CAP 27 CORINTEX

1093 Words
Melina llegó hasta ellos regalándole una gran sonrisa a Mario. “Hola”. Giro al ver a Nidia que no tenía buen semblante, ella frunció el ceño hacia Melina. “¿Lo conoces?”. Melina asintió, Mario se quedó callado mirando a las dos mujeres. “Si, lo invite hoy como mi acompañante”. Nidia resopló. “Creía que tenías mejores gustos Melina”. Melina no entendía. “Salimos hace algún tiempo”. Se escuchó la voz de Mario. El presentador empezó el evento, Nidia se alejó de ellos, Melina miró a Mario. “Hablaremos más tarde”. Mario afirmó quedándose en su lugar perdido en sus pensamientos. “Buenas noches a todos, hoy estamos aquí para darle la bienvenida a una nueva visión, lo moderno, lo sofisticado que debe poseer una gran empresa, como muchos sabrán la compañía TEXUS llegó a la ciudad abarcando el mercado rápidamente, ahora se une a la corporación dando un nuevo enfoque a la diversidad de los materiales y productos, pero todo esto no sería capaz sin hablar de los primeros fundadores de este gran proyecto, la familia Rinaldi que trabajó duro para que esta empresa fuera hoy lo que es, aunque hubo algunos tropiezos, la corporación hoy en día vuelve a trabajar con los valores y cimientos con los que empezó hace muchos años…“ Se mostraba en la pantalla fotos de años antes cuando sus abuelos y su madre vivían y trabajaban en la empresa, Rosalía observaba todo desde su mesa, Nidia y Melina estaban sentadas su lado, Leonel seguía de pie no muy lejos de ahí pero no había notado a la mujer, había mucha gente. El presentador siguió. “Ahora, la empresa vuelve hacer lo que era antes… Corporación Rinaldi y fusionada con TEXUS se convierte en CORINTEX, ahora damos la bienvenida al escenario a la fundadora y dueña absoluta de CORINTEX la señorita Rosalía Rinaldi”. La copa de Miriam cayó al suelo al escuchar al presentador, Otto había desaparecido por completo del plano empresarial y lo peor es que Rosalía era la dueña y presidenta. Las mujeres que estaban con ella fueron alejándose, mientras ella seguía en trance. Leonel frunció el ceño al escuchar que una mujer había sido capaz de convertir todo eso en algo grande, estaba interesado en saber cómo era esa mujer, levantó la vista para observar quien subía al escenario. Rosalía sonrió a su alrededor levantándose muy feliz de su lugar, mientras saludaba algunas personas ella caminaba firme hasta el escenario, esta era su momento, pensaba en su mamá, en sus abuelos, en todo lo que había perdido estos años, ya no más, nadie se burlaría ni aprovecharía de ella nunca más… Nidia y Melina la siguieron, eran sus personas de confianza, sin ellas mucho de esto no se hubiera logrado. Antes de subir giro a ver la mesa de Pablo por un instante, él no dejaba de verla en silencio mientras se escuchaban los aplausos de la gente. Rosalía llegó hasta donde estaba el presentador, el hombre le dio el micrófono. Leonel perdió el aliento por un momento reconociendo a la mujer y susurró su nombre. “Rosalía…” No apartó la vista de ella, estaba hermosa en ese vestido rojo que acentuaba su figura, su sonrisa era tan llamativa y bella. “Buenas noches a todos, como lo dijo Míster Charles, hoy llega una nueva era para el mundo del diseño, no solo en prendas de vestir y la última moda, sino también en el diseño de interiores, nuestra fábrica está creando nuevos productos que llegarán al alcance de todos y nuestros mejores diseñadores crearan sus sueños realidades en sus hogares y estancias, CORINTEX será conocido por todo el mundo pronto”. Todos aplaudieron, Rosalía bajó del escenario después de explicar los cambios, la comida se sirvió entre platicas amenazas y los chismes del momento la gente degustaba la comida, Rosalía caminaba por las mesas saludando a todos, la música empezó, Pablo se levantó de la mesa, Dora lo siguió pensando que quería que bailaran, pero el se giro negando. “Quédate aquí”. Dora se quedó pasmada de pie mirando a su esposo irse, la gente de la mesa la miró con extrañeza y ella solo volvió a sentarse llena de vergüenza. Pablo se acomodó el traje e iba directo hacia Rosalía, ella hablaba con una mujer, pero pronto un hombre se acercó con una copa. “Hola”. Rosalía giro a verlo, era el hombre del hotel. “Hola… ¿Lo conozco?”. Ella se hizo la desentendida. Leonel se acarició el pecho en forma de dolor. “¡Auch! nunca antes me habían dicho eso…” Él sonrió. “Mi nombre es Leonel… Leonel Orozco”. La mujer al lado de Rosalía abrió mucho los ojos. “Usted es el presidente de SECURITY HOME”. Leonel asintió. Rosalía estaba interesada. “¿SECURITY HOME?”. La mujer dijo. “Es la mejor agencia de seguridad en el extranjero, pero... ¿Qué hace aquí?”. La mujer conoció al hombre en una cena de negocios con su esposo en el extranjero, lo conoció por casualidad, su esposo le pidió ayudarlo con la seguridad de su empresa, pero él se negó alegando que solo trabajaba en el extranjero. Leonel levantó su copa hacia la mujer. “Estoy aquí de paso, me invitaron a este evento por casualidad”. Rosalía miró al hombre detenidamente, Leonel le sonrió. “¿Me gustaría invitarla a bailar?”. Rosalía solo lo miro en silencio, la mujer a su lado abrió mucho los ojos y asentía hacia Rosalía. Rosalía sin mucha emoción aceptó. “Ok”. Leonel y Rosalía caminaron al centro del lugar donde ya había parejas bailando, Pablo se detuvo en seco mirando a ambos ir a la pista de baile. Leonel acercó a Rosalía todo lo que pudo, ella topó con su fuerte pecho recordando un poco de las sensaciones de aquella noche, ella tragó grueso recobrando sus sentidos, Leonel por su parte al poder la mano en su cintura sonrió, no podía creer que la tenia de nuevo entre sus brazos. Mario observaba a su hermano y resopló, el tipo no quería venir, tuvo que rogarle mucho para que aceptara, ahora estaba bailando con la jefa de la empresa, Nidia miraba de reojo a Mario y trataba de aparentar que no estaba nerviosa, Melina la notó inmediatamente. “¿Qué pasó entre tu y Mario?”.
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