CAP 6 NUEVA DECORACION

1118 Words
Miriam tomó la mano de Mauricio. “No te preocupes se le va a pasar”. Ella trató de calmarlo regalándole una bonita sonrisa mientras por dentro se burlaba de la niña. Mauricio asintió y entró a la casa, Linda estaba escondida cerca de la puerta llorando, sabían que las rosas eran de la madre de Rosalía, le dolía toda la situación, pero no podía hacer nada. Los sirvientes también agacharon la cabeza y siguieron podando el hermoso jardín, el ama de llaves Laura los ayudaba llorando, sabía que esto que estaban destruyendo era un tesoro de Rosalía y su madre”. Días después… Rosalía estaba en su cuarto terminando algunas tareas cuando Laura entró apurada y nerviosa. “Niña”. Rosalía la observó frunciendo el ceño al ver el semblante asustado de la ama de llaves. “¿Qué pasa?”. Rosalía no había querido bajar en todo el día, se escuchaba ruido en el piso de abajo desde temprano imaginaba que Miriam hacía cambios en la casa. La mujer mayor se acercó tomando la mano de Rosalía. “Necesita bajar… las cosas de su madre…” Rosalía pensativa se levantó rápidamente, bajó las escaleras rápido y al bajar observó que varias personas movían las cosas de su madre, fotografías, pinturas muebles, piezas invaluables de colección, todo lo relacionado con su mamá estaba siendo quitado de la sala. Rosalía se acercó a la mujer que les decía a todos a donde llevar las cosas. “¿Qué estás haciendo?”. Miriam que con una gran sonrisa triunfal daba órdenes a los empleados. Giro para ver a Rosalía. “No lo vez, habrá una nueva decoración en la casa”. Rosalía les gritó a todos furiosa. “¡Todo esto es de mi madre, vuelvan a ponerlo en su lugar!”. Estiraba a las personas que cargaban las cosas para que se detuvieran. Miriam resopló. “Son cosas anticuadas y no se necesitan, daremos más espacio a todo con nuevos muebles”. Rosalía sumamente molesta le gritaba a los empleados. “Deténganse!”. Ellos se quedaron en silencio de pie observando todo. “¿Son anticuadas? ¿Eres estúpida o qué? ¡Son antigüedades que valen miles!”. Rosalía le dijo a Miriam, sabía que ella no tenía estudios, se hizo rica a base de casarse con su papá. Los ojos de Miriam brillaron con gran intensidad. “¿Miles? Entonces será bueno hacer una subasta, habrá muchas personas interesadas en todas estas cosas”. Ya se imaginaba cuánto dinero ganaría. Rosalía abrió mucho sus ojos entendiendo las intenciones de Miriam. “No puedes…” Miriam sonrió altanera. “Tu padre estará de acuerdo conmigo en vender todo, siempre lo hace”. Le dijo retándola. Rosalía tragó saliva, era cierto que su padre hacía lo que Miriam quería. La ama de Llaves Laura se acercó. “Señora esta casa es…” Quería defender a Rosalía, también estaba harta de la mujer y no permitiría que siguieran tratando mal a la chica. Miriam le gritó dándole una fuerte bofetada. “¡Cállate!, ¡Criada de mierda!, Se que tú y todos en esta casa me odian, pero soy la señora aquí y si no les gusta, ahí está la puerta muy grande, se pueden ir”. Gritaba como una loca histérica, sus ojos casi salían de sus órbitas. Rosalía se acercó y le regresó la cachetada. “No vuelvas a tocarla”. Rosalía estimaba mucho a Laura, trabajaba para la familia Rinaldi desde muy joven, empezó con sus abuelos y después cuido de su madre, ahora cuidaba de ella. Miriam se acarició la mejilla. “!¿Cómo te atreves?!”. Rosalía estaba harta, había pasado un año desde que ellas llegaron a esta casa y su vida se había convertido en un infierno. Ella miró a las escaleras y vio la figura de Linda escondida. Estaba viendo todo, pero como siempre solo era espectadora, era una niña tímida y obediente a su madre. Se escuchó en la puerta un fuerte estruendo. “!¿Qué está pasando aquí?!”. Miriam cambió su semblante inmediatamente. “Mauricio, amor”. Corrió a sus brazos llorando. Rosalía se acercó a Laura para saber cómo estaba, la mujer mayor levantó la mirada triste. “Niña”. Estaba muy angustiada por Rosalía. Rosalía le sonrió. “Ve a tu cuarto a descansar”. Ella sabía lo que seguía una infinidad de gritos, peleas y al final Rosalía quedaría como la mala. Miriam le explicó con sus palabras. “Yo solo quería remodelar algunos muebles, las cosas de tu difunta esposa irían al almacén para ser cuidadas y no se maltratarán, pero Rosalía no está de acuerdo y me golpeo”. El hombre miró la mejilla de Miriam y camino hacia Rosalía quien lo observaba con el rostro levantado, no se humillaría, ni pediría perdón. Un fuerte golpe se escuchó, Rosalía casi cae al suelo, sangre brotó de su boca, ella trató de limpiarse, pero estaba mareada, el golpe había sido muy fuerte. Mauricio observó a la chica un poco arrepentido, estaba muy enojado al momento que escuchó a su esposa y no midió su fuerza, pero no permitiría que lastimara a Miriam, era la mujer que más amaba en este mundo desde antes de conocer a la madre de Rosalía. Rosalía giró para ver a su padre y le advirtió. “Te vas a arrepentir de esto algún día, lo prometo”. Subió rápidamente las escaleras encontrándose con Linda en el pasillo. La niña la observó con lástima y tristeza. “Rosalía, yo… lo siento”. Rosalía la miró sumamente molesta, camino a un lado de la niña y la golpeó en el hombro haciéndola caer. Después cerró su puerta muy fuerte y Linda solo se estremeció y se quedó en el piso sentada mirando la habitación de su media hermana. …………………………… Años después… Rosalía terminaba sus deberes estaba a punto de graduarse con honores de la preparatoria, su graduación sería en unos días. Su vida en casa era muy difícil, pero trataba de sobrellevarla, pronto se iría a la universidad y no tendría que soportar a la gran familia feliz. Guillermo un compañero había ido a su casa a terminar un trabajo final, Rosalía estaba enamorada del chico, era lo único por lo que ella seguía de pie, Guillermo siempre fue amable y atento con ella, estuvo en sus peores momentos acompañándola siendo su paño de lágrimas, él había sido el primer chico con el que tuvo relaciones, solo deseaba que él se decidiera y le pidiera ser su novia.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD