Después de explicarle casi todos los días a Demyan, Selene sólo esperaba que el príncipe dejara de molestarla, pero debió imaginar que eso no sería algo que él haría. Por lo contrario, Demyan había escogido hacerla sufrir y obligarla a ir todos los días a estudiar a su habitación, cosa que no sólo le resultaba repulsiva porque realmente parecía que nadie limpiara (incluso aunque se suponía que las mucamas deberían hacerlo), sino que además le hacía sentir incómoda y soñar extrañas cosas como que Demyan estaba persiguiéndola por los pasillos de la escuela y la besaba como nunca alguien lo había hecho (y le gustaba, aunque realmente nunca la habían besado).
—¿En qué piensas, brilly? —cuestionó Demyan al verla tan ensimismada.
—Nada importante —contestó ella tranquilamente—. ¿Terminaste? Las matemáticas del examen de mañana son muy avanzadas y probablemente el enfoque sea que haya que cacular cosas de ingeniería que no sé cómo vas a prefeccionar de un día para otro —habló ella con molestia, sabiendo que era casi imposible que Demyan aprobara esa materia.
—¿Estás diciendo que soy incapaz de aprobar? —preguntó él, molesto, agarrando a Selene por el cuello—. Escúchame, Samuel Von Strauss: ¡Vas a hacer que apruebe o vas a conseguirme mujeres! ¿Está claro? ¡Y no me importa si te expulsan de la escuela! Tendrás que arreglártelas.
Selene quería replicarle, pero la estaba apretando con tanta fuerza que ella estaba casi pensando que se desmayaría. En ese momento, finalmente Demyan la soltó y ella se agarró el cuello para calmar el dolor. Ese sujeto era un bárbaro y ella estaba cansada de hacer cosas por él, ¿qué clase de imbécil era, que estaba dispuesto a usar su poder real para agredir a otros? Definitivamente odiaba a la nobleza y esperaba algún día tener la posibilidad de exteriorizar eso libremente.
...
Los días de los exámenes se pasaron bastante rápido. Y todos, incluo los matones insoportables de los amigos de Demyan, habían estado concentrados en estudiar y aprobar. Durante esos primeros días del invierno no hubo ningún tipo de agresiones contra los brillys, sino que todo fue tranquilidad y compañerismo. Hasta Gilbert estaba tranquilo y no se había quejado de que se hubieran metido con él, aunque honestamente Selene seguía con ganas de arrancarle uno a uno los dedos de la mano, para hacerlo sufrir lentamente como venganza por lo que estaba viviendo con Demyan.
Los resultados serían entregados la semana siguiente, pero el compañerismo duró incluso hasta el fin de semana, dado que Demyan había ofrecido hacer una fiesta en el castillo antes de la entrega de los resultados, asegurando que se sentía confiado de haber aprobado todo. Selene no estaba nada segura de eso, era casi imposible que ese príncipe hubiera conseguido aprobar, pero ella prefirió disfrutar de los últimos días de paz.
Había que reconocer que la ropa de gala de hombres era hermosa y, aunque le hubiera gustado poder ir en un vestido largo como esos que llevaban las princesas de los cuentos que le contaba su mamá, ella tenía que aceptar que ella no podía vivir bajo la mismas reglas que las mujeres, si deseaba ser feliz y cumplir sus sueños de ese lado del océano.
Ella llegó con su hermano y con Gilbert un rato después de iniciada la fiesta, dado que Arthur y Robson se habían ido temprano para "conocer las nenas que el príncipe les ofrecería". Tenía la hipótesis (casi confirmada) de que los hombres pensaban más con su "amiguito" que con su mente. Marcus no se había visto por ningún ladocuando iban a salir, pero la verdad era que ese chico siempre aparecía de la nada, así que supusieron que se lo encontrarían en la fiesta en algún momento.
El castillo tenía muchas decoraciones ese día, y una música ligera amenizaba la velada. Sólo había estudiantes de su universidad, pero también estaba Dymion y ella no pudo evitar sonreír con dulzura al verlo. Lo saludó de inmediato y él le devolvió el saludo.
—¿Cómo has estado, Von Strauss? —saludó Dymion y Selene sonrió alegremente.
—Muy bien, Su Alteza. Hace mucho que no lo veo en las mañanas de los sábados —mencionó, intentando no cometer una osadía, pero lo cierto era que lo extrañaba y extrañaba esos momentos a solas con él.
—He tenido que ocuparme de muchos asuntos que deberían ser responsabilidad de mi hermano —bufó indignado—. No sé cuándo piensa madurar, pero espero que realmente haya conseguido aprobar todo, porque el profesor Diyor vino directamente al palacio a decirnos que se quedará en vacaciones si reprueba incluso una materia, que él se encargaría de ello.
Dymion miraba a su hermano mientras hablaba, con una mirada enojada. En tanto, el menor de los hermanos se encontraba rodeado de mujeres sirviéndole y él mirándolas como bobo y tocándolas sin disimulo de vez en cuando. Definitivamente ese Demyan era un asco y no merecía el trono.
—Siento mucho que esté teniendo que lidiar con eso, Su Alteza —habló ella con tranquilidad, intentando parecer comprensiva con la situación.
—¿Quieres dar una vuelta por los alrededores? Aparentemente estos sujetos van a enloquecer —expresó con incomodidad, al ver a Gilbert perseguir a unas de las mucamas, que se reía divertida como si realmente le gustara ser perseguida por ese enano.
—Pues... no veo por qué eso pueda tener algo de malo —concordó ella, que notó que su hermano tenía una mujer extraña sobre las piernas e intentaba besarle el cuello.
Defintivamente el único hombre que valía la pena en ese lugar era Dymion.
Salieron discretamente por un pasillo posterior que daba a una entrada trasera para el salón de fiestas y después corrieron hacia el jardín, riéndose al llegar a una zona central en la que había una fuente muy bonita y una estatua. Dymion se sentó en un banco cercano e invitó a selene a sentarse junto a él.
—Me gusta mucho este lugar —señaló Dymion mirando hacia el cielo.
—Es muy bonito —aceptó Selene, intentando no sonar muy femenina, pese al ambiente tan hermoso que había, que bien podría ser sacado de libros de romance que normalmente eran del gusto de las mujeres nobles que tenían algo de educación y sabían leer, y libros que Selene había leído casi por mera casualidad, porque su madre siempre compraba libros de todo tipo para nutrir a sus hijos—. Mi hermano también suele ser un imbécil cuando hay mujeres a su alrededor, creo que tiene que dejar de pensar con su v***a —comentó algo enojada, recordando cómo Samael había estado con esa chica.
Dymion bufó.
—Yo pienso que es más importante conectar con alguien antes de querer tener cualquier tipo de intimidad con esa persona, no entiendo cómo pueden ir de una chica a otra, como si no les incomodara —opinó Dymion, sin dejar de mirar el cielo.
Hubo un silencio entre ambos, pues en ese momento estaban mirando las estrellas. Eran demasiado hermosas y la hacían sentir muy bien. Esa noche no había luna y ella sentía mucha calma asociada con esa fase. Recordó que las noches sin luna se decía que algunas personas podían no tener suficiente alcance de poder en esos momentos, pero que si acumulaban suficiente magia s****l en esas fechas, podrían compensarlo. Sintió curiosidad por cómo sería darle un beso a Dymion en ese momento, pero tuvo que contenerse, porque estaban en el castillo y tampoco podía hacer algo tan precipitado y arriesgarse a que consideraran que Samuel era un cyrill.
En ese momento, sintió que tomaban su mano y volteó hacia Dymion.
—¿Te incomoda? Lo siento mucho —se disculpó, mientras apartaba la mano.
—Creo que es inapropiado, y podría tergiversarse —expresó Selene, alejando también su mano, pero sintiendo que su corazón se aceleraba muchísimo.
Era terrible no poder ser más femenina o dejarse llevar por sus sentimientos en ese momento, y es que la verdad ella sí quería que Dymion le tomara la mano.
—Debo irme, seguramente mi hermano se preguntará dónde estoy. —Y, dicho eso, Selene se retiró corriendo lo más rápido que pudo.
Los latidos eran tan fuertes que pensó que dejaría de respirar, pero por suerte pudo llegar al castillo y pegarse de una pared para intentar recuperar la respiración antes de entrar nuevamente a la fiesta. No era momento para andar pensando en tonterías.
...
La semana siguiente prácticamente fue sólo de esperar los resultados de los exámenes, que fueron presentados en una tabla general al final de la semana. Las notas estaban listadas por columna, en donde estaban los 12 nombres de los alumnos de primer año. Y las materias estaban marcadas horizontalmente: Actividades Deportivas, Alquimia, Armamento, Astronomía, Brebajes y Pócimas, Guerras y Conflictos, Historia Antigua, Historia Moderna, Literatura, Matemáticas y Runas Básicas. Se conseguía aprobar con 60 puntos de 100 y los resultados de Selene fueron:
Actividades deportivas => 63 puntos.
Alquimia => 87 puntos.
Armamento => 74 puntos.
Astronomía => 100 puntos.
Brebajes y Pócimas => 95 puntos.
Guerras y Conflictos => 78 puntos.
Historia Antigua => 93 puntos.
Historia Moderna => 98 puntos.
Literatura => 100 puntos.
Matemáticas => 91 puntos.
Runas Básicas => 97 puntos.
Pensó en que su nota de Alquimia pudo haber sido mejor si no hubiera ayudado a Demyan, pero no le quedaba de otra que apoyarlo, ya que era su compañero obligatorio de grupo. Las notas de su hermano, por otra parte, fueron mucho mejores en las materias relacionadas con la gestión de guerra, cosa que realmente a ella no le interesaba mucho, ya que pensaba que la tecnología debía utilizarse para ayudar, no para contribuir a peleas innecesarias. Además, su hermano no tenía a un tarado como compañero de Alquimia. Las notas de Samael fueron:
Actividades deportivas => 61 puntos.
Alquimia => 96 puntos.
Armamento => 99 puntos.
Astronomía => 100 puntos.
Brebajes y Pócimas => 86 puntos.
Guerras y Conflictos => 92 puntos.
Historia Antigua => 100 puntos.
Historia Moderna => 92 puntos.
Literatura => 88 puntos.
Matemáticas => 99 puntos.
Runas Básicas => 100 puntos.
Junto a las notas de Selene, que era el penúltimo de la lista (Samuel Von Strauss), se encontraban las notas del despreciable príncipe, Demyan Zhaum, y Selene por un momento creyó que estaría bien librada de todo:
Actividades deportivas => 100 puntos.
Alquimia => 87 puntos.
Armamento => 75 puntos.
Astronomía => 65 puntos.
Brebajes y Pócimas => 85 puntos.
Guerras y Conflictos => 93 puntos.
Historia Antigua => 77 puntos.
Historia Moderna => 68 puntos.
Literatura => 62 puntos.
Matemáticas => 60 puntos.
Runas Básicas => 55 puntos.
El príncipe había reprobado Runas Básicas, la materia del mismo profesor que lo había amenazado con dejarlo durante todas las vacaciones de invierno. Ella no quería verle la cara, pero en ese momento volteó ligeramente hacia él y en su mirada, contrario a una mirada de odio sólo había sorpresa.
Selene prefirió escabullirse en ese momento, pues esa misma tarde todos se marcharían y oficialmente empezarían las vacaciones.
Necesitaba zafarse del príncipe cuanto antes.