CAP 7 GRADUACION

1087 Words
Estaban juntos en su habitación, Guillermo estaba recostado en la cama de Rosalía leyendo un libro mientras ella terminaba de recoger sus cosas cuando la puerta se escuchó, Rosalía pidió que entraran, era Linda, ella acababa de llegar después de estudiar en el extranjero. “Rosalía”. Guillermo levantó la vista para ver a la chica, le resultó muy parecida a Rosalía, era bonita como su hermana, pero esos ojos cafés claros y su sonrisa tímida lo conmovieron al instante. Guillermo la había visto en otras ocasiones, pero hoy era diferente, estaba más alta y más madura ya no era la niña que conocía. Linda al ver al chico se sonrojo, era alto y de tez clara, su sonrisa al instante la emocionó, su estómago revoloteo. Rosalía observó a ambos y frunció el ceño, molesta preguntó a su hermana. “¿Qué quieres?”. “Mamá pregunta si tu amigo se quedará a cenar”. Miriam a pesar de los años fingía tener una buena relación con Rosalía ante el mundo. “Iremos en un momento”. Rosalía le dijo sacándola de la habitación y cerrando la puerta con llave. Guillermo sonrió observando a Rosalía. “Tu hermana ha crecido mucho…” Rosalía hizo una mueca. “Si, ya es la señorita más prestigiosa de la familia”. Dijo con tono burlesco. Guillermo se quedó en silencio pensando en algo, dejó el libro en la cama y se levantó acercándose a Rosalía abrazándola por detrás besando su cuello y nuca muy despacio, dejando pequeñas mordidas. Rosalía se perdió en las caricias cerrando sus ojos y estremeciéndose, Guillermo fue más valiente y metió sus manos por debajo de su blusa encontrándose con su ropa interior, la bajó dejando sus senos al aire y los apretó con ambas manos mientras no dejaba de besarla. “Guille”. Ella susurró. Lanzó un gemido bajo cuando sintió el bulto del chico en su trasero. El solo murmuró. “Mmm”. Mientras seguía entretenido disfrutando de ella. “Alto, hay que bajar al comedor”. Rosalía le advirtió sonriendo y tomando sus manos para detenerlo. El suspiro alejándose, la giró dándole un corto beso en la boca y se acomodó el bulto de su entrepierna. “Bien bajemos, tengo que ir a casa, mi hermano vendrá de visita”. Rosalía asintió sin preguntar a Guillermo, a él no gustaba hablar de su familia. Al bajar, Miriam y Linda ya los esperaban en el comedor, ambos se sentaron juntos y los sirvientes trajeron la comida. Miriam observaba a su hija que tímidamente miraba a Guillermo, ella frunció el ceño y empezó a interrogarlo. “Guillermo… tu familia, ¿De dónde es?”. Rosalía enojada resopló, Guillermo sonrió y contestó muy seguro. “Mi madre tiene un pequeño restaurante en el centro de la ciudad”. Rosalía exasperada por la mujer le dijo. “Guillermo no es rico, si es lo que quieres saber, vive honestamente pero solo con lo necesario”. Guillermo miró a Rosalía de una manera muy extraña, ella solo le hizo una mueca. El giro para ver a Miriam. “Eso es cierto”. El bajó su cara y siguió comiendo. Miriam le advirtió con la mirada a su hija. Sabía que Linda estaba interesada en el chico. Pero nunca permitiría que su hija estuviera con un muerto de hambre, ella tenía que casarse con alguien con poder y dinero. Terminaron de comer en un incómodo silencio. Rosalía acompañó a Guillermo hasta la salida de la mansión, él estaba muy serio. Rosalía lo notó. “¿Qué pasa?”. Guillermo negó y miró alrededor. Rosalía lo detuvo tomando de la mano. Él solo suspiró y se acercó a ella rozando su mejilla. “Solo no me gustó lo que dijiste sobre mí”. Rosalía le explicó cómo era su madrastra. “A esa mujer solo le importa la gente con dinero, por eso lo dije”. Ella lo miró con recelo. “¿Te importa tanto que se enteren que no eres rico?”. Guillermo descontento negó bajando la mirada. “Solo olvídalo”. Se colocó el casco abrochándose y subió a su moto, la encendió alejándose sin mirar atrás, Rosalía se quedó de pie observando su espalda, se quedó algo inquieta por lo osco que Guillermo se comportó. El día de la graduación… Rosalía llevaba su toga y birrete en color n***o con dorado, estaba sentada entre los otros alumnos, cada uno esperaba que los nombraran para pasar al podio, Rosalía jugaba con sus dedos y miraba hacia atrás buscando entre los presentes, nadie había venido de su casa a acompañarla a la graduación, se acomodó en su silla y bajo su rostro meditando ni siquiera su papá se había presentado hoy, una chica de al lado le dio un codazo. Ella giró para verla sin comprender porqué lo hacía. Fue cuando escuchó. “Rosalía Otto Rinaldi”. El director había repetido su nombre. Rosalía parpadeo y se levantó rápido, caminando hasta las escaleras del escenario, subió y le entregaron su certificado tomando también una foto bajó del escenario junto con otros compañeros, más tarde ella volvió a ser llamada, para darle el diploma de primer lugar d toda la generación, cuando se lo entregó el director la felicito y le susurro. “Tu familia debe estar orgullosa”. Ella se quedó mirando su rostro por un momento sin saber que decirle, le regaló una pequeña sonrisa agradeciendo y miro al frente, le dio una pequeña a vista a todo el lugar y muy al fondo estaba Laura el ama de llaves quien la saludaba moviendo su mano con una sonrisa, ella quiso llorar, pero aguantó las lágrimas, regresó a su lugar y en el camino se encontró con la mirada de Guillermo que también estaba ahí graduándose, él le sonrió de manera seductora guiñandole un ojo, ella solo bajo su rostro avergonzada se sentía más animada, regreso a su asiento esperando que terminara la ceremonia. Rosalía camino hasta Laura quien inmediatamente la felicitó. “Señorita Rosalía, Felicidades, tu mamá estaría orgullosa de ti”. Rosalía sintió el cariño y afecto de la mujer que la había cuidado desde niña y su corazón se calentó. “Gracias Laura”. La mujer se alejó de Rosalía mirando su rostro y acariciando su cabello. “Este es uno solo de los muchos éxitos que tendrás mi niña”.
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