Anne está sentada sobre la cama, todas las cosas que le están pasando solo le hacen querer decir la verdad, de reojo alcanzo a ver como Paul entró y ahora sin levantar su cabeza va hasta donde ella. —Deberías estar comiendo algo, no quiero que el niño más guapo del mundo terminé por desmayarse. —Anne lo consiente, pero ella lo hace para que la deje sola. —Ya es tiempo de que compartas el espacio conmigo, tú eres la indicada para llenar el asiento que hace mucho mi mamá dejó desocupado. —Paul le está insistiendo, él la necesita como su mamá. —Ese puesto se verá inmenso y más para mí presencia, además sabes que a tu papito le encanta estar solo contigo; mi apetito ya acaba de desaparecer. —Ella limpia su nariz con su antebrazo, tal parece que la está delatando de que ya vendrán las lágrim