SILVIA —Silvia, ¿qué pasa? Apenas has tocado la comida—, preguntó Jason preocupado mientras cenábamos en el restaurante. —Has estado nerviosa y ansiosa desde que volviste esta tarde. ¿Va todo bien? —No, no pasó nada—, mentí, tratando de bloquear mi encuentro con ese hombre hoy temprano. —Lo siento, solo estoy preocupada por... Por lo que todos pensarán cuando volvamos a casa. Eso fue una salvación rápida, pensé para mí mismo cuando sus rasgos se suavizaron. —Nadie te dirá nada, Silvia. —No estoy preocupada por mí, Jason—. Interrumpí mientras él me miraba confundido. —Es por ti por quien estoy preocupada. ¿Y si nuestra relación resulta perjudicial para tu reputación y la de la empresa? Era cierto. Me preocupaba mucho que salir con Jason fuera perjudicial para la reputación de la empre