PVO Rudolf Clark.
5 años después -Ciudad de Nueva York.
_¿Y bien?¿Que te parece el cuadro Rudolf?¿Te parece exorbitante la cifra por la que pide la casa de subastas?
_Yo opino que es el adecuado papá, un millón de dólares por un cuadro que representa a la familia en la nieve.-Interviene Paola mientras sigo observando aquella pintura por la cual piensan, alcanzará esa cifra.
_No me opongo si deseas adquirirla Paola, es tu decisión.
_Muchas gracias mi Rudolf, ves papá, mi novio es comprensivo. Iré a decirle a mamá que sí o sí debe ser nuestro.-Advierte y veo a Paola perderse entre la gente.
_Lamento que mi hija se comporte de manera caprichosa Rudolf, ya sabes cómo es.
_Sí, es bueno que tenga mucha alegría cuando de la navidad se trata.
_Es su época favorita, la adora, por eso debe tener la mejor decoración y esta pintura representa eso, aunque no se porque me transmite una sensación de tristeza, pues no se llega a ver bien los rostro de esas personas.
_Opino lo mismo.-Susurro.
Gerald asiente y se retira a la sala dónde se llevará la subasta de varios objetos para la caridad, entre ellas, este cuadro. Es uno de una reconocida pintora cuya identidad se desconoce, solo pinta bajo el seudónimo de Merry Christmas, es obvio que también ama la navidad.
Tras una breve observación, me retiro junto a los Sres Fuller y mi novia Paola, su hija.
A ella la conocí en una fiesta social y aunque no tuvimos un encuentro tan largo, ella se enamoró de mí y después de ciertos sucesos acepté estar con ella. No digo que sea fea, al contrario, es hermosa y tiene ese aire alegre que me recuerda a ella, a esa mujer que también adoraba la navidad.
La subasta empieza, y el show también, aún falta 1 mes para la navidad pero los millonarios ya quieren hacer alarde de su buena labor social. Tras varios objetos vendidos, llega el turno del cuadro y como lo supuse, Gerald es quién se queda con el cuadro.
_¿Un millón y medio? Eso sí me pareció demasiado caro.
_No reniegues amor, porque mejor no vamos a tomar algo, a divertirnos.¿Sí?Vamos dí que sí Rudolf, compláceme en esto, ¿Sí?
Odio ese tipo de reuniones sociales a los que ella adora ir, dónde la gente millonaria le gusta presumir su dinero y lo que tiene. Es una vida que pensé me podría acostumbrar pero no pude por más que me dije que esto era lo que quería, lo que deseaba para mi futuro. Un completo idiota, eso es lo que soy, al final me rendí pero que creo pronto se va a acabar.
Finalmente cedo a la presión de Paola, pues será una de las últimas salidas. Vamos a aquella reunión donde las mujeres apesar que saben que estoy comprometido, no dejan de insinuárseme frente a ella que ya está demasiado tomada. Por eso odio este tipo de lugares, la gente puede parecer intachable pero es la más cínica del mundo.
_Paola debemos irnos, no estás bien.
_¿Que? No, no mi Rudolf, ¡No! Yo quiero hip, quedarme.
Apesar de que no quiere, termino llevándola a la casa de sus padres, dónde la dejo en su cama ya casi dormida.
_Rudolf, ven hazme el amor porfavor, te necesito, hace tiempo no me tocas ¿Porque? ¿Me amas?
_¿Pero que dices?
Paola sigue insistiendo y apesar que no quiero, termino cediendo a las insistencias de ella. Caemos a la cama y nos quitamos la ropa, pero en un momento, Paola cae en un sueño, lo que aprovecho para alejarme y sentarme en un sofá.
_¡Dios! No sé cuánto más pueda resistir esto.-Murmuro mientras me coloco la camisa y miro hacia la calle, a esas luces y risas. Esas que alguna vez escuchaba mientras estudiaba para ser el mejor de mi clase y ahora añoro.¡Imbécil!¿En qué estoy pensando?
Mi celular suena sacándome de mis pensamientos. Es Marcial, mi amigo y compañero de trabajo.
_Dime.
_Estoy afuera de tu apartamento, necesito que revises algo urgente Rudolf, es el contrato que te dejé encima del escritorio y que no firmaste.
¡Rayos!Lo olvidé.
_Bien, voy para allá, llegó en 10 minutos.
Cuelgo y me dispongo para volver a mi apartamento, no sin antes asegurarme que Paola esté bien.
_Vaya, pensé que estabas en tu apartamento y no con Paola, haberlo dicho y no te hubiese molestado Rudolf.
_No, este contrato es importante.-Le respondo mientras entramos y nos servimos algo.
_¿Y esa cara?¿Acaso pasó algo con ella? No me digas que fuí yo el culpable y...
_No, no Marcial, más bien fue oportuno. No podía quedarme con Paola.
_¿Otra vez su efusividad amorosa?.-Se burla. Sé que él no le cae Paola por ser un poco caprichosa.
_Algo así, pero no es ella, yo soy el problema.
_¿De nuevo hizo algo que no te agrada?.-Suspiro a su pregunta.
_Figúrate que hoy compró una pintura valuada en un millón y medio en una subasta. Todo un desperdicio de dinero.
Marcial se ríe por la manera en que me quejo, pero no me molesto.
_No entiendo cómo sigues rodeado de ese tipo de personas Rudolf, no son para nada tu estilo. Entiendo que te guste ser reconocido y respetado por la gente pero ellos mmm....
_Lo sé, pero no puedo retroceder todo lo que he avanzado Marcial. Este mes y el próximo son dónde más trabajo tenemos y no puedo detenerme.
_No digo que te detengas Rudolf, pero si te haría mejor que te alejes de esas personas que son muy superficiales, y sabes que no solo hablo de Paola.
_¿De su familia?.-Asiente.-Pero necesito de Gerald, él me ayudó con el financiamiento para un fuerte proyecto cuando más lo necesitaba.
_Pero eso no quería decir que te ligaras a la hija del presidente del banco tonto, en fin. Si quieres mi recomendación, yo creo que deberías cortar con Paola antes que avance más y ella quiera casarse, ahí si ya no podrás escapar.
Eso lo sé, con el tiempo he comprendido que Paola no es la mujer con la deseo pasar mi vida entera, además no la amo.
Dejando de lado el tema de mi compromiso, al que pienso darle fin pronto, firmo aquél contrato y antes que Marcial se retire, una llamada entra. Al ver el número maldigo.
_¿Que pasa?¿No vas a contestar Rudolf?
_No.-Respondo mientras cuelgo y apago mi celular.-Es mi padre, y sabes que mi relación con él es áspera.
Eso fue desde que abandoné el pueblo donde vivíamos cómodamente sin avisarles. Según él fuí un irresponsable por no advertirle de mi decisión, aunque yo más creo es porque abandoné a Tessa, sin darle una explicación clara.
_Eso lo sé, pero si te llama a estas horas debe ser algo urgente, ¿No lo crees?
_Quien sabe, quizás solo llame para molestar, el cumpleaños de mamá es en unos días y él insistió a qué fuera, que mi hermano Patrick y su esposa irían a visitarlos a París como parte de su primer año de casados.
_¿Y porque no fuiste? Es el cumpleaños de tu madre Rudolf, una madre es una madre y te puedes arrepentir.
_No lo hago, fué mamá quien me dijo que no quería volver a verme nunca.
_Ahhh, ya entiendo, crees que sigue resentida porque abandonaste a su preferida para ser su nuera. ¿Cómo se llamaba la chiquilla?
_¿Tessa? No debe ser ninguna chiquilla ahora. Han pasado ya 5 años, supongo que ya terminó su carrera y la debe ejercer.
_¿Cuál?¿La de pintura?
Me encojo de hombros, pues no lo sé. Eso es lo que ella quería estudiar aunque yo le dije que era una carrera para muertos de hambre, ella al parecer había cambiado de opinión por una afin a la mía, al final nunca supe si lo hizo.
_En verdad no entiendo cómo fue que mantuviste una relación de dos años con esa niña que apenas terminaba el colegio Rudolf, algo debía tener para hacerte aceptar esa relación. Vamos, cuéntame, sabes que soy una tumba.
_¿No que ya te ibas?
_No hasta que me cuentes ese dilema que me ha estado atormentado por años.-Si claro.-Desde que me contaste que tenías una novia colegiala a la que abandonaste sin decirle nada, no pude creerlo, pobrecita.
_Tenía que hacerlo, no podía verla a la cara, no creo que hubiese podido.
_Eso se llama cobardía amigo. Dijiste que ella te quería, te lo había demostrado y tú le pagaste de la manera más vil, incluso a mí me duele Rudolf, y eso que ella no soy yo.
Marcial y su sarcasmo.
_Dime una cosa Rudolf, ¿Amaste a esa chiquilla? ¿Al menos un poquito?
¿Si la amé? Buena pregunta.
_¿Rudolf?
_Sí, creo que sí.-Afirmo dando un largo bocado a mi copa para ocultar mis nervios.
_Entonces no entiendo cómo pudiste abandonarla amándola, si que eres un burro sabanero.
_¿Que?
_Vamos Rudolf, debe haber otra razón más fuerte por la que debiste dejarla, porque eso de que querías conseguir prestigio y poder por tu cuenta, no te creo.
Marcial me investiga con la mirada, pero no hay nada que contarle. La abandoné y me sentí mal en ese momento pero con el tiempo y los logros que obtenía me hacían ver qué había hecho lo correcto.
Lo tengo todo ahora. Dinero, poder, influencia en el mundo de los negocios, hice crecer como nunca la empresa de mi padre, pero hay algo que no está bien.
_Por lo que veo no vas a decírmelo nunca Rudolf sabanero, mejor me voy porque tengo que entregar este contrato temprano, no quiero que pase lo que pasó hace dos años, dónde perdimos un contrato millonario a vísperas de navidad.
_Ni me lo recuerdes, fue uno de los peores días de mi vida.
_Y ni contar que te enfermaste en plena navidad y cuando querías ir a una clínica y hubo un accidente que te hizo pasar toda la madrugada ahí, en tu frío auto.
_Ya, ya, ¿Vas a recordarme todas esas maldiciones de nuevo?
_No, por supuesto que no, bueno sí. Todos los años te pasa algo malo y como ya se acerca navidad te estoy advirtiendo, eres mi amigo, y solo te deseo la felicidad.
_Si claro.
Marcial termina yéndose y me recuesto en el sillón para relajarme y olvidarme de Tessa, pero esta vez, es el teléfono el que suena.
_¿Aló?
_¿Hijo?
Esa voz.-¿Mamá?
_Que bueno que me contestas hijo, hay algo que debo decirte.
Intento no cortarle, es mi madre y que me haya llamado al fijo, es porque debe ser algo importante.
_Bien, dime qué pasa.
_Debes volver a Wyoming Rudolf, debes ir para velar por Merry.
_¿Por Merry?.-Hago memoria y ya recuerdo. Es la pequeña hija de Patrick y de su esposa Bella.-¿Y porque yo?¿Acaso decidieron pasar una larga luna de miel en París?.-Respondo en un claro tono de burla.
_Hijo, como puedes decir eso.
_Mamá, tú sabes que yo no me llevo bien con él. -No, después del enfrentamiento que tuvimos cuando salí de casa para nunca más volver.
_Por favor, debes hacerlo.-Suplica entre sollozos para después echarse a llorar.
_¿Madre?¿Que pasa?.-Pregunto esta vez preocupado.
Intento hablar con ella, pero quién contesta ahora es mi padre.
_Escucha esto Rudolf, lo diré una sola vez.-Y aquí viene su amenaza, de seguro algo le dijo mi hermano.-Patrick y Bella sufrieron un accidente de auto cuando se dirigían hacia aquí.
_¿Que?.-Es lo único que puedo decir.
_Estan vivos gracias a Dios pero su situación es delicada y no podemos abandonarlos, debemos estar aquí, nuestra preocupación es la pequeña Merry, ella se quedó al cuidado de Tessa, pero solo era por una semana, pero con esto...
_Espera padre, mucha información que no entiendo. ¿Mi hermano y mi cuñada están vivos no?.-Asiente.-¿Y dices que yo debo hacerme cargo de su hija mientras ellos abren los ojos?
_Rudolf eso sonó horrible, no puedo creerlo.
_Papá...
_Es tu sobrina, tu sangre.
_No he dicho que no iré por ella.
_Pues eso espero, Merry es una bebé apenas y nosotros debemos de cuidar de sus padres mientras salen de este coma.
No respondo nada, todo esto es muy repentino, lo bueno es que no hay muertos. Papá termina por colgar y yo me quedo con toda la incertidumbre encima.
_No creo que mi presencia sea necesaria, ella podrá cuidarla por un tiempo, sí, además no quiero verla, y creo que ella tampoco a mí.
Murmuro mientras le doy un bocado a mi copa y decido salir a la fría noche de las calles de la ciudad de Nueva York a pasear. El mas grande error de mi vida. Pues esa noche, exactamente un 25 de noviembre, faltando solo un mes para navidad, caía sobre mí ,aquella maldita maldición que me ha estado jodiendo la vida desde que la abandoné a ella, a Tessa.
Un auto se cruzó en una intercepción y yo choqué contra un edificio para evitar atropellar a inocentes que esperaban en un paradero.
¿Las consecuencias?
Inmovilidad en las piernas, en pocas palabras, me había vuelto, un maldito inválido que al parecer, no volvería a caminar jamás.