Nathan sale de su estudio y lo detiene Claudine su cuñada, ella está con una taza de café, jamás ha olvidado los gustos que tiene él.
—Qué sorpresa tan agradable, pero estoy bastante lleno. —Nathan solo busca evitarla, ya que le pareció bastante extraña la manera en como actuaba, nada parecido a la Claudine del pasado.
—No acepto que me estés despreciando, además unos minutos que compartas conmigo no serán desperdiciados, todo lo contrario, la pasaremos genial, sabes que me regrese Nathan porque ya no le veía sentido seguir tan apartada de las personas que tanto quiero. —Claudine termina entrando con él y cierra la puerta, para que no llegue absolutamente a interrumpir ni siquiera Paul.
—Claramente a veces los sobrinos ocupan un lugar muy importante en el corazón, solo que es algo ra
