras veía salir la sangre por ahí. Se levantó del asiento y tomó la tela que había agarrado en su baúl, cortándola un poco más pequeña para conseguir que estuviera de un tamaño razonable y poderla introducir en ese lugar. La hizo lo más pequeña que pudo y luego procedió a sentarse nuevamente y colocar el espejo frente a ella, mientras introducía el pedazo de tela. Dolía un poco introducirlo, pero lo hizo con delicadeza para no "abrirse", por si algún día llegaba a casarse, no pensaran que no era virgen. "Lo dudo, pero puede pasar y no debo rechazar esa posibilidad" —pensó terminando de introducir la tela. Después de acostumbrarse dolía menos. También empezó a sentirse un poco más cómoda con eso adentro y la sangre dejó de salir. "Esto fue más fácil de lo que había pensado" —pensó mientras se ponía a limpiar con el mismo paño que había utilizado para cubrirse. Tendría que echarlo a la basura después de limpiar todo, pero igualmente ya estaba lleno de sangre, ya que lo había usado para cubrirse bien y así salir a buscar cosas en su baúl sin manchar el piso en el camino. De igual forma, tenía que comprobar que no hubiera quedado ni siquiera un pequeño residuo de sangre en el camino que había trazado. Terminó de limpiar y se vistió nuevamente como Samuel para salir. Y justo mientras buscaba un saco que pudiera botar en la basura con el paño, oyó la puerta de la habitación abrirse, lo que la alertó para apurarse en guardar el paño. —...y así fue como conseguí convencer a Virkt de que me dejara hacer todo y ahora no tendré que preocuparme por nada, salvo que me dijo que si llegaba a informarle a alguien que él no se había reunido conmigo, me mataría —oyó decir Selene a Gilbert mientras terminaba de guardar el saco bajo la cama para arrojarlo en la noche, cuando todos durmieran. La chica se sentó en su cama y abrió un pergamino para fingir que leía, mientras terminaban de entrar sus compañeros. —Samuel... estás aquí, no te veía desde la clase de Alquimia. No fuiste a comer con nosotros y en una hora tenemos clase de Astronomía —mencionó Marcus que entró a la habitación primero y se sentó en su cama, que justamente estaba frente a la de Selene y podía verla. —Preferí venir a bañarme, comeré luego —expresó ella encogiéndose de hombros. —Yo también necesito bañarme urgentemente —afirmó también Samael quien había entrado y se paró en medio de las camas de Marcus y Selene—. Iré a hacerlo de una vez. Nosotros no tuvimos tanta suerte como ustedes que se bañaron después de educación física. —Privilegios de ser eliminados rápido —se burló Gilbert y Selene bajó su pergamino para mirarlo con desaprobación. Vio en se momento a su hermano darle un puñetazo en el hombro a Gilbert y retirarse hacia el baño de la habitación. Respiró profundamente y negó con la cabeza antes de volver a su pergamino. —Deberíamos practicar para no hacer el ridículo la semana que viene —señaló esta vez Robson. —Robson... ¡Somos brillys! ¡No vamos a mejorar en pocos días! —Arthur parecía desanimado—. Dormiré un rato, me despiertan para Astronomía —finalizó y se fue a su cama, cerrando todas las cortinas de esta para dejarse llevar al mundo de lo sueños. Selene sonrió con todo esto y guardó su pergamino, que realmente no estaba leyendo. —Parece ser que los más normales somos nosotros, Marcus —se burló ella. —Tal vez, aunque quizás uno de nosotros es un mentiroso —afirmó encogiéndose de hombros y cerrando las cortinas—. También tomaré una siesta. Despiértame para la clase, Samuel. Esas palabras dejaron completamente descolocada a la chica, pensando en que quizás por la inteligencia y la agudeza de pensamiento de Marcus, este había descubierto su secreto. Necesitaba averiguarlo cuanto antes. ... La clase de Astronomía era la favorita de Gilbert, quien aprovechaba siempre para responder todo lo que pedían. Mientras tanto, Selene y Samael se dedicaban a trazar coordenadas de estrellas y analizar posibles cambios en el movimiento de la luna. Tenían la teoría de que la luna podía ejercer un efecto curioso en la generación de magia de algunos de los magos más famosos y que por eso se explicaba que hubiera circos ambulantes que trabajaran de noche y que llegaran y desaparecieran de los pueblos rápidamente. No obstante, no tenían como probar esa teoría y se quedaba limitada a "teoría". Como parte de su investigación teórica, complementaban esos datos con las visitas del circo a la ciudad donde vivían y los horarios en que se hacían algunas de las actividades. Lamentablemente, nunca duraban mucho tiempo por la poca cantidad de personas que vivían en su pueblo. No obstante, el circo había llegado a la ciudad tres días después de ellos y habían ofrecido que estarían ahí por unos dos o tres meses, por lo que estaban aprovechando Selene y Samael para utilizar todo lo que estaban aprendiendo en Astronomía para probar su teoría. —Deberíamos ir al circo el fin de semana —susurró Samael a su hermana mientras trazaba una línea entre dos estrellas, encontrando que su posición con respecto a la luna era bastante curiosa—. Según lo que estoy viendo en mis análisis, la posición de estas estrellas y la luna tendrá una coincidencia con la vez que fuimos al circo cuando teníamos 14 años, así que creo que podría ser algo que nos ayude con nuestra teoría. —Bien, pero no te quiero ver ligando a ninguna golfa de las que trabajan en el circo —susurró enojada, recordando que en su última ida al circo cuando tenían 18 años, la había abandonado en una jaula de simios mientras se follaba a una de las trapecistas. Él sólo sonrió y le dijo: —Perdón, pero sabes que mi debilidad son las mujeres. Selene lo miró con enojo y siguió en lo suyo. El problema era que también el fin de semana tendría que reunirse con el niñato insoportable de Demyan, así que no pudo evitar sentirse incómoda al pensar en que quizás no podrían hacer nada esa semana. —Me interesa lo de la luna, confieso, pero tengo que reunirme con Demyan el fin de semana —comentó Selene en voz baja con algo de disgusto—. Igual sería muy útil confirmar esto, porque podríamos buscar una forma de desarrollar poderes mágicos siguiendo la energía que suponemos que tiene la luna. —Odio a ese príncipe —dijo en un tono de voz un poco más alto Samael. —Shhh —lo silenció Selene—. Te puede escuchar. Samael bufó. —Hablemos mejor esta noche, pero creo que lo primero que debemos hacer es corroborar la posición de las estrellas. Terminemos esto que necesito examinarme —explicó, dejando un poco confundido a su hermano. No podía decirle nada en ese momento, pero le preocupaba bastante que su sangre sobresaliera de la tela y hubiera problemas de manchar sus ropas. Además, era un gran problema para ella saber que su sangre estaba saliendo cada vez más, entonces eso tampoco la dejaba tener un 100% de concentración. Quería ir al baño o a otro lugar "secreto" y revisarse nuevamente, de forma que comprobara la duración de esa tela en su agujero. También pensó que necesitaba investigar un poco sobre los nombres que tenían cada una de las partes de sus genitales, así sería mejor para nombrar y explicar las cosas. "Aún tengo mucho que aprender te mí misma" —pensó mientras finalizaba sus actividades. Pidió permiso para salir apenas entregó sus tareas del día y fue evaluada, recibiendo una puntuación de 80 de 100 puntos por sus cálculos y sus análisis. Su profesor la felicitó y ella salió de una vez para aprovechar que ya no tendría más clases y luego corrió a su cuarto de inmediato. Decidió esta vez encerrarse tras las cortinas de su cama y revisarse con el espejo. Lo bueno de las cortinas era que no permitían ver a la persona o lo que estuviera haciendo tras las cortinas desde afuera, pero permitían saber si había alguien cerca y así abrirle las cortinas. Al verse en el espejo, notó que ya estaba bastante lleno de sangre el trozo de tela, pero sólo tendría que cambiarlo. Eso hizo, estimando un pedazo casi igual al que ya tenía y cambiando rápidamente uno por el otro antes de hacer desastre, para luego vestirse y buscar el saco que tenía bajo la cama y agregar el pedazo de tela ensangrentado. "Tendré que gastar mis ahorros en suficiente tela, porque necesito para varios días y puedo estimar que se debe cambiar cada cuatro horas" —razonó mentalmente, mientras se acostaba aún cubierta por las cortinas. Pensó en que había superado ya su primer día de sangrado sin que nadie se enterara que era chica, pero tendría que decirle a Samael que la ayudara a comprar suficiente tela, pues no iba a poder reciclarla ya que no podría "colgar" los pedazos de tela en un tendedero sin levantar sospechas extrañas. "Ahora sólo me falta que no me descubra el niñato de Demyan... e intentar entender qué es lo que sabe Marcus" —pensó, mientras sus ojos iban cerrándose ante el sueño, a pesar de que aun no era de noche, pero necesitaba un pequeño descanso antes de tener que bajar a botar la basura dejada por su sangre. Que problemático era ser mujer y tener que experimentar lo de la sangre.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD