SILVIA Habían pasado tres días desde que volvimos de Italia y, hasta el momento, habían resultado ser los peores días de mi vida. Todavía tenía que reunir la cantidad total de quinientos mil dólares antes de que terminara la semana y solo había conseguido reunir algo más de la mitad de esa cantidad. Todo el dinero saldría de mi patrimonio, ya que de ninguna manera iba a robárselo a Jason ni a nadie. Mi teléfono sonó de repente, sacándome de mis pensamientos mientras lo contestaba vacilante. —¿Hola? —Hola, ¿habla Silvia Vills?— Una suave voz femenina habló mientras yo dejaba escapar un suspiro aliviado. —Sí, soy yo—. Respondí, un poco más segura. —Soy Kimberly Baker, de Simmon's Properties. Creo que habló antes con mi colega, Adam, sobre la venta de su apartamento. —Sí, lo hice—, r